• 09/01/2015 01:01

Tratados y luchas previas al 9 de enero de 1964

Los Estados Unidos ejerció una jurisdicción policiva y judicial dentro de nuestro país

Unos de los puntos culminantes de la lucha por el rescate de la soberanía nacional lo constituye el 9 de enero. Esta gesta histórica del pueblo panameño no fue una manifestación espontánea de rebeldía ante el goloso del norte, los Estados Unidos, sino el resultado de un proceso de lucha contra la enajenación de nuestro recurso geográfico que se inicia con el tratado Hay-Buneau Varilla de 1903. Tratado este en donde se concede a los Estados Unidos a perpetuidad el uso, ocupación y control de las tierras y aguas necesarias y convenientes para la construcción, mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y protección del Canal de Panamá; simultáneamente que se le permite establecer fortificaciones.

Bajo esta concesión, los Estados Unidos ejerció una jurisdicción policiva y judicial dentro de nuestro país, paralelamente que estableció un enclave colonialista en la franja canalera a través del establecimiento de un régimen de segregación en materia de empleo, vivienda, salario y educación para la población no estadounidense. Las diferencias eran sumamente marcadas: áreas de viviendas exclusivamente para la población afro-antillana, mejores puestos de trabajo y por ende de salarios para la población estadounidense, colegios y comisariatos exclusivos para los estadounidenses, etc.

A través del artículo VII del mencionado tratado se le concedió a los Estados Unidos el derecho a mantener el orden público en la ciudad de Panamá y Colón. Y con este artículo se dio un rosario de intervenciones norteamericanas en la vida política de nuestra nación. Ejemplo de ello lo constituye el Movimiento Inquilinario de 1925, en el cual las tropas norteamericanas intervinieron militarmente en defensa de los casatenientes de la época, en 1956 se da un enfrentamiento entre el gobierno central y el municipio de Panamá, el cual fue reprimido. En 1957 se reprime violentamente al movimiento estudiantil. En 1958, con la jornada de siembra de banderas, se da una nueva intervención de militar norteamericana. En 1959 se da la marcha de hambre de los obreros de la provincia de Colón y se da otra agresión física a la población civil por parte de la policía militar norteamericana, entre otros.

Mientras la Juventud estudiosa lideriza una genuina lucha por la recuperación social de la franja canalera, la clase económicamente dominante inicia la apertura de la revisión del estatus canalero con la finalidad de poseer la posibilidad de apropiarse de una parte del capital que genera el tránsito de la zona del Canal de Panamá en forma de capital mercancía. En función de esta aspiración se presenta en 1926, a consideración del Departamento de Estado de los Estados Unidos, los 32 puntos por parte del gobierno panameño, (formulado por el secretario de gobierno y justicia Dr. Ricardo Alfaro). Estos puntos sirvieron de base para renegociar el estatus canalero, el cual se conoció como el tratado Kellog-Alfaro. Este tratado fue rechazado a través de múltiple manifestaciones populares en todo el país. A través del mismo se otorgaban ventajas comerciales a cambio de nuevas concesiones de tierras y agua al gobierno de los Estados Unidos. El 26 de enero de 1927 las movilizaciones populares obligaron a la Asamblea Nacional a rechazar el mencionado tratado.

Después de la II guerra mundial, en 1947 a través del denominado convenio Filós- Hines los Estados Unidos pretendía mantener 132 sitios militares para la defensa del canal, lo cual recibió el repudio por parte del pueblo panameño ya que a través del mismo dicha nación pretendía prorrogar su presencia militar en nuestro territorio. Con más de 70 heridos y una cantidad elevada de detenciones de miembros del Magisterio Panameño Unidos, federación de estudiantes de Panamá, la Unión Nacional de Mujeres y Frente Patriótico de la Juventud, el 23 de diciembre de 1947, la Asamblea impugnó por unanimidad el mencionado tratado. En 1955, con la hegemonía de la fracción productiva del capital, —los industriales— se concretiza con el gobierno del coronel José Remón Cantera un nuevo tratado, en donde se aumenta la anualidad por la concesión del Canal a dos millones de dólares, Estados Unidos suspende la manufactura de ciertos artículos siempre y cuando se compruebe que pueden ser fabricados en Panamá. Los artículo producidos por Panamá estaban exentos del pago de ‘Buy American Act’, etc.

La lucha de los sectores populares logra que se materialice un pacto para que, a partir del primero de enero de 1964, se enarbole la bandera panameña en cada lugar de la zona del Canal en donde sea enarbolada la bandera norteamericana. Esto fue impedido por la policía norteamericana. Estudiantes de la escuela media de Balboa y avalado por el Consejo Cívico. Esta fue la gota que derramó el vaso de agua. Y una lucha por el rescate de nuestra soberanía en los días subsiguientes. 21 muertos, más de 500 heridos, el rompimiento de relaciones diplomáticas con los Estados Unidos y la condena a nivel internacional al Estado más poderoso del mundo por a agredir a nuestro país, y la declaración Johson-Chiari, la cual estable que Panamá tenía derecho a un trato justo por parte de los Estados Unidos fue el saldo de esta jornada histórica.

En 1967 se presenta por parte de los gobiernos de Estados Unidos y Panamá los tratados denominados tres en uno. Este tratado no resolvía el eterno problema de la perpetuidad del monopolio de los Estados Unidos. en la franja canalera, ni mucho menos la interpretación mediatizada del concepto de neutralidad establecidos en el tratado de 1903, sino más que nada otorgaba nuevos beneficios económicos a la clase económicamente pudiente de nuestro país, a cambio del establecimiento de una administración conjunta en la franja canalera integrada por cinco representante de los Estados Unidos y cuatros panameños; y permitía entre otras cosa el uso y ocupación de nuevas tierras y aguas adicionales cuando sean requeridas para el mantenimiento, manejo y seguridad del Canal. Además se establecía que los Estados Unidos sería el encargado de garantizar la defensa, seguridad, neutralidad y continuidad del funcionamiento del Canal, inclusive después de expirar dicho tratado. Los acontecimientos del 9 de enero de 1964 estaban presentes en la conciencia del pueblo panameño y por lo tanto, este tratado fue rechazado unánimemente. Como podrán ver la historia de las relaciones de los Estados Unidos con Panamá estuvo impregnada desde inicio del siglo XX con agresiones y violaciones a nuestra soberanía y libre determinación como nación. Esta es parte de nuestra historia que nuestros hijos y nietos deben conocer y se debe impartir en las aulas de clase, ya que constituye el sacrificio de muchas generaciones por recuperar nuestra dignidad como nación.

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