Citi prevé desafíos fiscales para Panamá en el corto plazo

Actualizado
  • 18/07/2024 02:11
Creado
  • 18/07/2024 00:55
Esteban Tamayo, economista principal de Citi, para Centroamérica y Países Andinos, dijo que el gobierno panameño debe mostrar un plan fiscal creíble y que muestre un ajuste rápido para mantener el grado de inversión

Aunque Panamá es considerado como uno de los países con el crecimiento económico más alto de la región, en los últimos años, enfrenta importantes retos fiscales en un futuro cercano, según las proyecciones de Citi Research, al cierre del primer semestre 2024.

“Panamá, posiblemente, aunque es la economía más desarrollada y todavía más rica (de la región), por decirlo así medido como PIB (Producto Interno Bruto) per cápita, posiblemente, es la que tiene la trayectoria más complicada en materia fiscal en el corto plazo”, afirmó este miércoles, 17 de mayo, Esteban Tamayo, economista principal de Citi, para Centroamérica y Países Andinos.

Tamayo destacó que contrario a República Dominicana donde no se habló de reforma tributaria durante el reciente proceso electoral, en Panamá, el tema de minería fue muy fuerte, pero no se abordó una cuestión que a su parecer es sumamente importante, y son los ingresos fiscales, siendo notoriamente un país de baja carga tributaria contra cualquier país de la región y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).

En Panamá “la carga de impuestos de renta tanto sobre empresas como personas naturales es relativamente baja y es el único país de la región en donde los ingresos no tributarios (...) son mayores a los tributarios. Entonces, la composición de los ingresos de Panamá entra como un tema de discusión cuando consideramos que la regla fiscal pide un déficit de 2% este año”, señaló.

El economista subrayó que para cumplir el déficit fiscal de 3%, el año pasado, se tuvo que modificar el calendario tributario, hacer una venta de activos de tierras al Canal de Panamá y hacer uso de recursos de una sola vez; y para cumplir con la regla fiscal este año se tiene que tomar una decisión presupuestal muy fuerte, casi de cuatro puntos del PIB.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), en un reciente informe, destacó que Panamá ha logrado avances significativos en la reducción de su déficit fiscal, que disminuyó del 10,0% en 2020 al 3,0% del PIB en 2023, en línea con las metas fiscales, aunque también con la ayuda de fuentes de ingresos extraordinarias.

Al mismo tiempo, recomendó al nuevo gobierno de Panamá, de alguna manera, no cumplir la regla fiscal, y buscar un déficit más bien del 4% en vez del 2% para no reducir tanto la inversión pública.

“Para alcanzar la meta de déficit fiscal del 2,0% del PIB en 2024 será necesaria una reducción excesivamente grande de la inversión pública. Un déficit fiscal del 4% del PIB en 2024 sería adecuado desde una perspectiva cíclica, evitando una compresión excesiva de la inversión y permitiendo un ajuste más gradual a la pérdida permanente de ingresos fiscales provenientes de minera”, señaló el Directorio Ejecutivo del FMI, en la consulta del Artículo IV con Panamá, publicada el pasado 27 de junio.

Insistió en que el objetivo de reducir el déficit fiscal a lo largo del tiempo hasta el 1,5% del PIB sigue siendo “adecuado”, porque si el déficit se mantiene en torno al 4% del PIB en los próximos años, no habrá una mayor reducción del coeficiente de deuda, lo que “dejará a las finanzas públicas vulnerables a nuevos shocks”.

“Para garantizar que la deuda pública siga una tendencia firme a la baja, la estrategia de finanzas públicas para 2025 debería contener un plan creíble de consolidación fiscal plurianual para reducir el déficit hasta el objetivo del 1,5% del PIB para 2027. Sin un plan creíble, el riesgo de nuevas rebajas de la calificación soberana es alto, lo que aumentaría los costos de financiamiento y exacerbaría una posible dinámica adversa de la deuda”, sentenció el FMI.

