• 01/02/2025 00:00

El Canal de Panamá: entre la historia de Cuba y la nueva retórica política

En el contexto actual, el expresidente Trump y el movimiento MAGA han puesto el Canal de Panamá en el centro de su discurso político, resulta crucial examinar esta situación a través del lente de la historia, particularmente la experiencia de Cuba con los tratados estadounidenses. Esta perspectiva nos permite entender cómo los intereses económicos y la política interna pueden prevalecer sobre los compromisos internacionales.

El patrón histórico: la Experiencia Cuba nos proporciona un marco de referencia invaluable. Entre 1898 y 1901, Estados Unidos estableció una serie de compromisos formales con Cuba que garantizaban su independencia y soberanía. La Resolución Conjunta de 1898 y la Enmienda Teller establecían explícitamente que Cuba “es y por derecho debe ser libre e independiente”. Sin embargo, en apenas tres años, la Enmienda Platt transformó estos compromisos en una forma de protectorado que servía a los intereses estadounidenses.

El contexto actual: MAGA y la nueva retórica. En el presente, observamos un patrón similar emergiendo:

La retórica política

El discurso inaugural de Trump en 2025 y las declaraciones del movimiento MAGA sobre el Canal reflejan una visión que prioriza el “interés nacional” sobre los acuerdos internacionales, similar a la justificación utilizada con Cuba.

El respaldo institucional

El apoyo de senadores y representantes del movimiento MAGA proporciona una base institucional para potenciales acciones, comparable al respaldo del Congreso que permitió la Enmienda Platt.

La dimensión económica: Más allá de la retórica, los intereses corporativos.

- La industria militar y de defensa vería beneficios inmediatos.

- Empresas tecnológicas y de seguridad obtendrían contratos lucrativos.

- Intereses privados en logística y transporte marítimo podrían beneficiarse.

El costo de la corrupción

En la historia de Cuba, muestra cómo los intereses económicos privados pueden influir en la política exterior, creando una forma de corrupción institucionalizada que prioriza ganancias corporativas sobre acuerdos internacionales.

Las Justificaciones en Paralelo, es revelador. Al comparar las justificaciones históricas y actuales: Cuba (1901).

- Seguridad nacional y proximidad geográfica.

- Protección de inversiones estadounidenses

- Estabilidad regional

Panamá (Presente)

- Control de infraestructura estratégica

- Seguridad en el comercio global

- Competencia con China

Las lecciones de la historia

La experiencia cubana nos enseña que:

1. Los compromisos internacionales pueden ser reinterpretados cuando existe suficiente respaldo político interno.

2. Los intereses económicos pueden prevalecer sobre las obligaciones legales internacionales.

3. La comunidad internacional tiene limitada capacidad de respuesta ante potencias mayores.

4. Las consecuencias de ignorar tratados pueden extenderse por generaciones.

El papel de la memoria colectiva en los panameños, hace que la “amnesia histórica” que permite que estos patrones se repitan se ve agravada por:

- La normalización de la retórica agresiva en la política.

- La priorización de beneficios económicos inmediatos sobre principios internacionales.

- La falta de conocimiento histórico sobre casos similares.

Conclusión: La urgencia del momento.

La convergencia de la retórica MAGA, los intereses económicos corporativos y los patrones históricos de incumplimiento de tratados nos coloca en un momento crítico. La historia de Cuba nos demuestra que la combinación de respaldo político interno, intereses económicos privados y justificaciones de seguridad nacional puede llevar a acciones que desafían el orden internacional establecido.

Como ciudadanos conscientes, nuestra responsabilidad es:

- Reconocer los patrones históricos que se están repitiendo.

- Entender la conexión entre retórica política, intereses económicos y acciones internacionales

- Mantener viva la memoria histórica como herramienta de prevención.

- Promover la transparencia y el respeto a los acuerdos internacionales.

La historia nos muestra que la sorpresa ante estos eventos solo refleja nuestra falta de memoria colectiva. Es momento de aprender de Cuba para proteger el futuro de Panamá.

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