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- 09/11/2020 00:00
COVID-19: al borde de regresar al confinamiento
La semana pasada me preguntaba si estábamos frente a la posibilidad de un repunte de casos de COVID-19 en el territorio nacional. Hoy, luego de hacer un análisis objetivo y serio de la situación nacional y mundial, concluyo que, en efecto, al igual que la mayoría de los demás países del planeta, estamos al inicio de un repunte de casos, con un potencial de colapsar nuestros servicios de salud, lo cual puede requerir, como han dicho las autoridades, volver al confinamiento gradual, asimétrico y progresivo, como ya lo están haciendo los países europeos. No es una aseveración alarmista, como afirman todavía algunas personas que no están convencidas de la gravedad de la epidemia, es una realidad y tenemos que enfrentarla con mucha responsabilidad individual y colectiva.
Para comenzar, démosle un vistazo a la situación mundial. De acuerdo con la OMS, en la última semana, se notificaron más de 3.3 millones de casos nuevos en todo el mundo. Al inicio de noviembre, se habían reportado casi 46 millones de casos y 1.2 millones de muertes en todo el mundo. La mayor aceleración de la incidencia de casos nuevos fue más notable en la región de Europa, que notificó la mitad de los casos nuevos a nivel mundial (más de 1.7 millones de casos, un aumento del 22 % con respecto a la semana anterior). Además, la región también notificó un aumento sustancial en el número de nuevas muertes (un aumento del 46 % en comparación con la semana anterior), y Europa y las Américas informan ahora cada una de más de 17 000 nuevas muertes en la última semana. Las Américas y las regiones del Mediterráneo Oriental también han visto aumentos relativamente menores en el número de casos notificados.
Nuestro país no escapa a esa nueva oleada de casos. No obstante, gracias al esfuerzo colectivo de la mayoría de la población y nuestro sistema de salud, nuestra situación dista de la que están padeciendo los europeos, pero no podemos descartar que, si nos descuidamos, terminaremos igual.
En ese sentido, por cuatro semanas consecutivas mostramos un ligero aumento de los casos acumulados por millón de habitantes, aumentando de 1057.4 casos la semana del 11/10 al 17/10, a 1171.9 la semana que terminó hoy; lo cual sugiere que estamos saliendo de la meseta para entrar en un ligero repunte de los casos. Constituye una clara señal de alarma, que obliga, como se ha señalado, a redoblar el esfuerzo institucional y la disciplina ciudadana, sobre todo ahora que se levantó la cuarentena dominical y se pueden visitar las playas y balnearios. Por otro lado, las defunciones reportadas semanalmente por millón de habitantes también mostraron, en el mismo período, un muy discreto aumento, pasando de 17.9 a 19.2, lo cual no es una buena noticia.
En el mismo período, realizamos 38 242 pruebas de laboratorio (9105.2 por millón de habitantes), que representan 10 000 pruebas menos que la semana anterior cuando sumamos 48 695. Es muy probable que este descenso sea consecuencia de las condiciones climatologías y la emergencia nacional producto de las lluvias que hemos enfrentado esta semana. Por otro lado, la positividad se ubicó en 12.8 %, muy lejos del 5 % que recomienda la OMS como indicador de que la epidemia está controlada.
Por otro lado, de acuerdo con el último informe de la OPS en Panamá, nuestros servicios de salud mantienen, por el momento, una disponibilidad de camas alrededor del 40 % y de ventiladores por encima del 60 %. A inicios de este mes, a nivel nacional, se tiene una ocupación del 51 % de las camas de hospitalización en sala, del 61 % de camas de UCI y semi-UCI y del 35 % de los ventiladores. Esta capacidad instalada disponible nos permitiría atender, hasta cierto nivel, los pacientes que requieran hospitalización. No obstante, los recursos humanos son los mismos y la posibilidad de la fatiga de nuestro personal es real. Ellos y ellas están desde el inicio sacrificándose y poniendo sus vidas y las de su familia en riesgo, para que nosotros podamos desfrutar de una libertad condicionada. Cumplamos con nuestra parte.
Finalmente, subrayo lo señalado en mi artículo previo sobre la posibilidad de este rebrote de casos de COVID-19. Aquí solo podemos salvarnos si cada uno cumple con las recomendaciones que conoce; en particular, el uso obligatorio de mascarillas al salir de casa, lavado frecuente de manos, uso de alcohol y gel alcoholado, pero, sobre todo, el distanciamiento físico, evitando las aglomeraciones. Por su parte, las instituciones de salud deben realizar más pruebas de laboratorio, incrementando de manera constante el número de pruebas diarias y fortaleciendo todas las actividades de los procesos de trazabilidad. Solo así se podrá detectar más personas contagiadas del virus, garantizar que los positivos sean aislados y sus contactos localizados y examinados, rompiendo con la cadena de transmisión del virus, pues las vacunas y mejores tratamientos no estarán disponibles antes del próximo año.