• 03/12/2022 00:00

El Meduca y los concursos directivos políticos

“El Meduca es el principal responsable de esta bochornosa situación, porque ha incentivado esta desigualdad entre los que están dentro del sistema y los de afuera [...]”

El 7 de noviembre de 2022 ha sido publicada una nueva convocatoria para concursos directivos y de supervisores en el Meduca, hace menos de un año que hubo otro concurso.

Este tipo de convocatoria (recurrente) es extraño y también preocupante, cuando las reglas para la selección no son claras o no son respetadas a la hora de evaluar experiencia, trayectoria, puntaje y el resto de criterios necesarios para el cargo.

La intención de traer del campo privado participantes que no tienen experiencia ni competencias que exigen cargos relacionados a la administración pública, sigue siendo la forma más desleal que pueda tener un servidor público al aspirar a un mejor puesto; en otras instituciones los ascensos y concursos por mejores cargos están dirigidos generalmente a personal interno, no externo.

Esto incentiva al docente a superarse, a incrementar sus competencias por medio de la preparación o capacitación, debido a que de esta forma aumenta las posibilidades de aspirar por posiciones administrativas, que a su vez se convierten en mejoras económicas significativas.

Se convierte de igual manera en un objetivo, una meta, el buscar estabilidad y mejoras salariales por parte de aspirantes externos, al querer ingresar al sistema educativo público panameño, porque de esta manera se incentiva también una competencia sana que busca a los mejores, los más preparados y con mejores competencias para formar parte de la fuerza laboral educativa del Meduca.

Por otro lado, si esta competencia es desleal, lo que se crea es el efecto contrario, crea un “clientelismo” que queda a entera discreción de los gobernantes de turno, al admitir la participación para los concursos de dirección y supervisión en igualdad de condiciones a los docentes permanentes del Meduca y los docentes de escuelas privadas, esta forma de participación desmotiva a quienes, por 10, 15 o 20 años, han estado preparándose para lograr un escaño en las escasas oportunidades de ascenso que ofrece esta institución.

Aunado a esta desventajosa situación se agrega el hecho de no contar con organizaciones gremiales fuertes, que impulsen iniciativas encaminadas a proteger y garantizar que los ascensos, concursos e incentivos se otorguen de manera clara y transparente, más aún que existan mejores condiciones laborales y salariales para todos, los sobresueldos anuales son risibles.

Prueba de ello es que una gran parte de las posiciones de supervisores regionales son otorgadas de manera política, sin haber participado en concurso, como establece el Decreto 203, muchos de estos “bendecidos” pertenecen a círculos políticos de los Gobiernos de turno o poseen grandes “contactos” en estos.

Qué decir de los representantes de los educadores ante la Junta de Personal, ellos deberían ser los primeros garantes de que se cumpla con las reglas del concurso, pero los diferentes cargos directivos comienzan a ser ocupados por personas que ni siquiera estaban entre los 10 primeros puestos, es más; personas que al inicio no tenían puntaje suficiente terminan pasando por encima de los mejores prospectos.

¿Este es el sistema de méritos que busca a los mejores para ocupar cargos de administradores en los centros educativos públicos del país y de supervisión en las diferentes direcciones regionales? No es de extrañar entonces el hecho de encontrar un modelo educativo del siglo XVIII en pleno siglo XXI.

Es necesario despolitizar la educación, respetar las normas y reorientar el sistema de concursos por méritos, no le puedes pedir a un educador dentro del sistema público una serie de requisitos y a un educador fuera del sistema solo el hecho de estar contratado por tiempo completo, es injusto, antiético e inmoral, porque llegan al sistema siendo neófitos completamente en administración pública y sin mérito alguno.

El Meduca es el principal responsable de esta bochornosa situación, porque ha incentivado esta desigualdad entre los que están dentro del sistema y los de afuera, estos pueden fácilmente, con apoyo político, llegar y ocupar cargos que personas por décadas han estado esperando. ¡Dejen la corrupción, Basta Ya!

Profesor y activista social

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