De acuerdo con el FMI, el déficit fiscal de Panamá disminuyó del 10,0% del PIB en 2020 al 3,0% en 2023, de acuerdo con la Ley de Responsabilidad Social y Fiscal.

Tamayo estimó que con el cierre de la mina, se prevé un crecimiento este año de 2,5% o 2,4%, que debe ser solo un efecto de un año porque la mina no tenía mucha proyección de crecimiento hacia adelante, pero se siente en todo caso en las cifras globales y en ese contexto “se hace difícil cumplir la regla en el corto plazo”.

En el mediano plazo, dijo que hay más gastos que el gobierno tiene que asumir por el fin de los recursos de la Seguridad Social para el pago de pensiones, lo cual se volverá un gasto recurrente del gobierno a partir del año entrante, aunque en su opinión, esa necesidad de gastos, se podría ver antes.

Con respecto a la mina, consideró que está en un segundo nivel de urgencia y, aunque ésta ha generado buenos ingresos fiscales, la cifra (de ingresos) que se percibía o se podría percibir no es suficiente para hacer ese ajuste fiscal. Incluso, si la mina empezara a operar mañana como lo hacía antes del cierre, no sería suficiente para evitar la discusión sobre ingresos fiscales, consideró.

A finales de marzo de 2024, tras el cierre de la mina de cobre de Donoso y el incremento de la deuda, la agencia calificadora Fitch Ratings degradó la calificación de Panamá a “BB+” desde “BBB-”, con perspectiva “estable” y le quitó el grado de inversión al país. Por lo tanto, ahora que el gobierno del presidente José Raúl Mulino está empezando su gestión, las calificadoras, particularmente Moody’s, están a la expectativa de un plan de ajuste fiscal.

Tamayo recordó que para efectos de reconsiderar un país con grado de inversión en general, el entendimiento es de dos de las tres grandes calificadoras y por ahora, hay dos que mantienen el grado de inversión (Moody´s y Standard & Poor’s) y una que lo degradó (Fitch Ratings), entonces, “no” se ha perdido esa calificación. Pero cuando la próxima baje su calificación se pierde el grado de inversión.

“Creo que el gobierno debe mostrar un plan (fiscal) que sea creíble, que muestre un ajuste rápido. Un ajuste rápido podría venir con cuestionamientos de que tan viable es. Entonces, estamos muy pendientes de lo que nos diga el gobierno. Yo esperaría que haya un pronunciamiento más claro en agosto (próximo)”, acotó.

PIB

En 2020, el PIB del país cayó un 17,7%, una caída mucho mayor que en otros países; en 2021 creció 15,3%, en 2022 aumentó 10,8% y en 2023 se incrementó 7,8%.

El FMI proyecta que el crecimiento del PIB de Panamá disminuya al 2,5% en 2024, en gran parte como resultado del cierre de la mina Cobre Panamá. La mina contribuyó, directa e indirectamente, con alrededor del 5% del PIB de Panamá.

Además es probable que el crecimiento en el sector no minero también se desacelere, ya que el fuerte repunte de la pandemia probablemente haya seguido su curso y Panamá enfrenta mayores costos de financiamiento.

Según el FMI, las perspectivas económicas a corto plazo están sujetas a un “alto grado de incertidumbre y el balance de riesgos se inclina a la baja”. Los riesgos clave incluyen la pérdida del grado de inversión, un mayor malestar social, las consecuencias del fin de la producción de cobre (incluidos los procedimientos de arbitraje internacional) y los riesgos externos, detalló.

A mediano plazo, el FMI espera que el PIB crezca alrededor del 4%, sujeto a una “incertidumbre considerable”, ya que es poco probable que la construcción y la inversión brinden el mismo apoyo que antes de la pandemia. Además, el margen para un aumento significativo de la relación empleo-población (que fue un importante motor del rápido crecimiento durante los años de auge) es “limitado”.

Por lo tanto, ”seguir atrayendo inversión extranjera directa (IED), mejorar la calidad de la educación y la gobernanza y reducir la proporción de empleo informal serán claves para fomentar la productividad laboral y el crecimiento”, apunta el organismo.

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