Proyecto del MOP y MiBus quiere llevar electromovilidad a ciudad de Panamá

Actualizado
  • 14/09/2023 00:00
Creado
  • 14/09/2023 00:00
Si es aprobado el anteproyecto para octubre, podría ser una realidad para 2026 e incluiría 57 buses eléctricos y la incorporación de áreas verdes en Tumba Muerto, desde Villa de las Fuentes hasta la Usma. Además, sería una solución definitiva para las inundaciones de Tumba Muerto y avenida México
Propuesta de intervención para la vía Tumba Muerto.

Se llama “Programa integral de electromovilidad y de aumento de la resiliencia de la infraestructura de transporte público de ciudad de Panamá” el anteproyecto del Ministerio de Obras Públicas (MOP), en colaboración con la empresa MiBus, que tiene un costo de $46 millones financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Fondo Verde del Clima (GCF, en inglés), una entidad creada por las Naciones Unidas en 2011 para hacer frente al cambio climático.

El proyecto tiene como finalidad mejorar la movilización de las personas con la puesta en marcha de buses eléctricos que circularán por la ciudad.

Los $46 millones son un préstamo dividido en $21 millones financiados por el GCF a cero intereses con una amortización de 30 años, y $25 millones financiados por el BID a un interés muy bajo.

Ahora mismo el anteproyecto está en la fase de diseño en su totalidad, tanto de la parte financiera como urbanística, fase en la que colabora el equipo técnico del BID con un equipo técnico nacional.

“Se espera que para octubre de 2023 el directorio del BID en Washington apruebe el proyecto, que luego tendrá que ser aprobado por el Gobierno Nacional”, dijo Julio Ayala, director de la oficina coordinadora de programa del MOP.

El proyecto tiene tres componentes: un componente de capacitación, tanto del personal de Mibus como del personal del MOP; un componente adquisitivo de los 57 buses eléctricos, que le corresponde a MiBus, que incluye también una adecuación por parte de esa entidad de los patios donde se van a estacionar y recargar los vehículos eléctricos; y un último componente que le compete únicamente al MOP y que es el llamado proyecto de “resiliencia”, un componente fundamental para la adecuación de la infraestructura de dos arterias importantes en la ciudad de Panamá: la vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto) y la avenida México en Calidonia.

Adecuaciones para evitar inundaciones, y transporte “verde”

El arquitecto Lizandro Madrid, subjefe ambiental del MOP, explicó que estos dos “puntos críticos” (la vía Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto) y la avenida México (en Calidonia) se ven inundados a menudo durante la temporada de lluvia como resultado de las precipitaciones particularmente abundantes, y es por eso que necesitan adecuaciones para que los buses eléctricos no terminen dañándose.

Madrid dijo que se contrataron ingenieros externos para evaluar el drenaje de esas vías y garantizar la eficiencia del proyecto. De ser aprobado este proyecto no solo ayudará a Panamá a cumplir con el objetivo de tener una flota de transporte público totalmente “verde” para 2030, sino que ayudaría a mejorar el aspecto de esas dos arterias principales y su funcionamiento. Ayala recordó que tanto el transporte público como el transporte de las instituciones gubernamentales (los 19 ministerios del país) tendrán vehículos eléctricos para principios de la próxima década.

Actualmente hay un solo bus eléctrico circulando por ciudad de Panamá, y es en Casco Viejo, y hay otros, aproximadamente 32, que MiBus tiene en Contraloría y en espera de aprobación, pero con otro fondo que no es el de este programa. En total sumarían 90 buses eléctricos. Ayala coincidió en que la gente está muy entusiasmada con este cambio a un transporte verde y que la gente que vive en el Casco lo recibió con agrado.

Como todo cambio es necesaria, sin embargo, una adecuación cónsona y acorde con los tiempos.

En la Tumba Muerto, la adecuación se hará particularmente en el tramo de Villa de las Fuentes, “a nivel de Cochez”, dijo Madrid. Ahí las lluvias que vienen bajando desde calle arriba se acumulan provocando charcos considerables, siendo ese el punto más bajo. “Por mucho que el MOP le haya hecho mantenimiento”, dijo Madrid, “el flujo de agua que baja es demasiado. Por eso se contrataron ingenieros externos que analizaron el proceso, llegando a una conclusión de cómo drenar esas aguas de manera más eficiente y que no produzcan inundaciones”.

Por otro lado, el área de avenida México es donde se van a destinar los patios de estacionamiento de los 57 buses. El problema ahí, dijo Madrid, es que una vez terminada la construcción de la cinta costera, esta quedó en un nivel levemente más alto, lo cual ha causado que el drenaje de la avenida México no fuera tan eficaz como antes. “Por eso se forma un río natural, que incide más con la marea alta”. Para resolver ese problema, el MOP tiene planes de construir un tanque de reserva subterráneo llamado “tanque de tormenta” a nivel de la cinta costera 3 e invisible a la vista (para que no afecte la estética), con el fin de que el agua se acumule ahí y se drene con una bomba cuando baje la marea. Se prevé que el mantenimiento del tanque sea responsabilidad de una entidad privada, que es la misma que actualmente está encargada del cuidado de toda la cinta costera.

Modificación arborizada

Gozarán de una modificación arborizada y mejora metropolitana gracias a este proyecto sobre todo los estudiantes capitalinos, dijo Ayala, ya que desde aproximadamente Villa de las Fuentes hasta la Universidad Santa María La Antigua (Usma), es donde se va a modificar la vía. “Es ahí donde hay mucho más impacto para todos los estudiantes que circulan desde la Tecnológica hasta la universidad, y a nosotros nos pareció que era un cambio bastante positivo”. La idea es que el peatón “camine con aceras más amplias y con algo de sombra”, reiteró Ayala.

Madrid añadió que el proyecto incluye también una ruta de ciclismo en ese mismo tramo de calle. En su totalidad, esa intervención urbanística en particular contempla aceras más amplias, áreas de sombra, bancos para sentarse y el uso de materiales innovadores como un pavimento permeable, para absorber mejor el agua producto de las fuertes precipitaciones durante la temporada húmeda.

“La idea es usar los fondos, aparte en la infraestructura de acueductos, también en sistemas pasivos como pavimentos que absorban el agua y áreas verdes” para así encontrar soluciones también en la naturaleza, dijo Madrid.

La inversión para la movilidad eléctrica suma un 56% del total y para el aumento de resiliencia e infraestructura en general un 41%, el restante es para asistencia técnica y demás.

“Si logramos que se apruebe el proyecto, este podría estar en funcionamiento para 2026”, subrayó Ayala.

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