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- 07/05/2023 00:00
Cervantes en el siglo XXI (3): Las dificultades
Aunque parezca que son un solo libro, el primero y segundo tomo del Quijote, “El ingenioso hidalgo” y “El ingenioso caballero”, son dos libros que, a pesar de tener los mismos protagonistas, son bastante distintos es su estructura. Si bien las intenciones iniciales se mantienen, la literatura y la caballería siguen siendo el eje principal; y así, mientras que el primer tomo se concentra en la narrativa, la poesía y el pasado; en el segundo, nada se narra, todo ocurre y tiene como eje medular la teatralidad, el presente o sus puestas en escena.
Tal y como se ha dicho: en el primer tomo, el delirante manchego distorsiona la realidad, pero en el segundo, la realidad lo asalta con sus absurdos. Lo que no quiere decir que en el primer tomo no haya episodios surrealistas de realidad disparatada; sin embargo, en el segundo tomo vemos cómo la teatralidad se apodera de la escena. Se inicia en el encuentro con las “Cortes de la Muerte” (II, capítulo XI), para la celebración del Corpus en un pueblo vecino; continúa con las danzas dialogadas de la apoteósica celebración de las “Bodas del Rico Camacho con la Bella Quiteria” (II, capítulos XX y XXI), segmento que inspiró el ballet “Don Quijote”. La teatralidad incluye actos de magia y circo, además del frenesí del “castillo encantado”.
En su palacio, los duques, quienes ya conocen el primer tomo, al verlos llegar y para hacer burla de los héroes, escenifican las aventuras del asombrado caballero, estupefacto ante tanta realidad caballeresca apabullante (II, capítulos XXIX -LVII). En estos capítulos toda simulación posible se convierte en realidad, hasta confundir a sus humildes sirvientes, quienes no distinguen la realidad real de la fingida y asumen conductas insólitas. No se puede pasar por alto el episodio de la “Ínsula Barataria” (II, capítulos XLII - LIII) y el genial Gobierno que Sancho hace de la misma, en la cual un pueblo completo es reconvertido en escenario, para fingir que son una isla en tierra firme y que Sancho es su nuevo gobernador. El caballero de los espejos, el caballero del verde gabán, el caballero de la blanca luna, el mono adivino o la cabeza parlante representan otras pinceladas de las puestas en escena.
Estos procedimientos literarios de intertextualidades aparecen temprano en la literatura. Homero inicia la “Ilíada” en los últimos días del último año de la guerra de Troya y en ella se hace recuento, “flahsback”, de los relatos y causas mitológicas que desencadenaron tan catastrófico destino. En “Las mil y una noches” también se usa esa estructura de insertos y la Biblia, la compilación de géneros literarios más antigua que conocemos, contemporánea de la Ilíada, apela a los mismos recursos de interpolaciones.
Para internarse en la lectura de ambos tomos del célebre texto, lo primero que habría que tener en cuenta es no recomendar asumir los textos de un tirón. El ritmo de la lectura es distinto, se trata de un texto episódico y, como todo texto de aventuras, está diseñado para leerse por etapas. Por lo general, los talleres de lectura aplican la estrategia de unidades temáticas, por grupos de capítulos, según el asunto de que tratan.
Otro elemento de dificultad es lo que ocurre siempre con los clásicos, son sacralizados y sus textos se han vuelto intocables, hasta quedar llenos de arcaísmos semánticos, léxicos y sintácticos. Arcaísmos semánticos, porque, aunque exista el vocablo, su significado ha variado con el tiempo y resulta confuso dentro del contexto mencionado. En los arcaísmos léxicos, la forma de la palabra ha cambiado y no es reconocible dentro del contexto, también puede ser que el término haya desaparecido porque la realidad que menciona ya no exista. Los arcaísmos sintácticos consisten en el cambio de ordenamiento de las oraciones o frases, característico de formas retóricas anteriores, ya en desuso, y que hoy requerirían una lectura más pausada, minuciosa, en grupo y, preferiblemente, comentada. Se deben aprovechar los recursos tecnológicos de hoy, el Diccionario de Autoridades (RAE) es perfectamente accesible en los celulares y contiene el léxico necesario para disfrutar del aclamado texto.