• 06/12/2024 00:00

La audacia como antídoto a la irrelevancia

La audacia implica seleccionar cuidadosamente en lugar de intentar abarcarlo todo. Es atreverse a explorar caminos menos convencionales, expresar ideas únicas y relevantes, y estar dispuesto a romper formatos para insertarse en las conversaciones que realmente importan

La audacia evoca riesgo, osadía e intrepidez, cualidades que, a simple vista, podrían parecer fuera de lugar en una estrategia empresarial o de marca. Sin embargo, en el escenario actual, marcado por la disrupción tecnológica y la aparición de la IA generativa, estas características pueden convertirse en una de las estrategias más seguras y efectivas. Nos encontramos en un contexto donde tres fenómenos clave —imprevisibilidad, hipersaturación y polarización— desafían a las empresas a mantenerse relevantes y a tomar decisiones con valentía.

La incapacidad de planificar con el mismo grado de certeza que hace algunos años y el agobio que supone la problemática de la economía de la atención sobrecargada, han llevado a un número preocupante de compañías a quedar atrapadas en la parálisis de la indecisión. McKinsey estima que una toma de decisiones ineficaz puede costar hasta 250 millones de dólares al año para una empresa global, y una toma de decisiones ineficaz es también la incapacidad de tomarlas.

Es en este escenario de volatilidad donde surge el mayor peligro de todos: la irrelevancia. En un entorno saturado, quedarse atrás significa desaparecer, y las marcas que optan por lo seguro corren el riesgo de ser ignoradas o, peor aún, de volverse blanco fácil de críticas. Aquí es donde entra la audacia, una cualidad que, aunque tradicionalmente asociada al riesgo, hoy ofrece una ruta de protección y diferenciación.

Pero ¿qué significa ser audaz en este contexto? La audacia implica seleccionar cuidadosamente en lugar de intentar abarcarlo todo. Es atreverse a explorar caminos menos convencionales, expresar ideas únicas y relevantes, y estar dispuesto a romper formatos para insertarse en las conversaciones que realmente importan. Esto no significa saltar sin red, sino trabajar sobre lo ya existente, gestionar riesgos con visión estratégica, y conectar el mensaje de forma visual y verbal para asegurar su resonancia.

Raymond Loewy, el legendario diseñador industrial, lo resumió bien con el concepto de MAYA, “Most Advanced Yet Acceptable”: una idea que se sitúa al límite de lo aceptable, ni demasiado conocida ni completamente incomprendida. En tiempos pasados, esconderse, esperar o seguir el camino transitado eran opciones viables; hoy, en cambio, esa comodidad resulta inalcanzable. En este nuevo contexto, la audacia se convierte, de manera paradójica, en el escudo más seguro contra la amenaza de volverse irrelevante.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones