• 15/12/2023 13:21

Guerra contra las diosas

Algunos países mantienen a las mujeres en un “salsipuedes” sistémico

La ideología supremacista masculina afirma que las mujeres son inherentemente inferiores a los hombres. Este argumento se sustenta con la religión. El vientre de María Auxiliadora pudo ser una alegórica guardería para el Hijo de Dios.

Esta masculinidad, principal referencia para encarnar el ser supremo, devalúa a la mujer. Póngale fecha de vencimiento al opio del pueblo, y a la docena de dioses mitológicos nacidos de una virgen el 25 de diciembre. Los negocios se conformarían con Santa, Cláusula del desenfrenado consumo.

Helena Blavatsky (La Doctrina Secreta) levanta el telón: “Ningún sistema religioso exotérico ha adoptado jamás una creadora femenina, y por eso la mujer fue considerada y tratada, desde los primeros albores de las religiones populares, como inferior al hombre. Solo en China y Egipto, Kwan-Yin e Isis fueron colocados a la par de los dioses masculinos.”

“9 Meses” después del 25 de marzo, fecha de la supuesta crucifixión de Jesús, la iglesia en Roma comenzó a celebrar la Navidad (25 de diciembre del año 336). Will Durant reconoció estas fusionadas saturnales del solsticio invernal: “Las estatuas de Isis y Horus pasaron a llamarse María y Jesús; la fiesta de la Purificación de Isis se convirtió en fiesta de Natividad”. En las historias de las religiones, la voz de las mujeres rara vez se escucha. De no ser invitada a la Última Cena, la Mujer Maravilla tendría que traer su propia silla. Letitia Rawles, “quería ser sacerdote desde la escuela primaria”. Fue desterrada por la iglesia católica por ambiciosa, después de servir 47 años como monja.

Hay muchas diosas, otrora veneradas, en diferentes culturas. El nombre Alá (Allah), como lo atestigua el propio Corán, sonaba en la Arabia pre-islámica. Hablaban de Alá como ella, una deidad femenina del útero. Al-lat era una de tres diosas seguidas como amenazas a la naciente fe. No dejes por fuera a Pandora con esa caja que “contenía todos los males del mundo”.

Ma’at es otra. Los siete principios de esta diosa fueron eclipsados: (1-Verdad, 2-Justicia, 3-Armonía, 4-Equilibrio, 5-Orden, 6-Propiedad, 7-Reciprocidad). La “MA’ATematica” regulaba el funcionamiento de la naturaleza, el cosmos y la interacción humana. Líbranos de todo mal, gritaron los ambientalistas contra la empresa minera, al integrar esos siete principios como guía para llevar una buena vida.

En el antiguo Egipto, el Ankh era un símbolo de vida eterna, representando armonía entre los sexos. El óvalo en la parte superior simboliza el principio femenino; matriz como portal para la vida, el viaje inter-dimensional, la transformación y el poder. La sección alargada del Ankh representa el falo o pene.

El óvalo del ankh fue excluido, y reducido a una cruz del principio masculino. Rumbo al Concilio de Nicea, 325 d.C., el emperador Constantino declaró, “In hoc signo vinces” = Con este signo / crucifijo vencerás. En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. (Apagón, el principio femenino es un cero a la izquierda).

El libro, Woman’s Coming of Age, (ed. Schmalhausen y Calverton, N.Y. 1931): “advirtió a aquellas mujeres que se regocijaban imprudentemente al descubrir que no estaban hechas de una costilla torcida, ni siquiera de los pecados de Satanás. Después de demostrar que la mujer no es inferior mental y físicamente al hombre, hay que pasar a demostrar que es superior”.

Durante un embarazo, los genitales fetales son fenotípicamente femeninos. Después de 6 a 7 semanas de gestación, se inducen cambios que resultan en el desarrollo de los testículos. Los hombres ignoran que el cerebro de la mujer (según el peso corporal) es más grande, complicado y de textura más fina. Esto indica una mayor evolución.

Recuerden, las mujeres poseen 2 cromosomas “X” que llevan los factores genéticos de inmunidad. El hombre, con una sola “X”, debe tirar la toalla. El sesgo en la religión, la ciencia y los montajes sociales, refuerzan la ignorancia fisiológica al afirmar falsedades.

Algunos países mantienen a las mujeres en un “salsipuedes” sistémico. Unicef calcula que unos 200 millones de mujeres y niñas sufren la mutilación genital femenina. Estas son acusadas de ser insaciables si no se extirpan partes de sus genitales, especialmente el clítoris. Los machistas lo justifican. Desean garantizar la virginidad y fidelidad antes del matrimonio.

Muchos hombres viven aterrorizados ante su confusión sexual. “El miedo a las mujeres”, según Wolfang Lederer M.D. “El culto a la inmortalidad sexual adora a la mujer. El culto a la inmortalidad individual, dondequiera que se encuentre, desprecia a la mujer”.

Blavatsky baja el telón con la siguiente conclusión: “El esoterismo ignora ambos sexos. Su deidad suprema no tiene sexo ni forma, ni padre ni madre, y sus primeros seres manifestados, tanto celestiales como terrestres, se volvieron andróginos solo gradualmente y finalmente se separaron en sexos distintos”.

El autor es filósofo y escritor

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