• 30/06/2024 23:00

Isbberyala, el reencuentro con la costa

[...] los primeros pobladores venían de diferentes lugares de las montañas hasta que llegaron a las costas [...]

Isbberyala es el nuevo hogar de muchas familias de Gardi Sugdub de la comarca Gunayala que migraron a las costas a principios de junio pasado. Los medios de comunicación señalaron que el traslado se debió a las condiciones adversas que enfrentan por los efectos del cambio climático. Otros plantean que no solo es por los efectos climáticos, sino también por el hacinamiento que presenta la comunidad. También se ha señalado que este movimiento migratorio es el primer pueblo de América Latina reubicado debido al cambio climático.

Lo cierto es que es la primera vez, desde la separación de Panamá de Colombia en 1903, que los gunas de una comunidad se movilizan nuevamente hacia las costas debido a las inclemencias del tiempo. Históricamente, los primeros pobladores venían de diferentes lugares de las montañas hasta que llegaron a las costas para luego movilizarse hacia las islas donde viven actualmente.

Los historiadores cuentan que los primeros habitantes de las costas pusieron nombres a los diferentes sitios de acuerdo con sus características más sobresalientes. Por eso, las comunidades en Gunayala tienen nombres como Muladub, Usdub, Assudub, Agligandi, Coedub, Nubadub, Aridub, Baggadub, Gardi Sugdub, entre otros. La palabra isbberyala también tiene un significado muy importante. Es una palabra compuesta que significa “cerro de nísperos” o simplemente “tierra de nísperos” por la abundancia de estos árboles frutales en el lugar. Por esta razón, el nombre adecuado para los primeros migrantes a la costa debería mantenerse como Isbberyala o Isberyala, según su pronunciación, pero no Nuevo Gardi que no tiene un significado transcendental. Los líderes espirituales cantan en onmagged nega, congresos locales, sobre isbber o níspero como una de las frutas más nobles porque todos se benefician de ella.

Esta migración no debe significar la decadencia de la cultura de los gunas que desde mucho antes de la colonización ya estaban establecidos. Además, este proceso migratorio tiene que mejorar en muchos aspectos la vida de los habitantes de Isbberyala, garantizarles educación de calidad, salud, seguridad, temas que son competencias del Estado.

Ante los escenarios que se presentan y los diferentes resultados que han mostrado los estudios científicos realizados, todo indica que al final todos los habitantes de la comarca Gunayala van a regresar a las costas en donde empezó la historia de sus pobladores.

En el año 2019 muchas casas que estaban cerca del mar fueron arrasadas por las fuertes corrientes debido al alza del nivel del mar, e inclusive frenaron las actividades económicas, turísticas y el traslado de pasajeros desde las comunidades hacia la ciudad capital y viceversa.

Independientemente de las razones que hayan provocado el traslado es inevitable la migración de nuestros hermanos, aunque pienso que ambos temas, tanto el cambio climático como el hacinamiento son las razones primordiales por las cuales hay que replantear el hogar no solamente en Gunayala, sino también para las comunidades que se encuentran en las costas a nivel nacional. Con la construcción de casas de concreto en Isbberyala quizás se pierda la costumbre de hacerlas de pencas o guágara y sus paredes de caña blanca. Las partes de una casa tienen sus nombres y sus significados son transcendentales para la cultura de guna. Las casas de los gunas se construyen de árboles de gran calidad, por eso duran mucho tiempo.

Los gunas escribieron su propia historia mucho antes de la separación de Panamá de Colombia. Antes de llegar a las diferentes islas que actualmente conforman la comarca, sus habitantes habían llegado a las costas y no había pasado mucho tiempo cuando se dieron cuenta de la abundancia de peces, sábalos y animales silvestres. Eran trabajadores del campo y excelentes cazadores por lo que no se preocupaban por la comida, pero siempre buscaron un mejor lugar para vivir y fortalecer su cultura milenaria. Por eso, cambiaban de lugares frecuentemente. Cuando llegaron a las costas, sus líderes visualizaron que en estos lugares vivirían sin ser molestados ni intimidados. Pensaron que vivirían mejor en medio de la abundancia de comida, que podían continuar fortaleciendo sus tradiciones, cultura, como un pueblo que cree en sus raíces. Históricamente, los gunas han sido objeto de invasiones y amenazas a sus tierras por parte de extraños por querer apropiarse de sus bienes.

Haciendo un inventario a la historia de los ancestros gunas, nos encontramos que el 7 de septiembre de 1882, sufrieron los estragos de un maremoto y varias islas quedaron afectadas. Esta situación también afectó a la ciudad de Panamá y Colón. En ese momento, muchas familias buscaron los sitios más altos en tierra firme para salvar sus vidas, pero no pudieron evitar la muerte de muchos de los comuneros que fallecieron ahogados.

Ante la nueva realidad que se presenta, esta es la primera experiencia de un proceso migratorio de esta magnitud y con el apoyo del Gobierno nacional, estoy seguro de que las voces más representativas de los gunas a través de su máximo organismo como lo es el Congreso General Guna buscarán las mejores alternativas, no solamente para los habitantes de Gardi Sugdub, sino también para todos los que viven en la comarca.

El autor es docente, investigador y ensayista
Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones