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- 17/11/2024 00:00
El Naza: fe, esperanza y caridad
Nazareno o Cristo Negro de Portobelo, no es un mito o tradición. Es el primer escalón para aprender el significado de fe, esperanza y caridad aplicándolo en las acciones cotidianas
Nazareno o Cristo Negro de Portobelo era una frase desconocida para ti, porque tus pensamientos estaban enfocados en los problemas que debías solucionar.
Algunas veces te detenías a reflexionar, pero el vacilón del día a día te agobiaba.
Zambullirse en tus tribulaciones estaba afectando tu salud mental y física.
Alguien te habló acerca de la peregrinación a la iglesia de San Felipe, donde se adora al Cristo Negro o Jesús Nazareno de Portobelo.
Recurrir a buscar una solución en el plano espiritual era perder el tiempo.
Estabas incrédulo, era ilógico para ti caminar aproximadamente 37 kilómetros desde Sabanitas hasta Portobelo para llegar a un templo y arrodillarte ante una imagen para pedirle ayuda.
Nimiedades, costumbres e idolatría, en tu mente se conjugaban estas palabras para describir esa situación.
Optar por ir, pedir un milagro como si estuvieras escogiendo los vestidos que llevarías en tu maleta para tu próximo viaje.
Pensabas metafóricamente ¡es como pasar por el autorrápido para comprar tu café favorito o simplemente teclear en tu celular los códigos para recibirlo en tu casa!
Empezaste a caminar y escuchar las vivencias de las personas que encontrabas en el camino, ellos alababan al Naza porque lograron salir de su abismo.
Reconocer el cansancio y la ansiedad de salir en las redes sociales. ¿Qué dirán de mí, mi prestigio? El deterioro de algunas infraestructuras que observabas en el trayecto, se convertía en discusiones internas ¿Qué hago yo aquí? Por otro lado, la caridad de los colonenses y foráneos al brindar agua y comida en diferentes puntos, de repente te acercaban a tu objetivo, llegar al templo.
Dominar la mente en ese momento era crucial pero, poco a poco, esas largas horas fueron adentrando en tus sentidos el significado de las palabras fe, esperanza y caridad.
Oír o escuchar, creer o desconfiar, seguir o regresar, cuestionamientos o soluciones lógicas. Al llegar a la iglesia, pensaste ¿quién será el famoso Naza? Te encontraste con la imagen de Jesús Nazareno de Portobelo, sus ojos, su vestido y los detalles de su anda, te hicieron exteriorizar tus frustraciones.
Navegar en el dolor y la alegría, experimentar las lágrimas corriendo por tu rostro fue como colocar tu pesada cruz ante él y salir del templo con otra perspectiva.
Al pasar los meses, poco a poco, fuiste aceptando la misericordia de él y convirtiéndote en un fiel creyente suyo. Cada año lo visitabas, aprendiste a tener fe, esperanza y caridad, porque recordabas a las personas samaritanas que compartieron anécdotas, agua y alimentos contigo. Ahora te arrodillabas ante él y ante Jesús Sacramentado para agradecer por la paz, el amor y la prosperidad que habías recibido en tu vida.
Momentos atesorados o lecciones aprendidas, pero nunca pensaste que después de tantos años, de ser un devoto fiel, ibas a olvidar todos los milagros que te concedió por no responder una súplica tuya. No obstante, poco a poco los acontecimientos suscitados te dieron la respuesta del porqué no contestó tus ruegos. Comprendiste su decisión, le pediste perdón y te preparaste para estar ante su presencia.
Evans, E. (2024, 15 de febrero). Artículo de Opinión: Déjame partir. La Estrella de Panamá.https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/dejame-partir-BA6121571).
Eclesiastés 3, 1-4: “Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el cielo; un tiempo para nacer y un tiempo para morir; un tiempo para plantar y un tiempo para arrancar lo plantado; un tiempo para matar y un tiempo para curar; un tiempo para destruir y un tiempo para edificar; un tiempo para llorar y un tiempo para reír; un tiempo para lamentarse y un tiempo para bailar”.
Saber escuchar y discernir permite evitar caer en el error de juzgar. Cuando veas a una persona realizando esta peregrinación o utilizando un vestido morado todos los días durante el mes de octubre, no te burles, pregúntate ¿cuál será su historia?
Actuar con prudencia y aceptar la misericordia del Padre, Hijo y Espíritu Santo nos ayuda a sanar el corazón de las heridas ocasionadas por las decisiones erróneas del pasado.
Nazareno o Cristo Negro de Portobelo, no es un mito o tradición. Es el primer escalón para aprender el significado de fe, esperanza y caridad aplicándolo en las acciones cotidianas.
Amar al prójimo como a ti mismo no es un cliché, es saber comprender a los demás.
Mantener nuestros sentidos atentos y desarrollar las habilidades blandas tan codiciadas en el mundo laboral.
Elige ser feliz, ese sentimiento nace dentro de ti, no lo recibes como una píldora; tú eres el encargado de, poco a poco, deleitarte de las bendiciones del Naza y la Santísima Trinidad en tu vida y compartirlas con las personas que amas.
“Qué expresión tiene tu rostro, se refleja la alegría y está rodeado de tanta hipocresía; es el Nazareno que te da consejos buenos, a quién, no mires a quién; dale la mano al caído y, si acaso bien malo ha sido, dale la mano también”. Canción: El Nazareno interpretada por Ismael Rivera.
Referencias: Evans, E. (2016, 19 de octubre). Artículo de Opinión: El Naza. La Estrella de Panamá. https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/161019/naz.
Evans, E. (2023, 18 de octubre). Artículo de Opinión: El silencio del Naza. La Estrella de Panamá. https://www.laestrella.com.pa/opinion/columnistas/silencio-naza-FMLE500027.
* El autor es docente