El cambio político en Panamá, José Raúl Mulino y las alternativas emergentes

El triunfo de José Raúl Mulino en las elecciones del 5 de mayo marca un cambio significativo en el panorama político de Panamá. Este resultado refleja un creciente descontento hacia los partidos tradicionales, como el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Partido Panameñista, así como hacia el no tan nuevo Cambio Democrático, fundado a finales del pasado milenio. Estos partidos han dominado la política panameña durante este milenio.

La victoria de Mulino indica un cambio en la preferencia de los votantes hacia figuras políticas más nuevas y posibles alternativas de solución a los intereses que reclama la población panameña.

La candidatura de Ricardo Lombana, respaldada por el partido MOCA, también es relevante y con extraordinarios resultados en estas elecciones. Esto refleja el desgaste en la popularidad y la confianza de los partidos antes mencionados. Y contribuye aún más al ocaso y posible desaparición de los partidos tradicionales en el panorama político de Panamá.

El papel de Martín Torrijos, expresidente de Panamá abanderado por el minoritario partido PP, fue crucial en este contexto. A pesar de participar con un partido pequeño y sin estructura a nivel nacional, y no logró asegurar la victoria en estas elecciones. Sin embargo, su gran liderazgo e influencia entre muchos electores lo impulsaron al tercer lugar de preferencia. Esto puede interpretarse como el fortalecimiento de su liderazgo y una señal de que podría crear otro partido más renovado con verdadera vocación torrijista, olvidándose definitivamente del casi extinto PRD.

En cuanto al movimiento Vamos, de Juan Diego Vásquez, su desempeño en las elecciones fueron indicativos del surgimiento de nuevas fuerzas políticas y alternativas a los partidos tradicionales. Al lograr obtener un respaldo significativo sin candidatura presidencial, lo que señaló un cambio rotundo en las preferencias de los votantes y una creciente demanda de nuevas opciones políticas en Panamá.

La participación masiva de los jóvenes en la política, no solo, ya es en las redes sociales, sino participativa como se vio en la elección de 20 diputados y otros cargos de elecciones populares con las banderas políticas de independientes, que refuerza esta tendencia.

Por otra parte, el desempeño de Zulay Rodríguez en las elecciones podría proporcionar información sobre la recepción de su mensaje político y su popularidad entre los votantes. Aunque no logró ganar las elecciones, el análisis de su desempeño en términos de votos obtenidos y porcentaje de apoyo puede revelar una percepción sobre su base de apoyo y la efectividad de su campaña.

Por último, el descalabro del PRD también podría reflejar desafíos internos dentro del partido, como divisiones internas, luchas de poder o problemas de liderazgo. Estos problemas internos pueden haber debilitado la capacidad del partido para movilizar a sus seguidores y presentar una plataforma política coherente y atractiva. Este resultado tiene importantes implicaciones para el PRD, ya que sugiere la necesidad de reformas internas y estrategias renovadas para reconstruir la confianza del electorado y recuperar la relevancia política a futuro.