Comercio ilícito de alimentos genera pérdidas anuales entre $30 mil y $50 mil millones

Actualizado
  • 23/06/2024 01:00
Creado
  • 22/06/2024 17:14

La directora General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweala, advirtió que el comercio ilícito de alimentos y el fraude alimentario ocasionan importantes consecuencias económicas a los comerciantes.

El líder de la organización internacional, que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países, alertó que estos problemas, según se estima, generan a nivel mundial unas pérdidas económicas anuales que oscilan entre $30.000 millones y $50.000 millones, sin contar las asociados al comercio ilícito de bebidas alcohólicas.

Señaló que las actividades ilícitas están muy extendidas en todos los continentes, y penetran en la mayoría de los sectores agroalimentarios, como los del aceite de oliva, la miel, los aceites esenciales, los vinos y las bebidas espirituosas.

Los datos se desprenden del informe “Comercio ilícito de alimentos y fraude alimentario” (Comercio ilícito de alimentos y fraude alimentario), publicado el 28 de mayo pasado, el cual reúne contribuciones de expertos de organizaciones internacionales y no gubernamentales, del sector privado y de la Secretaría de la OMC.

En sus observaciones, Okonjo-Iweala explicó la importancia de la participación de la OMC en esta conversación, y destacó su papel en el establecimiento de las disciplinas del comercio internacional y en la prevención de la “ley de la selva”. “La nivelación del terreno de juego debe abarcar la eliminación de todas las formas de comercio ilegal y actividades fraudulentas”, como los alimentos que no cumplen la reglamentación, los alimentos con etiquetas falsas, las mercancías falsificadas y los productos de contrabando, declaró.

En el informe, los autores exponen diversas estrategias para combatir el comercio ilícito de alimentos y el fraude alimentario, y reconocen que una respuesta completa requiere una combinación de medidas normativas, de exigencia de su cumplimiento, de cooperación de la industria y de educación de los consumidores.

También explican las medidas adoptadas por diversos organismos en estos ámbitos, y se hace énfasis en que una serie de Acuerdos de la OMC proporcione un conjunto eficaz de instrumentos que pueden contribuir a combatir el comercio ilícito.

Okonjo-Iweala destacó, por ejemplo, la importancia del Acuerdo sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC) de la OMC para regular las importaciones de alimentos sobre la base de técnicas científicas y de evaluación del riesgo y abordar las prácticas que puedan inducir un error.

Además subrayó que el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC puede facilitar las corrientes legales comerciales y ser un instrumento esencial para frenar la falsificación de alimentos y bebidas.

“Tenemos que aprovechar estos acuerdos, y en realidad todo el conjunto de instrumentos de la OMC, para combatir el comercio ilícito y el fraude alimentario”, afirmó.

El director general de la Alianza Transnacional, Jeffrey Hardy, por su parte, puso el acento en la “amplia gama de consecuencias negativas” que el comercio ilícito de alimentos tiene para las empresas, ya que puede entrañar pérdidas económicas de hasta medio billón de dólares. , si se tienen en cuenta los sectores de la pesca y las bebidas espirituosas.

Advirtió que, debido a la gran demanda de alimentos ya la creciente población mundial, el comercio ilícito de alimentos no hará más que intensificarse en un futuro próximo. “No se van a poder alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas a menos de que se realicen esfuerzos reales para reducir el comercio ilícito”, dijo.

La directora ejecutiva de la World Spirits Alliance (WSA), Helen Medina, hizo hincapié en la grave amenaza que enfrenta el sector de las bebidas espirituosas, ya que una botella de bebidas espirituosas, de cada cuatro, es objeto de comercio ilícito, principalmente mediante el contrabando, las actividades fraudulentas y la evasión fiscal.

Además, encomió las normas de la OMC que ayudan a combatir el problema, y también subrayó la disposición de la WSA para entablar conversaciones con la OMC y otras organizaciones sobre este tema, así como a contribuir a la educación de los consumidores. “Es importante que los consumidores comprendan que es fundamental castigar y prevenir el comercio ilícito medidas mediante estrictas de control y de aplicación”, afirmó.

El director General Adjunto, Jean-Marie Paugam, destacó que muchos acuerdos de la OMC menos conocidos tienen un papel fundamental que desempeñar en la lucha contra el fraude, como el de Valoración en Aduana y el de Inspección Previa a la Expedición.

También indicó que la apertura del comercio podía reducir los incentivos para el contrabando y el fraude. “La OMC nunca impide a ningún país reglamentar el comercio”, pero, añadió, “promover la liberalización del comercio también es un desincentivo para las actividades delictivas”.

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