Las microempresas, grandes generadoras de empleo

La microempresa siempre ha desempeñado un papel crucial en la generación de empleo y la reducción de la pobreza. En muchos casos, tienden a emplear en gran proporción a los segmentos considerados más vulnerables, como lo son las mujeres y los jóvenes e inclusive, en muchas zonas rurales, donde existen mayores barreras para el progreso, son casi la única fuente de empleo.

A nivel mundial, se estima que las micro, pequeña y mediana empresas del sector formal o informal de la economía representan más del 90 % del total de empresas y generan entre el 60 y el 70 % del empleo. En Panamá, el impacto de este sector no es distinto.

De acuerdo con datos del Centro Nacional de Competitividad, la microempresa representa el 68.7 % del parque empresarial y un 95.4 % genera de 1 a 6 empleos. Esto deja clara la necesidad de apoyar a los microempresarios en Panamá, su rol es fundamental para mitigar las tasas de desempleo, que al cierre del 2020, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), pasaron del 7,1 % al 18,5 %, la tasa más alta en 20 años.

Con este panorama en Panamá y el mundo, todo apunta a que urge incluir a las microempresas en la construcción de estrategias socioeconómicas que promuevan un ecosistema adecuado que les permita ser productivas, tener facilidades de financiamiento para su sostenibilidad y así convertirse en agentes multiplicadores de empleo.

No hay duda del gran valor de la microempresa en el crecimiento económico, y así siempre lo ha entendido Microserfin, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA en Panamá, que desde que hace parte de la Fundación ha desembolsado más de USD130 millones a más de 70 mil microempresarios, en quienes la entidad ha creído y ha apostado por ellos para hacer posibles sus sueños de crecer y de una mejora de sus condiciones de vida, a través de los recursos que les ha facilitado, la capacitación y acompañamiento, labor que es fundamental en el desarrollo de personas, comunidades y el país.

Año tras año, en la Medición de Impacto Social de Microserfin, sus indicadores muestran que al apoyar a las microempresas también se apoya a las comunidades en donde trabajan los clientes. En 2019, el 28 % de los clientes generaba, al menos, un empleo adicional y esta tendencia aumentó en 2020, ya que, de los casi 15 000 microempresarios atendidos, si bien el 75 % de las microempresas lideradas por mujeres y el 66 % de las lideradas por hombres eran actividades de autoempleo, el 30 % de los clientes empleaba al menos otro trabajador, siendo el sector agro el que más generaba empleo.

Todo esto, a pesar de la magnitud del “shock” COVID-19, que, según nuestros indicadores, el 86 % de nuestros clientes disminuyó sus ventas, producto de la pandemia, de los cuales, 6 de cada 10, su negocio es la principal fuente de ingresos para sostener a sus familias, generar empleo o invertir en el crecimiento del mismo. Por otra parte, 6 de cada 10 implementaron medidas para minimizar los efectos de la pandemia en sus negocios, es cierto, aunque demostraron que tienen una buena capacidad de adaptarse, eso no los ha librado de ser uno de los sectores más afectados económicamente y por consiguiente su capacidad de continuar generando empleos también se ha limitado.

Partiendo de esta experiencia y de los datos mencionados anteriormente, la financiación de emprendedores de bajos ingresos es un motor en la generación de empleos y una herramienta esencial para el progreso de todos. Si queremos un crecimiento económico inclusivo y sostenido, que promueva la creación empleos decentes para todos y mejoren los estándares de vida, es hora de apostar por la microempresa y fortalecer los programas de desarrollo para ellas y es en esa dirección en la que en Microserfin estamos trabajando para llevar mayores oportunidades de progreso a quienes más lo necesitan en Panamá.