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- 11/09/2024 00:00
Delon, un divo caído
Al inicio de la década de los sesenta, el conjunto de los grandes actores franceses que habían protagonizado los clásicos cinematográficos de la primera mitad del siglo XX, empezó a declinar o a desaparecer, como Jean Gabin, Jean Marais, Gerard Philipe (muerto en 1959), Yves Montand (el más longevo, quien falleció en 1991), entre otros.
Sin embargo, una nueva generación empezó a ocupar esos lugares con la aparición de nuevos directores como Lelouch, Vadim, Truffaut, Malle, Resnais o Godard.
Jóvenes que habían estudiado cine y teatro empezaron a estelarizar los filmes de aquellos realizadores de la Nueva Ola, un movimiento que cambió los paradigmas del séptimo arte francés. Nombres como Jean Louis Trintignant, Paul Belmondo, Gerard Depardieu y Alain Delon, cuyo nombre original fue Alain Fabien Maurice Marcel Delon Arnold y que había nacido en Sceaux, en la cuenca alta del río Sena.
Delon se inició en algunos filmes en Francia, luego de tener ofrecimientos en Estados Unidos con el productor Selznick. Una rubia peligrosa, Amoríos y Débiles mujeres tuvieron mucho éxito y le permitieron aparecer en papeles estelares en cintas icónicas como A pleno sol, de René Clement y también en Rocco y sus hermanos de Luchino Visconti. A partir de allí se inició una carrera en que protagonizó sobresalientes títulos.
Este nuevo actor tuvo algunos papeles memorables en cintas como El desierto de Antonioni, El diablo y los diez mandamientos, con un papel en un segmento y posteriormente apareció en Gran jugada en la Costa Azul, en la que se convirtió en productor, para asumir esta nueva función y convertirse en empresario. Esto le llevó a las grandes compañías productoras estadounidenses donde procuró impulsar la actividad fílmica.
Es así como aparece junto a las estrellas Ann Margret, Anthony Quinn, Claudia Cardinale, Dean Martin y pasa un tiempo en Estados Unidos donde debe luchar contra su acento afrancesado que le molesta para actuar con parlamentos en inglés. Luego, regresa a Francia e interpreta nuevos papeles junto a Lino Ventura, Brigitte Bardot y al estadounidense Charles Bronson, quien logra alcanzar celebridad en Europa.
En este retorno, Alain Delon logra ponerse bajo la conducción de notables directores como Melville, Louis Malle y Jack Cardiff, con quien trabaja junto a Mariane Faithfull en la película filmada en inglés La chica de la motocicleta.
En el inicio de la década de los setenta protagoniza varias cintas sobre el referente de los mafiosos. Aparece por tanto en El clan de los sicilianos, junto a Lino Ventura, en Borsalino coprotagonizada por Jean Paul Belmondo, que tuvo una secuencia en los años posteriores con Jean Gabin (Borsalino y compañía) y Círculo rojo en que comparte papeles con Yves Montand. También participa en El asesinato de Trosky, de Joseph Losey.
Desde allí se percibe su capacidad de intervenir en diferentes formatos de filmes y se le ve en temas diversos: románticos, suspenso y hasta en cintas que rozan los temas bélicos como en El otro señor Klein, que alcanza mucho éxito. Durante las dos últimas décadas del siglo XX estelariza importantes películas y siempre con célebres realizadores que le permiten ganar un gran reconocimiento internacional.
Un cambio se produjo en su vida al adquirir la nacionalidad suiza y mudarse a ese país vecino, donde reduce su actividad cinematográfica, pero tiene algún desenvolvimiento en el teatro, en proyectos para la televisión y trabajos basados en los dibujos animados en la famosa serie de Asterix.
Al morir hace unas semanas en su residencia en Suiza, había participado en casi setenta estrenos y, como empresario, se destacó por promover espectáculos hípicos, de boxeo, subastó su extensa colección de obras pictóricas e impulsó la industria del perfume con una franquicia que llevó su nombre.
Las defunciones de Trintignant y Belmondo le precedieron, y con el fallecimiento de Alain Delon se termina así, poco a poco, una crucial generación de actores franceses.