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- 18/06/2016 02:03
La basura, problema nacional
En otros tiempos a la ciudad de Panamá se le llamó ‘la tacita de oro ', no porque fueran de oro sus calles, sino por la limpieza y pulcritud con que se mantenían las mismas. Pocos recuerdan esa época. Hoy la llamaríamos ‘el gran tinaco ' por la inmundicia, cantidad de desperdicios que son tirados literalmente, sin ningún control en veredas, zaguanes y calles; convirtiéndolas en verdaderos criaderos de insectos, de alimañas; originando malos olores. ¡Qué vergüenza!
Hay quienes culpan exclusivamente a los pobladores de tanta inmundicia, pero estimo que esto nos ocurre porque en los últimos tiempos no existe una cultura de aseo en el panameño, en ninguna de las llamadas ‘escalas sociales '; seguramente porque nunca hemos contado con una entidad estatal responsable del tratamiento y manejo de los desperdicios orgánicos, de los restos inorgánicos o desechos de productos sintéticos y minerales ni de lo más peligroso y contaminante, como son los desechos sanitarios, compuestos por los desperdicios generados en hospitales y centros médicos, altamente tóxicos.
Tampoco cuenta la nueva generación de panameños con una educación orientada a no ensuciar, a depositar la basura en los recipientes colocados para ello.
Tenemos que reconocer, que la basura se ha convertido en un ‘negociado ' para los funcionarios de los municipios y de las capitales de provincia; que compran o alquilan servicios para la llamada recolección de la basura, tirando la basura en vertederos mal diseñados o sencillamente en sitios a ‘cielo abierto ' sin ningún control.
Necesitamos una ‘política de Estado ' dirigida a resolver de una sola vez este problema que se agrava cada día, responsabilizar a un ente del Gobierno, opino que amerita un ‘ministerio de la basura ', capaz de resolver a nivel nacional este problema que nos ahoga tanto en la capital, como en otras capitales de provincias. Basta de culpar a la gente de tirar la basura en lugares donde luego, va a parar a ríos y quebradas; el pueblo tiene que deshacerse de la basura no se la puede ‘comer '. No tiene alternativas, ¿qué otra cosa le queda?
Este nuevo ministerio debe ser dirigido por un ingeniero sanitario. Como mínimo, debe establecer el método más adecuado para que de forma rápida y precisa nuestra gente coloque su basura en los recipientes para este fin; luego sea recogida y llevada a centros de acopio, para que luego en camiones más grandes sea trasladada para su tratamiento; sea mediante métodos científicos de convertir la basura orgánica en combustible (biogás), reciclaje de los metales y vidrios. Incinerando mediante tecnología moderna los desechos hospitalarios, o talvez lo más práctico en las condiciones actuales; utilizar el ‘relleno sanitario ', eso sí de forma adecuada, utilizando terrenos arcillosos como manda la tecnología y compactando diariamente para evitar las filtraciones de sustancias tóxicas que contaminarían los suelos, las aguas subterráneas, ríos y quebradas.
Equipar a todo el personal involucrado en la recolección de la basura, con equipos de protección y de salud. Colocar los recipientes o tanques colectores similares a los de antes, mismos que, en tiempos de la DACA, en cada esquina de calle colocaban uno. Los vehículos transportadores de esos tanques colectores de basura son más pequeños, evitan tranques e incomodidades. Establecer un horario lo más apegado a la realidad para cada sector, los días de la semana en que pasarán los camiones colectores por los diferentes barrios. Tiene que ser un proyecto serio.
El Gobierno, cualquiera que sea, tiene que definir pronto a cuál institución le corresponderá el manejo de los desechos o basura de los pueblos y ciudades del país; establecer los preceptos mediante los cuales enfrentará este gravísimo problema que no solo nos agobia, sino que nos avergüenza.
Una vez establecidas las reglas del juego, lograr a través de planes escolares, charlas públicas, medios de comunicación, una campaña masiva de concientización dirigida a todos los panameños sin exclusiones, orientándonos para que ‘cada quien maneje el kilo de desperdicios o basura que todo ciudadano produce o genera diariamente '. Se podrán establecer penas por botar basura en sitios no autorizados o adecuados; castigar a quienes lanzan sus desperdicios en alcantarillas, desagües, ríos y quebradas. Solo entonces.
ESCRITOR, COMPOSITOR Y FOLCLORISTA.