Gianna Woodruff se une a selecto grupo del deporte panameño

Gianna Woodruff sigue escribiendo su historia en el deporte panameño, luego de ganar la medalla de oro de los 400 con vallas de los Panamericanos, lo que la convirtió de paso, en la primera dama en lo más alto del podio continental.

Woodruff se hizo de la presea solo unos días después que lo hicieran William Duen y Donald Lee en dobles de bolos, uniéndose a los pesistas Carlos Chávez (1955) e Ildefonso Lee (1971) y al saltador Irving Saladino (2007).

De esta forma, Gianna se unió a un selecto grupo de féminas, que han ganado medallas en todos los juegos regionales en los que participa Panamá, desde que en 2016 inició su vínculo con el deporte istmeño.

En esa línea, ubicamos a los juegos Centroamericanos, Centroamericanos y del Caribe, Bolivarianos, Suramericanos y Panamericanos.

En ese pequeño círculo están: Eileen Coparropa (natación), Jesika Jiménez y Eileen Grench (esgrima), Carolena Carsten (taekwondo), Kristine Jiménez (judo) y Atheyna Bylon (boxeo).

Asimismo, fue la primera en su deporte en llegar a una final en unos juegos Olímpicos (Tokio 2021) y en un mundial (Oregón 2022), donde se ubicó en la séptima posición en ambas oportunidades.

El triunfo de la corredora de origen colonense se engrandece más, cuando se rebusca en la historia y aparecen poquísimos nombres de damas, que se han visto envueltas en la disputa de alguna medalla, principalmente, de oro.

Panamá ha obtenido en total 69 medallas (oro, plata y bronce) en la historia de los Panamericanos, y de ellas, solo 18 han sido logradas por mujeres, en una muestra de lo difícil que han sido estos juegos para nuestras representantes.

Es más, de las veintitrés preseas de platas obtenidas en diecinueve ediciones de esta competencia, solo dos han podido ubicarse en una segunda posición individualmente y cuatro de ellas en un relevo.

La más reciente fue la capitalina Atheyna Bylon, quien obtuvo plata en los 75 kilogramos de Santiago, y un poco más atrás su coterránea Eileen Coparropa, quien alcanzó esa medalla en la prueba de los 50 metros libres de Winnipeg 1999.

El relevo plateado se dio mucho antes, en los juegos de Chicago en 1959, cuando la cuarteta formada por las capitalinas Carlota Gooden, Loraine Dunn, Jean Holmes y Marcela Daniels, se ubicaron en el segundo lugar de los 4x100 metros.

Fue precisamente en los Panamericanos de Chicago donde habíamos ganado hasta ahora la mayor cantidad de medallas, cuando surgió una polémica que casi nos da una presea de plata o quizás de oro.

La velocista Carlota Gooden se hizo de la presea de bronce en los 60 metros planos en una reñida final, que obligó a los jueces a estudiar por más de una hora las fotos de la llegada.

Los jueces determinaron darle los dos primeros lugares a las estadounidenses Isabel Daniels y Bárbara Jones y el tercero a Gooden, aunque todas con el mismo tiempo de 7,4 segundos.

Coincidentemente, en los juegos de Chicago (1959) y Santiago (2023) no solo se obtuvieron la mayor cantidad de medallas (8), sino que fueron las damas las que más aportaron, con cinco en ambas ocasiones.

Ganar una presea de cualquier color es inmensamente difícil y para ello no solo se necesita una gran preparación, sino también contar con que las estrellas se alineen. Así es de dura, la situación.

Conforme la competencia se eleva de nivel, de igual forma lo hace el listón, por lo que obtener una presea de bronce en unos juegos como los Panamericanos, es tan valioso como si se lograra cualquiera de las otras dos.

Tal vez sea por ello, que las damas han podido llegar al podio apenas en siete de las diecinueve ediciones, aunque hay que anotar que en algunos juegos no se llevó representación femenina.

Al enumerar las féminas que han logrado capturar una medalla de bronce, citaré primero a las cinco que han llegado a la premiación en dos oportunidades, algo que entre las panameñas es toda una hazaña.

Mencionamos en esa dirección a Loraine Dunn y Eileen Coparropa, quienes además de una presea de plata, obtuvieron una de bronce. La primera, en los 200 metros planos de Sao Paulo 1963; y la segunda, en los 50 metros libres de Santo Domingo 2003.

Cierran la cortísima lista con bronces, la velocista Carlota Gooden y la esgrimista Estela Espino de Fowler, ambas de la capital, y la judoca veragüense Kristine Jiménez.

En 1959, Gooden obtuvo las suyas en los 60 metros y en el relevo 4x100, y Fowler en florete individual y por equipo, junto a las también capitalinas Marlene Worthington, Aura Ponce y Zonia Wage.

Ese año en Chicago se registró por segunda ocasión en la historia, la participación de féminas en la delegación panameña.

En tanto, que la veragüense Jiménez obtuvo las suyas en los 52 kilos de Lima 2019, y en los 57 kilogramos de Santiago.

Iniciamos el conteo con la polifacética capitalina Judith Caballero, la primera istmeña en obtener una presea al lograr bronce en el lanzamiento de la jabalina, en los primeros juegos Panamericanos de Buenos Aires en 1951.

Decimos que multifacética, porque Caballero –que también fue ciclista- obtuvo medalla en el baloncesto, pero en otros juegos regionales.

Después llegan la capitalina Jesika Jiménez (espada) y Eileen Grench (sable), quienes logran medalla de bronce en Santo Domingo 2003 y Guadalajara 2011, respectivamente.

Un aspecto importante en este recuento, es que precisamente fueron en los juegos de Santo Domingo y Guadalajara, donde las únicas preseas obtenidas por Panamá se dieron a manos exclusivamente de damas.

En los juegos de Lima 2019 se presenta la judoca Miryam Roper, además de Jiménez; y en Santiago 2023, la capitalina Lilian Cordones, nuevamente con Kristine; y la taekwondista Carolena Carsten.

Un detalle para cerrar. Grench, Carsten y Woodruff, nacidas en Estados Unidos, son de madres panameñas, mientras que Roper es de nacionalidad alemana y de padre panameño.