• 13/07/2024 23:00

El problema que se avecina en el mercado laboral

Estos seis meses son esenciales para hacer esas reformas y llevar los cambios que se requieren. De no actuar hoy, es posible que las condiciones laborales desmejoren en general, trayendo consigo dificultades para la gobernabilidad y, sobre todo, la imposibilidad de alcanzar la austeridad y buen manejo de las finanzas del Estado

El secreto a voces ha sido revelado. Por medio de las diferentes denuncias de los nuevos funcionarios en relación con las planillas y botellas, se ha confirmado la política del gobierno anterior de contratar personas para controlar el desempleo y evitar así mostrar el fracaso de sus políticas del mercado laboral y la situación económica.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), el desempleo en agosto de 2023 era de 7.4%, todavía por arriba de niveles prepandemia, y ante las promesas de mejorar las finanzas públicas y la austeridad, lo más probable es que esas relaciones laborales sean terminadas. Esto significa que la población desempleada va a aumentar nuevamente.

Un aumento del desempleo, sumado a una proyección de desaceleración económica, puede originar problemas sociales como delincuencia, aumento de la pobreza, caída en la recaudación tributaria, aumento de la demanda por servicios públicos, caída de los salarios, entre otros.

En consecuencia, la intervención del nuevo gobierno, con miras a mejorar el clima laboral, es de total urgencia. Si bien coincido con algunos expertos en temas laborales, en que para que vuelva la inversión hay que crear confianza, no podemos esperar a que esto suceda.

Se deben tomar medidas correctivas en el corto plazo, que busquen acabar con la alta burocracia, los trámites engorrosos, la protección de carreras, las barreras proteccionistas y costos de legalidad a fin de poder crear un incentivo para crear riqueza, abrir empresas y, sobre todo, formalizar el empleo, donde para agosto del año pasado la informalidad alcanzaba el 47.4 %, niveles que no se veían desde hace 10 años.

Si bien, la política pública de “mi primer empleo” que según declaraciones de la nueva ministra espera generar 1000 empleos juveniles para agosto, esto no es suficiente, porque de nada vale prometer un primer empleo cuando no hay empresas que los contraten, y mucho menos bajo condiciones favorables en términos laborales.

Por eso, debe existir una acción conjunta tanto del ministerio de Trabajo, Comercio e Industria, DGI, Ampyme y la empresa privada, a fin de poder detectar esas barreras que dificultan la creación de empresas, así como las barreras de la formalización. Se debe buscar simplificar, facilitar, y dar soporte técnico a los empresarios tanto pequeños como grandes, a fin de acabar con la competencia desleal, y tener reglas del juego claras e iguales para todos, a fin de eliminar los proteccionismos y dar paso a liberalizar los sectores económicos, teniendo como objetivo aumentar la competitividad y productividad, buscando elevar los salarios y el bienestar de vida de los panameños

Estos seis meses son esenciales para hacer esas reformas y llevar los cambios que se requieren. De no actuar hoy, es posible que las condiciones laborales desmejoren en general, trayendo consigo dificultades para la gobernabilidad y, sobre todo, la imposibilidad de alcanzar la austeridad y buen manejo de las finanzas del Estado, como se ha prometido.

El autor es economista
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