¿Pueden los jóvenes confiar en el Gobierno?

Puede que esta pregunta para muchos resulte algo confusa o quizás fuera de lugar, pues viendo el mundo actual, sobre todo en esta generación de jóvenes que buscan romper los moldes y concepciones impositivas, es fácil entrever que a más de uno el simple concepto de Gobierno o Estado le sea como un insulto a sus luchas ‘antisistema', como les llaman hoy en día.

Pero, ante todo esto, primero es importante acotar que aún, a pesar de todo este influjo y reflujo de información y mercadotecnia, hay aún jóvenes, lastimosamente minoría, que se resisten a cerrar los ojos ante el oprobio y por nuestro futuro es que va la respuesta a esta pregunta formulada, ¡Sí!, el joven puede confiar en el Gobierno; pero ante todo hay que aclarar ¿en qué tipo de Gobierno debe confiar un joven de esta generación?

Si hacemos un repaso rápido, podemos quedar claros en que muchos sistemas de Gobierno precedidos y actuales o están ya muertos o en decadencia, las famosas ideologías solo son medios lobotómicos para una masa enferma a lo fácil y la democracia se ha prostituido ante el poder del dinero, esto no es de extrañar, pues ya hace aproximadamente 2500 años el gran filósofo griego Platón advertía que la democracia era un buen sistema de Gobierno, pero no el excelente puesto que confiar el Gobierno a un pueblo es un arma muy peligrosa, ya que depende de mucho para muy poco.

En español panameño: clientelismo + pueblo domado = decadencia; y ya el ateniense decía que la democracia, era de todos los sistema el menos peor, pero no el mejor, esto no debería de asustarnos, pues se sabe que muchos países que se hacen llamar ‘democráticos' son en realidad Gobiernos ‘representativos' y engañan a sus ciudadanos llamándose ‘democracia'; ahora, sabiendo esto, el joven actual, queda preguntarnos ¿entonces, habrá algún tipo de Gobierno excelente por el cual el joven pueda buscar un mejor bien personal y comunitario?

El filósofo Friedrich Nietzsche, en su obra ‘Así habló Zaratustra', escribe que el Estado es como el dedo ordenador de Dios, algo burlesco en su modo de hablar, pero muy sincero en su forma de decirlo, y tiene razón, la anarquía es caos y ese no es valor propio de alguien que forjara el futuro. En el joven el orden debe ser lo garante y allí hay que preguntarnos qué dios es aquel que debe ordenar todo, mas el prusiano aquí nos da una pista: ‘la sabiduría' que es lo más excelso en un dios que es capaz de ordenar, dígase ordenar en el sentido de mando y de armonía (Gobierno) y ¿qué sistema es aquel que logra este requisito de excelencia política?

Retomamos a Platón que nos lo dirá muy claramente: ‘el barco debe ser dirigido y guiado por el más sabio, el que conozca el mejor camino'; la sofocracia (del griego sofos —sabio— y kratos —poder o Gobierno—) es el Gobierno de los filósofos, los que aman la sabiduría y se han formado en el estudio ético del bien comunitario. Ese es el Gobierno excelente en el cual puede confiar el joven actual en su lucha por una mejor sociedad, más que de ideologías o divisas, hacia allá muchos ya están comenzando a poner su vista para lograr hacer de este Gobierno utópico una realidad.

PROFESOR DE FILOSOFÍA.