Cacao, ‘el oro chocolate’, una opción para el agricultor panameño

Una muestra que tenemos y no aprovechamos en nuestro sector agropecuario es cambiar en función de producir para un mercado mayor que el nuestro, o sea, exportar utilizando los tratados de libre comercio (TLC) y también por tener el mayor hub logístico de Latinoamérica por el canal transístmico.

El cacao es una fruta que los españoles conocieron a su llegada. Así también conocieron la “papa andina” de Perú, el maíz de Natá, cultivos que se llevaron a todos los “rincones” del mundo. El letrado Gaspar de Espinosa, fundador de Natá, ordenado por Pedrarias Dávila para que recupera el “tesoro de Badajoz” escribió que en Natá había “mucha comida” y lo llamaban “el granero del reino”.

Según la Anati, nuestro país posee 7 millones 540 mil hectáreas; de esa cantidad, el 22 % son de las comarcas indígenas, bajo su respectiva ley que no permite venderlas, pero sí alquilarlas. Están distribuidas así: comarca Ngäbe -Buglé, 679.000; Emberá -Wounaan, 438.362; Guna Yala, 234.000; Madugandí, 230.000 y Wuargandí, 95.000. Según el último Censo de Población y Vivienda, en las diferentes comarcas viven 698.114 panameños.

La Cooperativa Cacaotera de Bocas del Toro fue muy reconocida por su producción para la exportación. Los registros encontrados de producción actual nos indican que solo están exportando 500 kilos de plantaciones en la comarca Ngäbe-Buglé en Chiriquí.

El cacao en grano, después de la pandemia, ha logrado precios jamás antes vistos, de 120 % de incremento. La tonelada métrica, que son 20 quintales en grano, se paga a $20.000 FOB, en Estados Unidos y Europa. Producido en Colombia, Ecuador, Brasil.

Los requerimientos de los países de clima templado de la producción de cacao es una oportunidad para nuestro Panamá, apoyado por el Gobierno Nacional, para que se puedan establecer plantaciones de cacao en las comarcas indígenas del país, financiados por el BDA. Esto bajo la condición de que las instituciones del sector público agropecuarias cuenten con el respectivo presupuesto de funcionamiento para poder cumplir esta importante misión de extensión agrícola, como lo establece la Ley 352 PADE en sus 15 artículos, referentes al Servicio de Extensión Agropecuaria. Igualmente, solicito apoyo de las instituciones internacionales como el IICA, BID y otras.

En el distrito de Santa Fe, provincia de Darién, en el corregimiento de Río Congo Arriba, utilizando la vía asfaltada de 15 kilómetros de Tortí a Platanilla, se llega a un sector donde alrededor de ocho ganaderos recibieron préstamos de varios bancos privados, garantizados con el título de sus propiedades que suman 3.000 hectáreas aproximadamente, mediante la figura del fideicomiso.

En esas áreas, las tierras y las condiciones agroclimatológicas, como otras, son aptas para ese cultivo que tiene la ventaja de tener mercado de alto consumo, sin poder producirlo, algo semejante al banano que es la fruta más consumida en Europa con 500 millones de consumidores y en Estados Unidos con 100 millones de consumidores. Nuestra condición de país tropical nos puede dar muchos beneficios.

No le des el pez al hombre, enséñalo a pescar.