Panamá tuvo púgiles en antaño con talento mundial

Actualizado
  • 28/08/2023 00:00
Creado
  • 28/08/2023 00:00
Deportistas que podrían haber tenido la oportunidad de llegar a ser campeones, pero eran épocas muy difíciles y con muy pocas oportunidades
Rodolfo Francis (der.) fue un noqueador nato, pero de frágil quijada.

¿Recuerdan a los púgiles Pedro 'Manhattan Kid' Ortiz, Pedro Carvajal, Eugenio Hurtado, Rodolfo Francis y Reinaldo Hidalgo?

Es posible que no, porque fueron gladiadores entre los años 60 y finales de los 70, una época en la que el boxeo era casi que el 'pan nuestro de cada día' y la clase brotaba por doquier, pero algo alejados de estos tiempos.

Pues bien, más allá de que fueron excelentes boxeadores, técnicamente hablando, podrían haber tenido oportunidad titular y algunos de ellos, llegar a campeones mundiales, en opinión de conocedores.

Claro, siempre y cuando, en sus respectivas carreras, alguien les hubiera dado el 'empujoncito' adecuado.

Eugenio Hurtado (Der.), uno de los mejores estilistas de los 60, fue responsable del retiro del excampeón mundial Pascual Pérez.

“Creo que con el apoyo del licenciado Rodrigo Sánchez y del doctor Elías Córdova hubieran tenido oportunidad”, señaló el expresidente de la comisión capitalina de boxeo, Rogelio Pérez.

Sánchez y Córdova, en su momento, presidieron la Comisión de Boxeo de Panamá e igualmente, la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

No obstante, como bien lo señala Pérez y lo ratifica Miguel Prado, también expresidente de la Comibox, los boxeadores para ser clasificados debían tener un mínimo de 40 peleas celebradas, con un 80% de victorias.

Hay que recordar que, para esa época, el boxeo buscaba regularizarse y solo existían la Asociación y el Consejo Mundial de Boxeo (1963), ocho categorías y solo diez clasificados por organismo.

Reinaldo Hidalgo fue el primer retador de los plumas, pero nunca disputó un título del mundo.

Antes del 63, también eran considerados de la 'pequeña élite' pugilística, los clasificados por las comisiones atléticas de Estados Unidos, de algunos países europeos y de la revista estadounidense The Ring, con mucha injerencia en el tema.

Los criterios se fueron unificando con el tiempo y las listas de las diversas comisiones de boxeo pasaron a segundo plano, mientras las organizaciones internacionales tomaban mayor fuerza.

A partir de los años 70, tras la coronación de 'Panamá Al' Brown (1929) e Ismael Laguna (1965), Panamá tuvo múltiples campeones, aunque efímeros la mayoría de ellos.

El último, fue hace tanto tiempo y tan fugaz, que muy pocos recuerdan si fue 'invisible', 'sombra' o solo una 'efímera estrella'.

En efecto, Jezzrel Corrales se convirtió en monarca en abril de 2016, pero dieciocho meses después y con una exposición exitosa, pasó a las filas de los campeones que no han durado un suspiro.

Frente a estos, las coronaciones de Celestino Caballero y Anselmo Moreno, los más duraderos monarcas luego de Roberto Durán, Hilario Zapata y Eusebio Pedroza, se ven bastante añejas.

Con esta premisa, pregunto, los boxeadores mencionados al inicio de esta historia, ¿habrían obtenido títulos y hecho un mejor papel que los otros?

Hoy, solo podríamos especular, pero echemos un vistazo a sus carreras y opinen ustedes al respecto.

Cinco en lista

“Si hubieran tenido oportunidad y, en Panamá, de seguro hoy fueran excampeones mundiales”, señaló Pérez al hablar sobre Ortiz, Carvajal y Hurtado.

¿Y qué de 'Bebé' Francis y 'Hormiguita'?, le pregunté.

“A ambos, los campeones de esa época le tenían terror. En Puerto Rico y en Japón me lo confirmaron apoderados de esos países”, espetó.

Lo cierto es que estuvieron entre los primeros retadores de los pesos plumas, un poco antes de que aparecieran como figuras Rafael Ortega y Eusebio Pedroza, pero nunca llegaron.

Miguel Prado, miembro de la AMB, dijo que “si en los tiempos de Carvajal hubieran existido los pesos paja y mínimo, seguro que hubiera sido campeón mundial (porque) hacía las 112 libras con ropa, mojado y acabado de comer”.

“Manhattan Kid y Eugenio Hurtado se enfrentaron a los mejorcitos, locales e internacionales, y debieron estar clasificados, pero era la época, el momento”, destacó.

