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'La redistribución de las riquezas caracteriza a la economía boliviana'
- 13/07/2023 09:22
- 13/07/2023 09:22
¿Capitalismo o socialismo?, ¿izquierda o derecha?, ¿se esfuma el dólar de Bolivia?, sin titubeos responde a La Estrella de Panamá Carlos J. Suárez Cornejo, encargado de Negocio a.i., de la Embajada de Bolivia en Panamá. Con más de 15 años de experiencia en la diplomacia, el representante del país sudamericano establece las ventajas del sistema económico aplicado en su tierra natal. Elogia el crecimiento económico panameño, delinea virtudes del pueblo istmeño y hace una radiografía de las relaciones bilaterales entre Panamá y Bolivia.
Una pregunta difícil. Vivimos en un mundo capitalista, pero tenemos que entender que la redistribución de las riquezas que se hace en el mundo también tiene que llegar a los más pobres. La economía boliviana se ha caracterizado por la redistribución de las riquezas . El modelo económico social comunitario productivo que aplica el gobierno del presidente –Luis Alberto– Arce ha demostrado que la riqueza también tiene que llegar a los más pobres, tienen que darse esos recursos para que todos se beneficien de la riqueza y que todos tengan un crecimiento. La disminución de la pobreza en los últimos años en Bolivia ha demostrado que hemos sacado de la pobreza extrema a un gran porcentaje de la población. Hemos recuperado nuestros recursos naturales y se lo hemos dado al pueblo boliviano. El pueblo boliviano está disfrutando, desde los más ricos hasta los pobres, del beneficio del modelo económico social comunitario productivo que implementamos.
Obviamente, vivimos en un país de izquierda. Lo que queremos es igualdad entre las personas, pero no una igualdad en el sentido como lo ven los capitalistas: que se les quita. Nosotros vivimos bajo el concepto de vivir bien, pero el vivir bien no quiere decir vivir mejor, si no yo vivo bien porque tengo estas condiciones y mi nivel de vida me da para estas condiciones. A otros les dará otro nivel de vida. No quiero vivir bien en desmedro de usted o de cualquier otra persona, quiero vivir bien en la forma que a mí me parece que es vivir bien. Con una casa, un auto, otro querrá una mansión, un yate, pero todos sí podemos vivir bajo ese aspecto, sin competir, sin actuar en desmedro de otros... este sistema es el que funciona en Bolivia, el presidente Arce maneja el modelo económico, social comunitario y el vicepresidente –David– Choquehuanca nos ha dado una línea muy clara de lo que es el modelo de vivir bien. Lo hemos traído desde el año 2006 y es parte de la política.
La escasez del dólar no es un problema de Bolivia, es un problema del mundo. Evidentemente, todos los países hemos sufrido algo de este problema. Pero en Bolivia hemos aplicado ciertas medidas, hemos tenido créditos que están en la Asamblea para ser aprobados, hemos aprobado lo que se llama la ''Ley del oro' que le da facultad al banco central, hemos aplicado distintos mecanismos que van a permitir superar este problema. No es un problema que se soluciona en corto plazo, el ministro de Economía lo ha mencionado, es un problema que se va a solucionar paulatinamente en el mediano plazo y se está solucionando. La situación del dólar en Bolivia está casi superada, ya no hay esa necesidad que se decía que había antes, ya está superada y hoy ya estamos en una situación de relativa calma... Este no es un problema que se soluciona con una ley de la noche a la mañana, tiene que tener sus pasos y se va a implementar en el mediano plazo.
La corrupción es un flagelo con el que tenemos que luchar, no solamente los países y las autoridades, sino las personas, el ciudadano; es algo contra lo que tenemos que luchar todos y ser conscientes que el daño que se hace no es a la institución, es al pueblo; el pueblo es el que sufre, es por eso que creo que la mejor forma de evitar la corrupción es la formación de las personas, la educación que se les tiene que dar y en eso estamos trabajando. El presidente Arce ha sido muy claro en cuanto al mandato de cero tolerancia a la corrupción y cualquier acto de corrupción es sancionado de la forma más severa en el país.
Somos una de las reservas, si no es que la más grande del mundo de litio. Para nosotros el litio es una opción de desarrollo para nuestro país. Nuestro presidente ha sido muy claro, quiere dejar el país como un país industrializado, estamos industrializando el litio, pero hay que entender que es un recurso de los bolivianos y tiene que quedar en manos de los bolivianos. [En] todas las negociaciones que hacemos, invitamos a las empresas de los países, y los países que están interesados en esa relación de soberanía que necesita el Estado para darnos su tecnología en una relación de beneficio para ambas partes. Recientemente hemos suscrito acuerdos con empresas rusas y chinas, porque han presentado una licitación y han demostrado tener la capacidad, el conocimiento y los recursos para hacer esta inversión que es fuerte, pero sobre todo, entienden que están invirtiendo en una necesidad que el mundo va a tener a largo plazo. Ellos se han presentado junto con otras empresas, han presentado la mejor oferta seguramente, y el Ministerio de Hidrocarburo y Energía ha estado presente, ha hecho la evaluación y se ha adjudicado, seguramente, a quien tenía la mejor oferta, estamos seguros de que así ha sido.
