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- 02/09/2021 14:15
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Desde que la Organización Mundial de la Salud declaró la pandemia de coronavirus a mediados de marzo de 2020, la crisis ha afectado a las aseguradoras en distintos aspectos y al igual que en otras industrias, las ventas han caído de manera importante.
Al culminar el 2020, las primas del mercado de seguros cayeron 4.5%, respecto al periodo anterior, cuando la economía del país se contrajo casi 18%. Se reportó una disminución especialmente en los ramos de fianza y transporte, debido a que el comercio disminuyó. Por el contrario, se reportó un aumento en las primas de vida y salud.
Así lo revelan las cifras de la Asociación Panameña de Aseguradoras (Apadea) difundidas este martes 31 de agosto en el marco de un conversatorio organizado por Marsh Panamá titulado “Las Aseguradoras y su Panorama ante la covid-19”, que reunió a líderes del sector, donde se evaluaron los impactos de la pandemia en la industria y las tendencias 2021.
El presidente de la Apadea y CEO de Optima Compañía de Seguros, Arturo Sáenz, recordó que hasta antes de la pandemia del covid-19, las epidemias y pandemias estaban excluidas de las coberturas de salud, pero tras una serie de consultas por “unanimidad” se decidió renunciar a ello.
Y desde entonces, aunque todavía no se contaba con una vacuna y el virus golpeaba con fuerza la economía del país, el sector se ha mantenido pagando todas las reclamaciones de manera continua.
“La covid-19 realmente vino a cambiar el fondo de la economía en Panamá y por su puesto de la industria de seguros”, expresó, por su lado, el CEO de Internacional de Seguros, Mauricio de la Guardia.
Destacó que, a pesar de la contracción económica, el año pasado las personas decidieron mantener sus pólizas de vida y salud, conllevando a que las ventas de estos ramos en Panamá crecieran en 2020.
Desde el inicio de la pandemia hasta el 19 de agosto, las aseguradoras han pagado más de $111 millones en reclamaciones, según las estadísticas de la Apadea.
El año pasado bajaron los reclamos por procedimientos médicos electivos, ya que el Ministerio de Salud suspendió las cirugías no urgentes, permitiendo solo aquellas relacionadas con enfermedades cardíacas, respiratorias, accidentes y maternidad; lo que balanceó los reclamos por covid-19.
Con la apertura en 2021, sin embargo, las compañías presentan una combinación de reclamos entre los procedimientos médicos electivos pausados por las restricciones del Minsa que ahora se están retomando y los generados por la covid-19, por lo que se espera que la siniestralidad de este año sea alta.
Así, de los 111 millones de dólares en reclamaciones registrados hasta agosto 2021, $71 millones corresponden a reclamaciones de pólizas de vida, ya sea individual, colectiva y sobre todo de saldo deudor que garantizan los préstamos personales e hipotecarios que puedan tener los bancos con individuos.
Mientras que, en gastos de salud a la fecha, ya han pagado más de $29 millones 724 mil. Al segregar esta suma, el rubro número uno, son las hospitalizaciones con $18 millones 214 mil pagados en reclamaciones.
A este le sigue el rubro de cuidados intensivos, por $17 millones 773 mil y cuarto de urgencias, por $1 millón 719 mil; mientras que en los honorarios médicos están por alrededor de $1 millón 382 mil; gastos ambulatorios y otros servicios, por unos $634 mil.
De la Guardia dijo que algo curioso que van a evaluar en los próximos años es que a pesar de que la pandemia se relaciona con el año 2020, donde se dio el impacto más grande, las compañías de seguros no tuvieron tantas reclamaciones durante el 2020.
Según de la Guardia, lo anterior es explicado por el cierre de los hospitales para todos los procedimientos electivos, pues inicialmente el Ministerio de Salud solo permitía el ingreso a los hospitales de personas que tenían problemas respiratorios, cardíacos, accidentes y maternidad.
Para de la Guardia, eso significa que todos los procedimientos electivos que no se hicieron o que se dejaron de hacer durante ese año 2020, ahora en el 2021 que las restricciones ya se están relajando y que hay mucho más confianza sobre los sistemas médicos y las medidas de bioseguridad, se podrían incrementar.
Como panelistas, además de Sáenz y de la Guardia, también participó el CEO de ASSA, Ian Van Hoorde; y el CEO de Palig, José Antonio Eleta.
Durante el espacio, los panelistas reconocieron que con el avance del proceso de vacunación del país, especialmente la priorización de los adultos mayores en las etapas iniciales, se ha identificado una disminución en los reclamos por defunción y salud en esta población.
Es por ello que ahora uno de los temas que las aseguradoras deben evaluar es el requerimiento de que los clientes estén vacunados para mantener o emitir nuevas pólizas de salud y vida.
Enfáticos en que será una decisión de cada compañía, recalcan la importancia de que las personas sigan todas las medidas para preservar la salud, lo que incluye completar su esquema de inmunización.
Los panelistas mencionaron que le están dando seguimiento a la variante Delta y resaltaron que Panamá cuenta con las vacunas con mayor efectividad ante el virus, por lo que confían plenamente en el proceso de vacunación y exhortan a sus asegurados a inocularse, sobre todo porque ya, a nivel mundial, se está experimentando un tratamiento diferenciado entre quienes están vacunados y los que no, como facilidades para viajar y participación de eventos, entre otros.
Por otro lado, reconocieron los desafíos que la pandemia ha tenido en la salud mental de los asegurados, que derivó en cambios de hábitos y estrés. Esto ha llevado a algunas compañías a ofrecer, de manera virtual, atención psicológica para sobrellevar dichos efectos; lo que ha tenido una gran acogida y puede ser útil en diferentes momentos de la vida de los clientes.
Desde el 14 de marzo de 2020, la Apadea comunicó a todos los asegurados, corredores de Panamá que se iba cubrir todas las reclamaciones de salud ocasionadas por el virus covid-19, pese a que todavía “no había forma de evaluar cuánto iban a representar esos siniestros, porque lo que caracteriza a una pandemia es lo imprevisible y excepcional”, puntualizó Sáenz.