Cultura, cívica y turismo

Actualizado
  • 11/01/2012 01:00
Creado
  • 11/01/2012 01:00
Sin duda alguna, la reciente selección de Panamá como el destino turístico número 1 del 2012 por el prestigioso diario The New York Time...

Sin duda alguna, la reciente selección de Panamá como el destino turístico número 1 del 2012 por el prestigioso diario The New York Times debe ser motivo de especial honra para todos los panameños. Sobre todo tomando en cuenta que la lista, que incluye 45 excepcionales domicilios, cuenta con sitios tradicionalmente aquilatados por sus encantos, escenarios y el buen gusto de sus anfitriones.

Se ha revelado el secreto y ya no somos del montón. La diferencia es que, convidados por curiosidad, nos lloverán más turistas que los torrenciales aguaceros de temporada, por lo que todos debemos asumir nuestra cuota de compromiso, velando por el cambio de malsanas actitudes hacia un patrón positivo.

Las modales no son otra cosa que una actitud refleja del entorno social donde el individuo se desarrolla, convive y pervive.

A guisa de ejemplo, al iniciar el trámite de pago a una cajera en un establecimiento, le sonreí amablemente deseándole buen día, sin respuesta alguna ni contacto visual.

Al efectuar el cobro, arrojó unas monedas sobre el mostrador. Desconozco, querido lector, cual hubiese sido su reacción. Yo, no permanecí callado. Inmediatamente emplacé al gerente llamándole la atención a él por la falta de su subalterno.

El código de honor de mi academia militar exigía no robar, mentir, hacer trampas o permitir que otro lo hiciera. La porción primordial de nuestro éxito en turismo depende de nuestra actitud y ejemplo. El uso de los buenos modales forma hábitos en el individuo, lo que hace al actuar de manera espontánea y dentro de los parámetros normales; dar las gracias, entre otras actitudes que le permitirán sentirse bien, seguro, hacerse la vida más afable y lograr la aceptación de las personas con quienes comparte.

Por otra parte, le facilitará controlarse y reprimir impulsos negativos como insultar o contestar en forma desagradable. Esto lo observamos exquisitamente en nuestros vecinos colombianos. ¡Nos toca ahora emularles! El Manual de Carreño, un compendio de urbanidad y buenas costumbres, sirvió como fundamento a un sinnúmero de generaciones de panameños. Aunque algunas de sus normas son consideradas obsoletas, bien valdría la pena aprovecharle como cartilla para inclusión en el currículum escolar istmeño.

De esta forma, nuestros coterráneos y visitantes jamás se quejarán del buen gusto de sus anfitriones y la permanencia de Panamá dentro de los mejores destinos turísticos mundiales estará asegurada. ¡Dignémonos como guía y ejemplo!

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