• 10/06/2022 00:00

“El ingeniero”, a la presidencia de Colombia

En la Colombia actual, todos tratan de “buscar una luz de esperanza en un viaje de ciegos”, desean saber qué ocurrirá en su país con su nuevo Gobierno que se definirá el próximo 19 de junio.

En la Colombia actual, todos tratan de “buscar una luz de esperanza en un viaje de ciegos”, desean saber qué ocurrirá en su país con su nuevo Gobierno que se definirá el próximo 19 de junio. Cargan historia sobre sus espaldas, han sido testigos de gobiernos cuyas heridas aún sangran, y de la primavera de la democracia; por ello, en el corazón vibrante y en el espíritu de 32 departamentos y un distrito capital, Bogotá, se estará esperando el desarrollo y el diálogo, como el mejor rumbo que debe llevar el país para encontrar seguridad, justicia y paz.

Este nuevo gobierno no puede fallar, no tiene derecho a fallar, no es necesario encontrar fórmulas mágicas para soluciones a los problemas, aplicables inmediatamente sin excesiva planificación. El reloj de la historia no puede dar marcha atrás. Pretender que todo pueda seguir, manejándolo sin diálogo constructivo, sin respeto, sería un suicidio instaurado en la más absoluta ignorancia y crasa estupidez!

Hoy, otro nombre y apellido emerge en Colombia, asumiendo ese rol protagónico, Rodolfo Hernández Suárez, “el ingeniero”, como se le conoce! Es ingeniero civil, graduado en 1970 en la Universidad Nacional de Colombia, dedicado a obras de construcción de vivienda popular, de interés social, en Bucaramanga, Barranquilla y Bogotá, entre otras. Casado con Socorro Olivero, 4 hijos, 2 nietos. alcalde de Bucaramanga desde 2016 hasta su renuncia en 2019, y económicamente, un superpoderoso! Se le adjudica talento político, tenacidad y sentido visionario. Las circunstancias dan riqueza social a un individuo. El, ha declarado sobre temas delicados e importantes, relativos al desarrollo del país, fijando puntos de partida para concebir un estado de conciencia colectiva, ahora llamada matriz de opinión, que generó una abrumadora confianza para su gestión gubernamental. Esa respetable decisión popular exigirá no enfrentamientos, no provocaciones, pero sí más acción, enmarcado en ese diálogo constructivo permanente.

Con el salto a la Presidencia de “el ingeniero”, nació una nueva forma de entender la política, se resquebrajaron las edificaciones políticas, pero no se derrumbaron. Ojalá la expresión de intensa euforia que han captado las cámaras fotográficas en los semblantes de sus adeptos, no resulte ser producto de la alegría solo por la consecución de este sitial obtenido por “el ingeniero”. El hecho ya está cumplido. Colombia está a la expectativa de los pasos y logros de “el Ingeniero”. Los tiempos son difíciles, ello obliga a pedir cada vez más ayuda de Dios para arreglar las fichas de un inmenso tablero de ajedrez que se mueve a voluntad de los que dirigen el poder de decisión y de acción!.

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