• 13/01/2022 00:00

Electricidad: recurso entre deseos y desafíos

“Necesitamos apostar a programas de electrificación rural masiva, tener la voluntad, atreverse y darse la oportunidad de un cambio de vida […]”

“Apagar la guaricha y encender el foco, un sueño que es posible alcanzar”.

La luz no es un lujo, es un recurso que todos merecen tener en los hogares, independientemente, del lugar donde vivan o estrato social al cual pertenecen. La electricidad da seguridad, comodidad, bienestar y, sobre todo, facilita las tareas cotidianas.

En la actualidad, la tecnología y los avances en temas de generación dan la oportunidad para tener luz, aunque se viva en el punto más recóndito del país, con lo cual se puede cerrar la brecha del servicio eléctrico.

Sin embargo, datos de la Secretaría Nacional de Energía indican que, en la actualidad en Panamá, aún el 6 % de la población carece de este servicio.

Esta entidad trabaja una estrategia de Estado para cerrar esta brecha para el año 2030, mediante objetivos de desarrollo sostenible, junto con el Programa de las Naciones Unidas (PNUD). Además de firmas de memorándum de entendimiento, para empoderar a las mujeres rurales que gestionen e instalen pequeños sistemas fotovoltaicos comunitarios, en áreas indígenas y rurales, un modelo que se ha replicado en más de 93 países.

Con diferentes alternativas, la matriz energética en Panamá se ha innovado, haciéndose más robusta y accesible a todos, se compone de generación renovable como hídrica, donde se utilizan sistemas de embalses o de pasada, generación eólica a través del viento, generación solar, con la cual se aprovecha el sol; biogás que se obtiene de residuos ganaderos y agroindustriales y de forma convencional gas natural, diésel y bunker.

No obstante, si queremos lograr electricidad para todos, con capacidad de pago, se necesita participación y voluntad comunitaria, ampliar los presupuestos, crear iniciativas público-privadas, romper paradigmas y aprovechar la tecnología y los recursos naturales (sol, viento y agua).

En lugares de difícil acceso, los paneles solares y los sistemas híbridos son la alternativa viable para llevar el recurso a los hogares, esto se logra con fondos económicos, trabajo en equipo, cooperación y liderazgo comunitario que al final nos convierte en un referente nacional.

Necesitamos apostar a programas de electrificación rural masiva, tener la voluntad, atreverse y darse la oportunidad de un cambio de vida, dejar de lado los mitos y miedos, sobre todo con la era digital que exige a los niños y adolescentes estudiar y formarse de la mano con la tecnología y para tal fin, es necesario tener también la luz a su disposición y así poder alcanzar la tan anhelada democracia energética.

Comunicadora social.
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