Encrucijada de la industria minera en Panamá

Los intereses de la industria minera van en aumento con sus tentadoras ofertas económicas, que son el medio de difusión y devastadora forma de transformación del capital que afecta nuestros ecosistemas, a pesar de que la sociedad industrial augure riquezas y sostenibilidad a través de la explotación de este recurso.

Se despliega una llamativa campaña de difusión que intenta hacer creer que la actividad beneficia a la sociedad con oportunidades de generación de empleos y mejores ingresos de retorno al país.

El engranaje de la actividad moviliza a profesionales y obreros sin estudios, que realizarán los más diversos oficios; el recurso económico es de gran importancia en diferentes aspectos, circula el poder adquisitivo, cambian los patrones de consumo y la estabilidad de la entrada económica local, migración local en búsqueda de la oferta de trabajo.

El Gobierno recibe más tributos de la clase trabajadora finalmente, la movilización directa e indirecta de recursos materiales lleva a la construcción de infraestructura de servicios, de nuevos centros poblados y de plantas industriales en los más recónditos lugares del país, donde por lo general existen la pobreza y ausencia del Estado.

Las características culturales de las sociedades campesinas panameña, en las zonas donde se ubica gran parte de la industria minera y dada la gama de recursos que mueven la minería como avance de la sociedad industrial, delimita espacios de encuentro cultural, económico, ambiental y social que definen una compleja correlación entre el hombre y el espacio, desde el punto de vista geográfico que lo rodea.

El objetivo, desde el punto de vista geográfico, es identificar los componentes que dan la dinámica a cada uno de los espacios con miras al desarrollo local y de la industria que lo desarrolla.

En este tipo de explotación no se debe olvidar gestionar a través de las autoridades competente, como lo es MiAmbiente , y realizar el estudio como ejecución para mitigar los efectos nocivos que generan en consecuencia a la actividad minera en las regiones donde realizan las extracciones.

Por tanto, pensando en mitigar el impacto ocasionado por la extracción y explotación de los minerales, preocuparnos por resarcir el daño al ambiente se incluye dentro de este plan los perfiles epidemiológicos, psicológicos y el reconocimiento de su grado de vulnerabilidad dentro del desarrollo minero.

Se desplegó recientemente una lucha entre el Gobierno y una minera, en la que cada quien deseaba, como es natural, las mejores condiciones para su bando. Incluso la AMP suspendió el permiso para sacar por el Caribe el mineral a través de Punta Rincón, en el Caribe panameño. Ante esta disyuntiva, muchas personas expresaron, a través de las redes sociales, la conveniencia de que se cerrara la mina, alegando motivos ambientales. Obviamente la ecología es importante, pero la otra cara de la moneda, de que se cerrase la minera, es que muchas personas quedarían desempleadas y es cierto que en la mina se pagan buenos salarios. Y es aquí donde entra el papel de la mitigación.

En conclusión, generar avances económicos debe ir de la mano con una gestión responsable, tanto administrativa como responsabilidad social, cultural y ambiental. Por tanto, nuestra visualización desde nuestro punto de vista geográfico establecer los mejores consensos para evitar devastar y atender necesidades de nuestra población con orden y responsabilidad costo-país.