El inicio del final o el final del inicio

Tengo mis dudas de que el título del presente artículo sea el más apropiado para la coyuntura del momento. Tampoco es un juego de palabras, malabarismo lingüístico literario, o un palimpsesto en una acepción más amplia de la palabra. Por supuesto que jamás me jactaré de ser un politólogo, experto en ciencias políticas e ideológica o “todólogo”, sino un ciudadano que intenta escudriñar la realidad nacional.

Hoy frente a la pantalla de la computadora, anteriormente pluma, papel e ideas, haré un esfuerzo de trazar o realizar un bosquejo del instante crucial por el que atraviesa el país en la “recta final”, como dice en la jerga hípica que coloca la suerte en las extremidades y esfuerzo del equino en los últimos cien metros.

Nos encontramos atravesando el Rubicón o el Paso de las Termópilas, ambos eventos históricos de épocas antiguas, donde se jugaron el destino esos pueblos de tiempos remotos. Igual ocurre en este periodo en que se debate el presente y futuro inmediato de la patria.

No hay vuelta de hoja atrás. La inconmensurable cantidad de extraordinaria y abundante hemorragia de tinta, propaganda falaz, generalmente; lenguaje procaz, diatribas y ofensas, acusaciones con o sin fundamentos, en la mayoría de las ocasiones, proferidas por los aspirantes a la silla presidencial del Palacio de las Garzas o San Felipe, ya está llegando a su fin. Como alguien señaló, “era un concurso de promesas y falsas ilusiones”, casi sin excepción.

Se observó un desfile de expresiones, en ciertas ocasiones músculos distendidos y rostros fríos e indiferentes, conceptos meramente abstractos o sin contenido específico alguno.

Muy pocos utilizaron el verbo justo, ecuánime, materia y capacidad de asuntos reales en los temas nacionales.

Es el comienzo o principio de una administración que culmina un periodo (inicio del final) que ya fenece o la conclusión de una etapa preliminar del comienzo (final del inicio) que empieza el quinto día del mes de mayo.

Fueron días intensos de saturación y bombardeo publicitario, aparte de caminatas, visitas, concentraciones, giras por comunidades y barrios, debates y otros tipos de eventos.

En fin, toda la parafernalia del mundo tecnológico, el TikTok, Instagram, YouTube, X y demás plataformas y herramientas digitales a parte de la Inteligencia Artificial (IA).

Ocho aspirantes al solio presidencial van al veredicto del pueblo y las urnas, en el ejercicio democrático del voto popular, al igual que otros cargos de elección.

Faltan escasas horas. Ni el oráculo de Delfos, podrá predecir el resultado de las elecciones, a pesar del supuesto favoritismo en las encuestas.

Nos queda el firme compromiso de participar en el libre juego de las opiniones e ir a ejercer el derecho ciudadano que nos otorga la Constitución Nacional.

Por encima de todo y ante todo que triunfe el país, los habitantes de esta nación y veamos un horizonte cercano de mejores días.