La evitable tragedia del 9 de Enero

El próximo 9 de Enero se cumple un aniversario más de aquella lamentable confrontación entre civiles y militares (1964), dándonos como resultado a más de una decena de civiles panameños y cuatro soldados norteamericanos muertos. Se han escrito bastantes atinados tomos por medio de testigos oculares e historiadores de ambas partes, así que me enfocaré en factores exógenos que llevaron a dos naciones amigas a enfrentarse.

La apresurada separación de Colombia y el leonino Tratado Hay-Bunau-Varilla (1903) generó múltiples malestares dentro de la ciudadanía panameña las décadas siguientes. Se pospuso una y otra vez lo inevitable; una violenta confrontación. Cada intento diplomático entre ambas naciones reducía positivamente el abismo diplomático hasta llevarnos al acuerdo presidencial Chiari-Kennedy, que entraría en efecto en enero de 1964.

El abrasivo tema, como el de la izada de las dos banderas conjuntamente había sido finamente resuelto entre las dos naciones, pero un mes y medio antes de su cristalización, Kennedy es asesinado. Panamá pasa nuevamente a un segundo plano, ya que Johnson se estrena en la Casa Blanca ante el intrincado tema de Vietnam, y las volátiles dos europeas, En enero primero (1964) el gobernador zonian Fleming opta no levantar ninguna de las dos banderas, contrario a lo pactado entre Kennedy y Chiari. A los nueve días Institutores marchan al Balboa High School a izar la nuestra.

Nuestra nación fue creada, lamentablemente, gracias a un capricho norteamericano. Estados Unidos había entrado muy tarde en la carrera colonialista, liderada por las coronas europeas y del Japón. En 1904 se inician la obras canaleras y el grueso de los obreros manuales son negros, los reclutan en Barbados, mientras que a los supervisores fueron usualmente rednecks del sur norteamericano, donde era permisible el maltrato del blanco al negro desde el fraude electoral de 1876. Traen con ellos esas costumbres racistas y la elasticidad de esa ley compromiso 1877 (un chupete infantil para los derrotados Confederados de la Guerra Civil) que permitía el racismo que ahora incluye a los Panameños como non-whites en 1904. He aquí donde conocemos, de primera mano, el infame gold roll/silver roll.

En fin, se descarrila un buen acuerdo entre las dos naciones, A la misma vez, el Canal deja de ser el vital recurso que era originalmente para los norteamericanos avizorados en 1904 debido a los avances en otras tecnologías de transporte, las autopistas, ferroviarias y aéreas dentro de Estados Unidos. Aunado a esas realidades, lo lamentable es que el 9 de enero de 1964 fue el detonante para acelerar un acuerdo binacional que reemplazaría el de 1903 y terminamos en 1977 con uno aún por definir si fue el mejor para Panamá o no.

Del rey Salomón estar vivo, nos repetiría la máxima de que hay tres daltónicas verdades en nuestro ethos y pathos: “la mía, la tuya y la mera verdad”. Esta última fue la más traicionada el 9 de enero de 1964. Aunado a eso, nada le devolverá plena alegría a los descendientes de los estudiantes ni a las viudas de los soldados gringos asesinados ese día.