• 02/08/2023 00:00

La Ciudad Plateada

“No nos equivoquemos, el anciano puede estar limitado, pero fuerte en sus convicciones y ávido por ser parte de una sociedad activa y productiva”

Recientemente, leímos un excelente artículo del Dr. Jorge L. Prosperi R., sobre un plan de sostenibilidad para los ingresos del adulto mayor en este país.

Y anteriormente, otro artículo sobre el tema, donde mencionaba el Gabinete del Adulto Mayor, el cual pareciera que no se proyecta debidamente, y en el pasado, algunos programas, leyes y planes cubriendo beneficios y protección, al igual que ideas de centros diurnos, comedores, almuerzos a domicilio, pero nada en concreto. Ideas que se desvanecen en algunos tantos, y no llegan a prosperar debidamente, con un verdadero proyecto a nivel estatal sostenible.

En los países más avanzados hay excelente planes que podemos tomar como plan piloto y adaptarlos a Panamá.

Hoy, salió publicado un anuncio sobre una Ciudad de las Artes, lo cual constituye un excelente avance para la cultura de este país.

Pero, aunque la cultura, educación, salud, prosperidad, limpieza, salubridad, seguridad y otros tantos temas de vital importancia para una nación son vitales, ¿sobresalen ante la urgente necesidad de la vida, dignidad y honra de nuestros adultos mayores?

Porque no importan las leyes que se aprueben, o las iniciativas que algunas organizaciones impulsan, los adultos mayores siempre quedan rezagados y no son prioridad.

Así que, ¿por qué no considerar una CIUDAD DEL ADULTO MAYOR?

Lo hay de niños y de la salud, ¿por qué no de un grupo tan vulnerable y frágil como los abuelitos?, ¿que tanto aportan a un país con su sabiduría y experiencia, pero son constantemente olvidados, y abandonados a su propia suerte?

¿Es que piensan que ninguno va a llegar a esa edad?

Los afortunados que tienen ingresos económicos que les permitan una vida digna, con un seguro médico completo y fuentes de vida agradable no tienen ningún problema.

Pero aquellos que carecen de lo esencial, ¿a quién acuden?

No existe un hospital geriátrico, que debería haber uno en cada provincial ni centros adecuados para ancianos tanto diurnos como residenciales ni programas adecuados patrocinados por otros Gobiernos. Ni siquiera existen hospitales donde puedan llegar y ser atendidos con la prontitud que amerita su condición.

Tienen toda la esperanza puesta en Dios, y almas caritativas, pero necesitan cubrir sus necesidades básicas diarias. Aun los que tienen cierto ingreso, no alcanza para una vida digna.

Pregunto a todos los candidatos políticos en campaña…: ¿quién de ustedes ha pensado siquiera en este grupo? Porque no he visto absolutamente ningún plan ni mención de algún programa ni mucho menos a nivel de Estado sobre la gran importancia que adquiere cada día este grupo. Y lo que ha salido a la luz pública, se queda sin aportes.

Entonces... ¿Qué esperamos? ¿Seguir con la apatía de no atender a los abuelitos, porque ese no es su problema?

No, queridos ciudadanos, los adultos mayores son el eje de una nación. Fuente de sabiduría y experiencia. Donde se les debe todo el respeto y dignidad. Y, aun con sus debilidades y limitaciones, aportan la mayor parte del futuro de un país.

No nos equivoquemos, el anciano puede estar limitado, pero fuerte en sus convicciones y ávido por ser parte de una sociedad activa y productiva.

Entonces, volviendo al Proyecto CIUDAD DEL ADULTO MAYOR, vamos a proponer ideas realísticas. Vamos a involucrarnos, no se lo dejemos a otros. Está en nosotros dar el primer paso.

Hay mentes brillantes en Panamá, estudiantes que ansían promover ideas frescas, al igual que voluntarios que desean ser parte de programas activos para la comunidad, y contribuir en las estadísticas al ser parte de una solución en una nación, y no parte de un problema.

Decía el gran escritor san Agustín: “Somos ciudadanos del Cielo”... cumplamos con ese propósito y seamos dignos de este título... protejamos a los ancianos. Construyamos su futuro, no lo destruyamos. Ellos son nuestro tesoro más hermoso y loable.

Jóvenes, construyan su futuro ahora, no cuando sea demasiado tarde y lleguen a esa edad sin ningún apoyo.

Construyan, en esta generación, lo que más adelante va a ser su seguridad.

Ánimo, que esta vida se apaga vertiginosamente, aprovechemos el momento.

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