No tenemos un censo en este momento, estamos en un proceso de registro de bolivianos en Panamá, lo hemos lanzado a través de la página web de la embajada. Estimamos que hay entre 1.500 y 2.000 bolivianos que residen aquí. Una población migrante que ha venido desde los años 90 y se ha establecido en Panamá; ahora son empresarios y trabajadores.
Bolivia es muy diversa, tenemos un Estado plurinacional y tenemos más de 36 nacionalidades, pero algo que caracteriza al pueblo boliviano es su cultura diversa, muy amplia, y aunque no lo crean, también tenemos una gastronomía dispersa que nos permite estar en todas las áreas, diversos tipos de alimentos, los picantes, los dulces, las sopas, el maíz, son cosas que el mundo no conoce, pero tenemos una gastronomía y alimentos muy saludables y amplios.
Algo que me gusta mucho del pueblo panameño es su amabilidad, su carisma. Yo en algún momento, cuando daba un discurso, les decía a los de la Cancillería: 'el pueblo panameño es muy gentil'. Cuando uno llega aquí y se pierde, no es ajeno que un panameño se detenga en plena carretera, pare su auto, lo oriente, lo ayude y le diga cómo encontrar el camino. Creo que la amabilidad y la justicia social que piden bolivianos y panameños es lo que nos une. Ambos somos gentiles, buscamos justicia y estabilidad. La amistad entre Bolivia y Panamá no es nueva, nosotros llevamos relaciones diplomáticas desde hace más de 80 años y esa amabilidad, esa interrelación nos ha llevado a concretar esa amistad.
Había estado ocasionalmente en tránsito, la primera impresión que uno tiene es el calor, pero no el calor del clima, sino el calor de su gente. Es increíble cómo me han recibido, con mucho cariño en todas las entidades que he estado. Creo que lo que más me ha marcado en mi tiempo aquí en Panamá es el calor de su gente y la amabilidad. Y sí, llama la atención el crecimiento que tiene Panamá. La economía de Panamá es algo que me ha sorprendido, digamos que cómo se dinamiza es un tema que realmente me asombra. He visitado diferentes lugares, y el movimiento de la economía aquí es totalmente diferente; esto me ha marcado mucho y espero aprenderlo más para llevarlo a Bolivia.
Al principio uno cree, y eso fue lo que me pasó a mí, que Panamá es el Canal de Panamá y la Zona Libre de Colón, eso es lo que uno conoce. Pero cuando uno llega, descubre que Panamá es mucho más que eso; o que por ejemplo, la Zona Libre no solamente es un centro de comercio, es un centro de interrelación cultural, amistad, negocios en cantidades que uno no había imaginado se mueven allí. Nosotros como Bolivia, justamente en esta semana (del 3 al 9 de julio), tengo una visita a la Zona Libre de Colón donde esperamos poder consolidar una relación entre el Estado boliviano y la Zona Libre. Estamos en ese intercambio de información de saber qué es posible y qué no es posible. Vemos que Panamá es mucho más. He estado en zonas como Panamá Pacífico y he quedado impresionado, el Metro que están sacando a diferentes zonas, he quedado impresionado con la inversión que hacen; pensar que hay un Metro que llega directo al aeropuerto, ver cómo ha crecido Panamá en su terminal 2 en el aeropuerto de Tocumen. Ver cómo los negocios florecen cada día en diferentes lugares, uno pasa por una calle y no hay negocio, y al día siguiente hay algo. Eso es lo que la gente no ve de Panamá y cuando uno está aquí y visita lugares como Paitilla, Costa del Este, se da cuenta del movimiento económico que hay en Panamá, no solo para la región sino para el mundo.
El común de la gente piensa que la diplomacia es cócteles, fiestas y andar hablando con todo el mundo, no. La diplomacia tiene su parte difícil. Muchos no lo saben, pero una negociación no se hace en un día, se hace en un periodo largo y eso implica incluso un esfuerzo físico. Fui negociador durante el periodo de las negociaciones del acuerdo entre la Unión Europea y la Comunidad Andina y eran jornadas extenuantes de 12 y 14 horas eso es parte de la diplomacia. Algunos creen que la diplomacia es de lunes a viernes con cócteles, pero no, es de lunes a domingo. Nunca dejo de ser representante diplomático, en ningún momento... Un aspecto sacrificado de la diplomacia es ese desarraigo de la familia y los amigos. Uno está afuera de su país mucho tiempo. Está la satisfacción de la experiencia, del conocimiento, de conocer otra cultura, nuevos amigos. Aquí en Panamá tengo nuevos amigos y me tratan como familia. El panameño me sorprende con la fiesta de cumpleaños, una invitación a cenar, a tomar un café, es lo lindo de esta experiencia, aunque el sacrificio es fuerte.