Y Francis y 'Hormiguita', ¿pudieron ser campeones?, le cuestioné.

“Sobretodo 'Hormiguita' Hidalgo, quien fue por muchos años el primer retador, pero su representante negoció esa posición y nunca lo enfrentó contra el campeón”, sostuvo.

“Francis era un gran pegador, pero débil de quijada. Tenía sus virtudes, pero no sé si le hubiera ganado al campeón mundial de la época”, señaló.

Algo de los púgiles

El colonense 'Manhattan Kid' Ortiz navegó en los tinglados entre 1958 y 1967 (18-10-3, 9 kos).

Se apoderó del título mosca vacante en su sexto pleito al vencer a Víctor Asprilla tres meses después de su debut, y tuvo su primer tropiezo casi un año después frente al capitalino Héctor Hicks.

En su carrera se marcan pleitos repetidos con púgiles locales y foráneos con quienes, en ocasiones dividió honores y en otras perdió, como fue el caso con Hicks.

Tal vez su más renombrado compromiso fue ante Ismael Laguna en 1962, quien lo venció por nocaut técnico en siete, cuando el 'Tigre' de Colón era toda una promesa.

Pedro Carvajal no hizo muchos encuentros entre 1960 y 1967 (14-12-1), pero dejó cimentada su clase, casi que desde el principio al coronarse monarca nacional de los moscas en su noveno encuentro en 1961.

Su primera pelea importante fue un año después en Cartagena, donde perdió por decisión frente al local Bernardo Caraballo.

Sin embargo, sus pleitos más nombrados fueron ante Eugenio Hurtado, a quien le ganó defendiendo el título y después empataron, y con Senén 'Pica Pica' Ríos, con quien dividió, perdiendo la faja en el segundo choque.

El capitalino Eugenio Hurtado apareció entre 1963 y 1971 (26-25-7, 9 kos), disputando infructuosamente apenas en su noveno pleito el cetro de las 112 libras frente a Pedro Carvajal, siete meses después de su debut.

Dos de sus resonantes victorias se registraron ante los argentinos Ernesto Miranda y Pascual Pérez (ex campeón mundial) en la capital panameña. Al primero por decisión y al segundo por nocaut técnico, pleito que significó el último para Pérez.

Los triunfos llevaron a Hurtado a catapultar su carrera, pero también a afrontar difíciles compromisos, como los realizados ante el argentino Horacio Accavallo, en el Luna Park bonaerense en 1964.

Hurtado no volvió a salir del país hasta dos años después de su segunda derrota frente a Accavallo, aunque mantuvo el ritmo de pelear casi todos los meses.

Luego está Reinaldo Hidalgo, un poco más cercano a estas épocas, ya que peleó entre 1973 y 1981 (24-6-1, 16 Kos).

En sus inicios tuvo récord de 15-0 y muchos pensaron que estaban frente a un futuro campeón mundial, hasta que tropezó con Rafael Ortega, quien lo noqueó en 1976.

Ese fue un año fatídico para 'Hormiguita' porque meses después, fue derrotado en un asalto por el noqueador del momento, Rodolfo 'Bebe' Francis.

Las cosas no parecieron mejorar en 1977, al encajar derrotas frente a su paisano Eusebio Pedroza y el texano Mike Ayala.

Sin embargo, tuvo importantes triunfos, entre ellos, ante Héctor Carrasquilla, que lo mantuvo en lo más alto de las listas mundiales, pero una noche fatídica fue noqueado por el casi debutante venezolano Alfredo Paiva y sus sueños se vinieron abajo.

Finalmente, el capitalino Rodolfo Francis no duró mucho en el boxeo rentado (1973-1980), lo que apenas le permitió un récord de 27-6, 23 kos.

Después de una seguidilla de 14 triunfos (12 Kos), apareció la 'Bestia negra' de los pesos plumas, Rafael Ortega, y le 'ensució' su inmaculado récord al vencerlo por decisión mayoritaria.

Esta derrota no fue óbice para que siguiera ascendiendo hasta que se encontró con Eusebio Pedroza, otro liquidador de pesos plumas, que lo venció por antes del límite.

Si bien tuvo otros encuentros, tres de ellos frente al colonense Julio César Pinilla, ya no fue el mismo tras la derrota ante Pedroza, que quizás, fue el principio del final de su carrera.

Panamá tuvo muchos gladiadores de grandes kilates y algunos, con posibilidades de estar en las listas y de disputar un cetro, pero eran épocas muy difíciles y con muy pocas oportunidades.

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