Génesis de la formación profesional y la nueva institucionalidad del Inadeh

La formación profesional entendida como un conjunto de acciones sistemáticas y metódicas que tienen como objeto la capacitación, complementación y especializaciones de los/las trabajadores/as, destinadas a la adquisición de competencias profesionales que permitan a las personas ejercer distintos trabajos y promover su desarrollo profesional, inicia en Panamá en el año 1967, creándose en ese entonces el Centro de Formación Profesional, Marcos Robles, ubicándose éste en la comunidad de Tocumen.

Este centro de formación, de manera particular, fue destinado en sus primeros años como un centro para la formación acelerada de obreros, donde se formaron los primeros albañiles, soldadores, electricistas y operarias de la industria de la confección que el país requería para hacer frente a la demanda de los sectores productivos, principalmente de la construcción y de la confección de ropa, a inicios de la década del setenta.

La entidad de formación profesional fue reconocida en sus primeros años con el nombre de Centro de Formación Profesional (Cenafor), adscrita al Ifarhu, adoptando posteriormente la identidad de Servicio Nacional de Formación (Senafor), cuando se constituyó en una dependencia del Ministerio del Trabajo y Bienestar Social.

Durante los primeros trece años de existencia, esta entidad de formación profesional cumplió su rol de satisfacer las necesidades de mano de obra calificada requeridas por el país, creándose durante la década del setenta, diversos centros de formación, entre los cuales podemos mencionar: el Servicio Nacional de Artesanías y Pequeñas Industrias (Senapi) en Herrera; el Centro de Confecciones Industriales (Cecoi) en Veraguas y el Centro Náutico de Formación Profesional en Colón, que formarían parte del patrimonio de la naciente entidad autónoma denominada Instituto Nacional de Formación Profesional - Inafor, creado mediante la Ley N° 18 del 29 de septiembre de 1983.

A inicios de la década de los ochenta, la entidad recibió cooperación, asistencia técnica internacional y equipamiento de los gobiernos de Japón, Alemania y España, lo que permitió preparar con un buen nivel, al cuerpo de instructores y participantes de las áreas de Mecánica Automotriz, Metalmecánica y Docencia.

El establecimiento de más centros de formación a nivel nacional; la atención a la demanda de formación de los sectores productivos; la implementación de la formación dual; la formación de los instructores y la ampliación de la oferta formativa, fueron aspectos característicos de la institucionalidad reconocida con el nombre de Inafor, la cual tuvo vigencia durante veintidós años.

Inadeh, la nueva institucionalidad: La entrada al nuevo siglo XXI, trajo aparejado nuevos retos para el país, en especial demandas laborales que deberían ser atendidas principalmente por la entidad de formación profesional.

Los megaproyectos generados desde el Estado y la decisión de ampliación del Canal de Panamá fueron retos que para poder asumirlos requerían mejorar la calificación del recurso humano y masificar las acciones formativas a nivel nacional, lo que requirió por parte del Estado, reestructurar y establecer una nueva institución de formación profesional, denominándola Instituto de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano –Inadeh— órgano rector de la formación profesional, capacitación laboral y capacitación en gestión empresarial.

Alianzas interinstitucionales, acuerdos de cooperación con empresas y organizaciones no gubernamentales; la mejora continua de los procesos de formación, actualización de los sistemas informáticos; calificación del recurso humano de instrucción son características de esta administración, que le corresponde dirigir el rumbo de esta institución, con la clara convicción de que a través de la formación profesional se califica al recurso humano, se facilita la inserción laboral y la movilidad social.

Esta entidad de formación profesional se encuentra en un momento histórico importante para impactar positivamente a la población del país, teniendo presente que la función de formar y capacitar no es el fin en sí, sino la vía para impulsar las políticas de desarrollo social y laboral del país.