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- 28/08/2024 18:30
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¡Que no! Estos no son ejercicios para ponerse voluminosa. Ese es el mito más común sobre el entrenamiento de fuerza. Debido a las diferencias hormonales, especialmente en la testosterona, las mujeres no desarrollamos grandes cantidades de masa muscular.
Lo que sí desarrolla una mujer que entrena fuerza es mejor postura, aumento en el metabolismo, mejor control del peso y más confianza, entre otros beneficios.
El entrenamiento de fuerza se centra en aumentar la capacidad de los músculos para levantar o mover peso. Se usan cargas altas y pocas repeticiones. Se gana masa muscular, se pierde grasa corporal. ¿Equipo? Pesas, bandas elásticas o el propio peso corporal.
En entrenamientos populares como CrossFit o entrenamiento de circuito se integra algo de trabajo de fuerza con resistencia muscular. Así los músculos también mejoran su capacidad para realizar esfuerzos prolongados. Son entrenamientos más dinámicos y se gana salud cardiorrespiratoria.
Según un artículo del University of Maryland School of Medicine, los 20 son el mejor momento para entrenar fuerza. Los músculos cuentan con mayor cantidad de fibra. Se mejora la composición corporal, aumenta la masa muscular magra y se reduce grasa corporal. Pero, no se desmotiven. ¡Hay excelentes ganancias para todas las edades!
A los 30 también se sube masa muscular y se baja la grasa corporal al entrenar. Además, mejora la densidad ósea. Y esto es crucial para prevenir la osteoporosis en el futuro. En mujeres de 40 años, un estudio publicado en el Journal of Strength and Conditioning Research indicó buenas mejoras en la fuerza funcional y la resistencia.
Mujeres de 50 años o más que entrenen fuerza reducen el riesgo de enfermedades crónicas, como la diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. También mejoran la salud ósea, la salud muscular y la movilidad.
De forma gradual. Principiantes pueden iniciar con ejercicios básicos: sentadillas, flexiones y planchas, usando el peso corporal. A medida que se gana confianza, incorporar pesas ligeras o bandas elásticas. Es ideal trabajar con un entrenador certificado. Será una guía para asegurar que se usa la técnica correcta y evitar lesiones.
Incorporar el entrenamiento de fuerza en la rutina puede transformar el cuerpo, la mente y la vida de una mujer. Es una inversión en bienestar que vale la pena explorar a cualquier edad.