• 12/07/2024 09:45

José, un nombre de trascendencia histórica

En Panamá la historia está salpicada de personalidades llamadas José

El nombre José truena en todas las naciones y esferas sociales. La popularidad de este nombre se atribuye a un carpintero, padre putativo de Jesús, el más conspicuo y trascendental revolucionario de la historia universal que convirtió agua en vino, sanó leprosos, resucitó muertos, apaciguó tormentas, hizo hablar a mudos, ver a ciegos y que miserablemente traicionado por un “copartidario”, fue crucificado.

En Panamá la historia está salpicada de personalidades llamadas José.

Como presidente tenemos a José Raúl Mulino, antecedido por otros mandatarios con el mismo nombre a saber: José María Pinilla Fábrega que gobernó del 11 de octubre de 1968 al 18 de diciembre de 1969; José Ramón Guizado del 2 de enero de 1955 al 29 de marzo de 1955; José Antonio Remón Cantera, del 1 de octubre de 1952 al 2 de enero de 1955; José Domingo De Obaldía, del 1 de octubre de 1908 al 1 de marzo de 1910 y, al fundarse la república, la Junta de Gobierno Provisional la presidió José Agustín Arango, del 4 de noviembre de 1903 al 19 de febrero de 1904.

En América Latina y El Caribe algunos líderes portaron el nombre José. Por ejemplo, en México, el meritorio intelectual, filósofo, educador y político José Vasconcelos Calderón. Nació en Oaxaca el 27 de febrero de 1882 y murió el 30 de junio de 1959, dieciocho días después del nacimiento del presidente panameño, José Raúl Mulino que en David, Chiriquí, llegó a este mundo plagado de ingratitudes el 13 de junio de 1959.

En Cuba, José Julián Martí Pérez, destacado precursor del modernismo literario hispanoamericano, político y escritor. Nació en La Habana en 1853, año que en Panamá, promovido por el empresario José Gabriel Duque Amaro, nacido en Bejucal, Cuba, circula en español La Estrella de Panamá adherida a la edición en inglés del periódico The Star and Herald.

En Costa Rica también se llamó José el tres veces presidente José Figueres Ferrer, nacido el 25 de septiembre de 1906 en San Ramón y falleció el 8 de junio de 1990 en San José (Costa Rica) cuando en Panamá se desmantelaban bases militares estadounidenses y nos abocábamos a extinguir la Zona del Canal.

En el gobierno que desde el 1 de julio rige los destino de nuestro país , hay dos ministros llamados José: José Luis Andrade en Obras Públicas y José R. Icaza para Asuntos del Canal y Secretario de Metas.

Dos diputados: José Pérez Barbosa y José Luis Varela y dos alcaldes: José Luis Pinilla (Balboa) y José “Chema” Tristán en La Mesa y un arzobispo, José Domingo Ulloa Mendieta.

El nominado para dirigir Merca Panamá es José Pablo Ramos.

Si seguimos escarbando, en los corregimientos hay un montón de José. Ni hablar de poblados llamados San José. En la provincia de Chiriquí, donde es oriundo el presidente, José Raúl Mulino, celebran el 19 de marzo las fiestas de San José.

Mulino es el segundo chiricano que llega la presidencia de la república; el primero fue José Domingo de Obaldía que, casualmente, también se llamó José.

Quienes acaricien lecturas de la Biblia, encontrarán en Génesis el relato sobre un muchacho llamado José, hijo de Jacobo, que envidiado por sus hermanos fue vendido a mercaderes. Mintieron a su padre alegando que murió devorado por unas fieras.

El relato bíblico narra cómo José al zafarse de sus tribulaciones, recibe beneplácitos de un faraón, se convierte en potentado, se reconcilia con sus hermanos, reencuentra con su padre Jacobo y renace el amor.

Cuando Jacobo apaleado por los años agonizaba, reúne a sus hijos que formarían las doce tribus de Israel: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Benjamín, Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser, Neftalí y José.

Jacobo predijo a cada hijo su destino, triunfo o tropiezos que enfrentarían en la vida, pero al referirse a José, le expresó que sería “retoño de un árbol fructífero que está junto a un manantial, que extiende sus ramas por encima del muro. Pero los arqueros estuvieron acosándolo, disparando contra él y no dejaron de odiarlo. Sin embargo, su arco se mantuvo firme y sus manos continuaron fuertes y ágiles”.

Con ternura, Jacobo atribuyó a Dios todopoderoso, su relato a José sobre el liderazgo que tendría en la vida.

El 5 de mayo los panameños depositamos nuestra confianza en un José: José Raúl Mulino. Esperemos que gobierne ceñido a lo establecido la Carta Magna “con el fin de fortalecer la nación, garantizar la libertad, asegurar la democracia y la estabilidad institucional, exaltar la dignidad humana, promover la justicia social, el bienestar general y la integración regional, e invocando la protección de Dios”.

Un José, oriundo de Bugaba, está en el Palacio de las Garzas. Esperamos no nos fraude. ¡Meto!

El autor es periodista
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