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Guillermo Jones, el monarca más pesado del pugilismo istmeño
- 06/02/2023 00:00
- 06/02/2023 00:00
Guillermo Jones fue un púgil que quedó debiéndole al boxeo istmeño, porque pudo dar más de lo que hizo o quizás fue uno de esos, que este difícil negocio le jugó una mala broma.
El larguirucho boxeador colonense daba sus primeros pasos en los cuadriláteros, pero no convencía del todo. Muy alto para la división en la que militaba y un poco torpe para aprovechar esa gran ventaja física que tenía.
Aún así y pese a todos los factores que pudieron serle adverso en un principio, se constituyó en uno de los mejores en las filas aficionadas, al convertirse en campeón Guantes de Oro y el primero en lograr una clasificación para asistir a unas olimpiadas.
Asimismo, fue el primer monarca panameño en una división tan pesada como la de los Cruceros, tras experimentar tres fracasos en pleitos titulares, aunque en dos de ellos empató.
Esta es parte de la historia de un inquieto joven colonense, que el boxeo sacó de las pandillas y lo convirtió en uno de los gladiadores más carismáticos que hemos tenido.
Alcanzó un cetro, cuando tal vez pudo lograr tres, y la única razón para explicar esto es que, muchas veces, el guion de nuestras historias no la escribimos nosotros, sino que ya está dictado.
En el campo aficionado llegó a conquistar dos títulos en los entonces afamados torneos Guantes de Oro y logró clasificar para asistir a las Olimpiadas de Barcelona en 1992, pero no subió al avión.
“Fue uno de los mejores boxeadores olímpicos de Panamá”, señaló el expresidente de la Federación de Boxeo, Mario Chang.
“Ha sido el único boxeador en ganar un evento clasificatorio para Juegos Olímpicos con miras a ir a Barcelona, pero no asistió porque el COP no lo incluyó en la delegación”, esbozó.
También recordó que fue campeón en el primer torneo Centroamericano de boxeo aficionado que se realizó en Colón, y en otro campeonato celebrado en Honduras.
Desde que salió de las filas aficionadas, Jones fue un material de tanta categoría, que fue reclutado por la cuadra Panaprom, del empresario Luis Spada.
Hilvanó más de veinte pleitos, con 13 nocauts consecutivos, en las filas profesionales antes de perder su condición de invicto en Caracas frente a Claude Noel, un púgil trinitario con un poco más de recorrido.
Ese 27 de septiembre de 1997 fue un día fatal para Panamá y todo el equipo de trabajo de Jones, quien estaba a las puertas de un pleito de título mundial en los mediano junior y, quizás, buscando sellar su récord, firmó ante Noel y le salió la 'criada respondona'.
Un poco antes había despachado a todo aquél que se le puso enfrente, ya fuera nuevo como él, como fue el caso de su paisano Antonio Ocasio, o veteranos de la talla del capitalino Eduardo 'Chita Ruiz' Rodríguez o el colombiano José Félix Hernández.
Sin embargo, don Luis Spada, un viejo zorro en las lides boxísticas, no perdió tiempo y en menos de lo que se viste una mosca, amarró el pleito de revancha con la gente de Noel.
El mismo se efectuó dos meses después en la Arena de Colón y Jones, que no dormía desde aquella fatídica noche venezolana, lo esperó en una esquina y lo despachó a los 1:05 minutos del primer asalto; es decir, antes de que el público tomara asiento en el otrora majestuoso gimnasio colonense.
Pero, aún faltaba un trecho enorme por recorrer, el más importante. De allí en adelante se inició el camino hacia un estrellato tardío, lleno de intrigas, falsas promesas y decisiones apresuradas.
Jones tropezó dos veces con la misma piedra de nombre Laurent Boudouani, un monarca francés que hizo su segunda y tercera defensa con el panameño en 1998, y con quien empató en el primer choque.
Fueron dos difíciles pleitos para ambos, pero en el segundo, el monarca se llevó una decisión mucho más amplia y con ello la posibilidad de coronarse.
Realmente Guillermo fue un púgil para ostentar más de un título mundial, más no fue así.
En ese sentido, Jones siente que su relación con el promotor norteamericano Don King le cerraron muchas puertas y con ello, la posibilidad de pelear por títulos del mundo.
“El problema fue que Don King tuvo problemas con muchos promotores y cuando llegué, ya tenía todas las puertas cerradas”, señaló Jones.
“No me daban oportunidades”, destacó.
El púgil panameño a quien el mundo boxístico veía como un campeón en el momento en que peleara por un título, tuvo que esperar cuatro años para volver a tener una oportunidad.
Esta se dio en el Reino Unido frente al campeón crucero de la Organización Mundial de Boxeo, el británico Johnny Nelson, con quien nuevamente empató tras doce disputados asaltos.
El vía crucis volvió a repetirse y el boxeador colonense no pudo calzarse los guantes por un buen tiempo.
“Nadie quería pelear y por ello no se me conseguía pelea”, dijo el llamado 'Felino', hoy de 50 años.
Tuvo que esperar seis años entre su último pleito titular y una nueva oportunidad, después de una serie de situaciones que le dificultaron seguir exitosamente su carrera.
La principal de ellas fue seguir atado a Don King.
Esa situación enrareció su carrera y lo hizo mucho más, cuando por fin alcanzó la victoria al vencer al alemán Firat Arslan y se hizo con la faja crucero de la AMB, el 27 de septiembre de 2008.
Solo peleó tres veces por el título a partir del año 2008. La primera fue dos años después (2010) y la tercera (2013), donde llegó como campeón en receso y apareció el fantasma del dopaje después del pleito, que fue declarado 'sin decisión'.
Debido a ello, la AMB suspendió por dos años al panameño.
“Lo del supuesto doping salió cuando iba a pelear por segunda vez con Denis Lébedev, que al final no se llevó a cabo por el supuesto dopaje que los rusos habían inventado”, señaló Jones.
“Luego me pusieron dos años de suspensión y después de cumplido un año me dijeron que había sido levantada, y que podía seguir peleando, pero en la categoría pesada y así lo hice”, añadió.
Jones siguió en el boxeo hasta el año 2021, tratando de lograr una nueva oportunidad titular, pero esta no llegó por lo que optó por retirarse.
“En casi cinco o seis años defendí tres veces mi título”, dijo Jones al tiempo que reflexionaba que eso le impidió sacarle un mayor provecho económico al cetro.
En la actualidad, tiene un negocio de comida y administra y entrena en un gimnasio en el sector de El Martillo, que acondicionó el municipio de San Miguelito.
Jones está tranquilo porque hizo lo que estuvo a su alcance para ser el mejor del mundo, aunque muchas veces tuvo que pelear contra los fantasmas que pululan en los alrededores de este mal llamado deporte.