• 06/07/2021 14:15

Sobre las elecciones universitarias

Por sus relevancia, las elecciones universitarias son las más significativas, después de los comicios generales para elegir al presidente del país

El pasado miércoles 30 de junio de 2021, los reflectores del porvenir estaban puesto sobre la Universidad de Panamá, la cual era epicentro de las elecciones de autoridades universitarias. Cada cinco años, la familia universitaria debe elegir por medio del sufragio, quiénes serán sus autoridades, quiénes deben trazar la línea maestra del plan de trabajo. Por sus dimensiones y relevancia, estas son las elecciones más significativas, después de los comicios generales para elegir al presidente de la República y al resto de las autoridades de la Administración Pública.

No hay institución pública más democrática que nuestro centro de estudios superiores, donde sus miembros puedan decidir y determinar quiénes van a diseñar y elaborar sus políticas públicas y modelo de administración. Esto se debe a los principios de autonomía y co-gobierno, que pavimentan la Universidad de Panamá, emulando las reformas al Estatuto de la Universidad de Córdoba de 1918.

Estas elecciones se celebran en una coyuntura tan compleja e inédita como las crisis sanitaria y económica ocasionada por el SARS-COV-2, que generan el virus del COVID-19. A pesar del escenario dantesco, los universitarios se organizaron para tener una campaña donde las notas destacables serían: la convergencia de ideas, el respeto a disentir, el concierto de propuestas y las expresiones de los distintos sectores que condensa la universidad. Tanto el Campus Central y sus Facultades, como los Centros Regionales, Extensiones Universitarias y Programas Anexos participaron de esta cita con la democracia universitaria. Inconmensurable fue la presencia de los universitarios de todo el país en lugares como la Extensión Universitaria de Tortí, Soná, Arraiján y Aguadulce; como de los Programas Anexos de Ustupu, Portobelo, Guabal, Kankintú y Chilibre; sin contar la confluida citación de universitarios en los Centros Regionales de San Miguelito, Panamá Oeste y Colón: Esto era una fiesta democrática.

Más que otro torneo electoral, representó un halo de esperanza, de sentido de pertenencia, de identidad universitaria y de suscribir los valores democráticos que nuestro centro de estudios enarbola. Los estudiantes de cada unidad académica salieron de sus hogares, para expresar por medio de las urnas, quienes deberían ser las próximas autoridades, como un ejercicio del pensamiento crítico; los administrativos, bastión de la operatividad de nuestra universidad pública, gratuita y de calidad, tuvieron un gran porcentaje de participación, que representa el cariño institucional hacia la universidad; así como los docentes, que como sujetos de inspiración, dirigieron todos sus esfuerzos para acudir a los centros de votación.

La comunidad universitaria fue protagonista de un suceso revestido de democracia, y barnizado de conciencia, valentía y colaboración. Estas elecciones sirven para renovar los votos de conciencia crítica y de universidad con sentido social. La Universidad que, según Octavio Méndez Pereira, tenía el deber de ser “el milagro de la redención nacional”.

Felicitamos a toda la comunidad universitaria por su participación, así como aquellos que, por los resultados de las actas, resultaron ganadores del torneo, especialmente al profesor Eduardo Flores Castro en la rectoría; así como a los profesores Hernando Franco Muñoz como decano y Francisco Flores Villa como vice-decano en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas.

Luego de pasadas estas elecciones, ha llegado el momento de que las mujeres y hombres que conforman nuestra universidad apoyen de forma proactiva, en la generación de políticas públicas, en la participación firme en la vida universitaria, así como en la defensa y promoción de los principios fundamentales. La época donde, posterior a las elecciones, se regresaba a las aulas y a las oficinas, para desatenderse de la misión de nuestra institución, ya quedó extinta.

Este es el momento de seguir construyendo y sintiéndonos orgullosos de la Universidad de Panamá.

*El autor es directivo de la Revista Científica Social CONTACTO.
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