Ciclistas, atletas, patinadores y paseantes de la capital colombiana tienen una cita infaltable desde hace 50 años: la ciclovía de los domingos y festivos,...
- 14/11/2023 00:00
¿Dónde está el Gobierno?
Es indudable que estamos en una crisis, quizás una de la más intensas que hemos vivido en los últimos tiempos, que tienen sus protagonistas y que cada uno debe asumir sus responsabilidades y en un acto de mea culpa, reconocer nuestros actos.
Cuando se dio la crisis de la pandemia, todos aceptamos que había factores externos que no estaban bajo nuestro control, y los que nos correspondía era enfrentarla de la mejor forma, como en efecto se hizo, sin dejar de mencionar hechos que fueron cuestionados, precisamente por falta de transparencia.
En este momento, los protagonistas son factores internos, el presidente y sus ministros, los diputados, la Contraloría, que aprobaron una ley desoyendo la voluntad popular y violentando normas de procedimientos, como aquella que la Comisión de Comercio e Industrias, solo tenía facultades para aprobar o rechazar, no para sugerir enmiendas a la ley.
Es conocida las consecuencias que ha tenido la aprobación de la ley, paralización del país por más de dos semanas, con pérdidas millonarias, el transporte paralizado, falta de alimentos y medicamentos, paro en el sector educativo y hay una incertidumbre de cuál será la salida a esta crisis.
Como el gobierno tiene la responsabilidad de garantizar la paz social, no hay un mensaje contundente que nos diga que sus acciones van en esa dirección, más bien, pareciera que nos están diciendo que actuaron en forma correcta y que estas manifestaciones se debe a grupos que tienen interés en desestabilizar el país.
Los mensajes enviados por el presidente no han calado en la población para restablecer el orden, más bien, han sido confrontaciones, cuando nos dice que se van a judicializar todos los casos en que se infrinja la ley. De igual forma propuso que a través de un referéndum el pueblo tome una decisión sobre el contrato y la respuesta ha sido que el pueblo ya tomó su decisión y, por otra parte, el Tribunal Electoral ha dicho que no es viable en estos momentos esa consulta popular.
Es obvio que se han cometido errores, que en otros países hubiesen producido una crisis de gabinete. Los ministros aprobaron en Consejo de Gabinete este contrato, deben aceptar que se equivocaron y poner a disposición del presidente sus cargos. El Contralor que lo ratificó, de igual forma tiene responsabilidades, y la Asamblea Nacional debe pedir su renuncia y los diputados, elegidos por votación popular, deben responder a sus electores.
Cuando esto ocurra, el presidente debe enviar mensajes de unidad nacional, convocar a todos los sectores para encontrar una salida al problema y por supuesto, adoptar medidas de inmediato para adecentar el país.
Lo que no puede ocurrir, es que el gobierno se mantenga en una burbuja y el país continúe a la deriva, en una incertidumbre donde no se vislumbra solución, donde pareciera que lo estamos dejando a la inercia de como se desenvuelve los acontecimientos, y por supuesto, no podemos esperar a que la Corte emita su fallo, que esperamos que sea declarando la ley de inconstitucional.
Se impone en estos momentos un mensaje presidencial, con humildad y en tono conciliador, aceptando cada cual sus responsabilidades, adoptando medidas que rescaten la credibilidad del gobierno, que les exija a todos sus miembros, rendición de cuentas, que haya una justa redistribución de la renta, porque es inadmisible que continuemos en un país donde hay fueros y privilegios.
Lo más importante de un gobernante no es cómo llegó al poder, sino cómo lo dejó. Usted está a la postrimería de su mandato, y estamos convencidos de que tendrá la aspiración de dejar el gobierno, con la satisfacción de haber cumplido con su misión histórica de gobernar para todos los panameños, siempre poniendo por delante los intereses nacionales. Usted tiene la oportunidad de hacerlo, el país no puede esperar y hay que actuar en este momento, existen detonantes que nos pueden llevar a un estallido social.