• 31/03/2021 00:00

Historia de la locura: época de la COVID-19

“[…] la racionalidad dominante, puede implicar que lo “distinto” para resolver la pandemia sea visto como irracional, podría tratarse, […], de una “violencia epistémica” […]”

La racionalidad es un aparato conceptual que orienta los modos de interactuar con el mundo material, se puede establecer mediante un sentido natural, cultural e impositivo. De acuerdo con Sabocal y Hurtado (2008), se trata de ideas articuladas y establecidas que le dan sentido a todo lo que producen los seres humanos.

Por su parte, Foucault (1993) plantea, lo racional es cambiante, durante la Edad Media europea la locura era vista como desdicha, una desventaja ante la cordura, con lo cual, los valores religiosos de la época permitían tratar a los locos con benevolencia. Por otro lado, en el Renacimiento la locura era estimable; admirable, en cuanto que la genialidad permitía desmarcarse del modelo racional dominante, y con ello, comprender el mundo de múltiples formas. Ahora bien, en la época clásica (modernidad en Foucault), mediante la violencia, los locos deben ser confinados, silenciados, reprimido y aislado en instituciones como hospitales, cárceles, manicomios y demás.

En ese sentido, señala Foucault, el “triunfo de la razón” originó el surgimiento de instituciones que recluyen a los miserables, pero ¿quiénes son estos miserables? Son todos los despreciables de la sociedad: enfermos, indigentes, drogadictos, jóvenes rebeldes, viudas, homosexuales, prostitutas, huérfanos, desempleados e invasores de tierras, entre otros. Esa masa debía ser corregida o rehabilitada por medio del trabajo y la educación, sin embargo, a un grupo de personas le es difícil adaptarse a dicha razón, estos son los locos.

Entonces, la locura es irracionalidad. El modelo racional en la época COVID-19 es, como diría Foucault, un modelo burgués que se ha mantenido desde el surgimiento de la sociedad industrial. Asimismo, Hamza Esmili (2020) plantea que el discurso oficial en tiempos de pandemia está concebido desde la racionalidad burguesa, con lo cual, el concepto de confinamiento para controlar la pandemia se levanta sobre el supuesto de que todos tenemos casas individuales para refugiarnos en caso de desastres naturales, sin tomar en cuenta que muchas personas viven en lugares insalubres y hacinadas. En este sentido, el confinamiento desde la perspectiva de Hamza, es un concepto burgués. Presentadas las cosas de esta manera, la racionalidad dominante, puede implicar que lo “distinto” para resolver la pandemia sea visto como irracional, podría tratarse, como afirma Gayatri Spivak (1988), de una “violencia epistémica” o el ocultamiento del “otro”.

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