• 01/02/2025 08:32

1902: Cooperación diplomática centro-sudamericana

La “diplomacia de las cañoneras”, una de las expresiones del imperialismo europeo del siglo XIX, no solo se evidenció en el Asia y en el África sino también en América Latina. Entre los varios incidentes que pudieran mencionarse destaca particularmente uno, el de Venezuela en los albores del siglo XX, que significó el coyuntural entendimiento de los Imperios británico y alemán tan solo doce años antes de la deflagración de la Gran Guerra que los enfrentaría como enemigos.

La posición de defensa continental e integracionismo de la cancillería del Perú la llevó a coordinar con Guatemala una línea de protección jurídica de la soberanía territorial y es así como unieron esfuerzos para apoyar oficiosamente a Venezuela en la disputa que sostenía con el entonces Imperio Alemán por reparaciones generadas por la guerra civil de 1898 que afectó a ciudadanos alemanes dedicados a la ganadería.

Durante la contienda fratricida, los rebeldes confiscaron o arrebataron tres mil ochocientas cabezas de ganado de las haciendas o ranchos administrados por germanos quienes valuaron sus pérdidas en seiscientos mil bolívares de la época (Archivo del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, Caja 510,file 5,doc.43,1902 y Nota Diplomática circular nro. 1001 del 12 de agosto de 1902).

Las cancillerías del Perú y de Guatemala volvieron a trabajar conjuntamente en apoyo oficioso a Venezuela cuando el Imperio Británico, aprovechando el desborde de pasiones de la guerra civil y el repliegue de las fuerzas gubernamentales, ocupó la isla de Patos arriando el pabellón venezolano e izando la “Union Jack” (MRE, Caja 510,file 5,doc.67,1902).

El canciller venezolano López Baraly remitió la Nota Diplomática nro. 1192 denunciando los hechos y expresando la disposición de su país al diálogo. El Imperio Alemán, por su parte, se manifestó irreductible en su pretensión de obtener una indemnización ascendente a seiscientos mil bolívares y no admitió el argumento venezolano de que el número de reses robadas fue menor ni que la deuda sería solo la mitad de lo exigido.

El 9 de diciembre de 1902, mientras que en el Lima y Caracas se conmemoraba un aniversario más de la victoria de Ayacucho (1824) que selló la libertad de Sudamérica del Imperio Español, la escuadra combinada de Gran Bretaña y del Imperio Alemán -quince navíos en total- atacaron el puerto de La Guaira capturando seis buques venezolanos, echando a pique dos más y canibalizando un tercero (MRE, Caja 510,file 5,doc.79,1902 y Nota Diplomática circular nro. 1445 del 10 de diciembre de 1902).

Los embajadores británico y alemán, además de otros diplomáticos europeos, se retiraron por el puerto de La Guaira temerosos de la ira popular. Al día siguiente, los buques germanos apresaron un vapor de guerra venezolano en Guanta al tiempo que los ingleses capturaban el “Bolívar” en la Isla Trinidad y lo incorporaban a su flota. Mientras tanto, los Jefes de las Legaciones peruana y guatemalteca recibieron indicaciones de permanecer en Caracas como gesto de apoyo al gobierno de Cipriano Castro.

El 13 de diciembre de ese año, los cruceros “Charybdis” y “Vineta”, británico y germano respectivamente, bombardearon Puerto Cabello destruyendo el edificio de la aduana y aterrorizando a la población (MRE, Caja 510,file 5,doc.83,1902 y Nota Diplomática circular nro. 1462 del 15 de diciembre de 1902).El 17 de enero de 1903, los cruceros germanos “Vineta”, “Falke” y “Panther” atacaron la fortaleza de San Carlos, ubicado en el paso conector entre el Golfo de Venezuela y el Lago de Maracaibo, e incendiaron el pueblo de San Carlos.

La acción costaría la vida de cuarenta civiles y provocó un centenar de heridos (Perozo, 2022).Ante la escalada de sucesos que terminarían por obligar a Venezuela a reconocer una deuda que no correspondía a la realidad, el Perú respondió a dos niveles, oficialmente expresó “que el Gobierno toma nota de la protesta y que ve con dolor que se haya tomado medidas tan extremas contra un país hermano”; oficiosamente contactó a Guatemala para articular reuniones con autoridades centroamericanas que generen un pronunciamiento político sobre lo acontecido.

Mediante Nota Diplomática circular nro. 1480 del 20 de diciembre de 1902, Venezuela comunicó que la flota británica conducida por el Vicealmirante Douglas ha bloqueado todos sus puertos impidiendo el comercio marítimo. Más tarde, ante el anuncio de que se saldará la deuda del ganado, la flota se trasladó a la Isla Trinidad (MRE, Caja 510,file 5,doc.85,1902). El Perú, exaltado por las afrentas que sufrió Venezuela y los resultados tardíos de sus acciones solidarias, se convenció que era necesario recoger en el derecho internacional de entonces, el resguardo jurídico de Latinoamérica.

El Primer Ministro británico que autorizó este atropello contra Venezuela fue David Balfour; años después, otro Primer Ministro del mismo apellido, llamado Arthur, sería el autor de la declaración que, por primera vez, anunció el apoyo británico al establecimiento de un “hogar nacional judío” en Palestina (1917). Anécdotas de la diplomacia.

*El autor es exembajador peruano

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