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- 03/09/2024 09:07
- 02/09/2024 12:16
La denuncia de que unos niños de la comunidad amazónica awajún fueron agredidos por adultos, que los hicieron rodar sobre las hojas de unas plantas que producen dolor y urticaria, supuestamente en castigo por una “mala conducta”, ha generado polémica en Perú y el rechazo de las autoridades y organismos defensores de los derechos humanos.
Durante el último fin de semana se difundieron en redes sociales y medios locales unas imágenes en video en las que se ve que, al menos, dos niños fueron sometidos a esta agresión.
El activista awajún Euner Kajekui, quien denunció el caso, señaló este lunes en la emisora RPP que los hechos sucedieron en una comunidad de la provincia de Condorcanqui, en la región selvática de Amazonas, donde los menores fueron obligados a rodar sobre ortigas, plantas espinosas que producen una fuerte picazón, mientras lloraban y lanzaban gritos de dolor.
El activista indicó que, según algunas versiones que ha recibido, los niños habrían sido agredidos porque “presentaban comportamientos afeminados”, aunque agregó que otra versión asegura que se les acusaba de un robo.
“Ningún robo, ningún comportamiento afeminado debería ser sancionado de esta forma, porque ninguna violencia debería pasarse como cultura, ya que eso no aceptamos”, recalcó Kajekui.
El activista remarcó que “muchas veces, las creencias se quieren hacer pasar como acto cultural, como prácticas que los ancestros hacían”, pero aclaró que actualmente los jóvenes de su comunidad defienden que “las violencias no se deberían pasar como acto cultural”.
Kajekui también dijo que ha recibido información de que la comunidad donde se ha presentado este hecho está intentando denunciarlo, porque considera que está “traicionando” a su cultura por exponer el caso.
Tras la difusión de las imágenes, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) rechazó en la red social X esta forma de violencia y aseguró que está tomando medidas “para identificar el lugar de los hechos y a los posibles afectados, con el fin de intervenir y contribuir a su protección”.
“Rechazamos cualquier tipo de violencia contra nuestras niñas, niños y adolescentes”, enfatizó.
El Ministerio de Cultura señaló, por su parte, que “rechaza categóricamente cualquier forma de violencia física hacia niñas, niños y adolescentes y todo acto que atente contra sus derechos fundamentales y su dignidad”.
Agregó que el Viceministerio de Interculturalidad está coordinando con el MIMP y las autoridades competentes “para garantizar la protección de los niños, asegurando que todas las acciones se realicen con pertinencia cultural”.
Por su parte, la Defensoría del Pueblo exhortó “al respeto del interés superior del niño” y condenó “toda práctica que vulnere la integridad física o psicológica” de los menores.
Tras reafirmar su “compromiso de seguir trabajando por los pueblos indígenas, cuya problemática es invisibilizada”, la Defensoría exigió a la Policía y a la Fiscalía la “pronta identificación y detención de presuntos agresores”, y al MINP que brinde “atención integral y acompañamiento a niños y adolescentes afectados en la comunidad de Kigkis en Amazonas”.