“No dejo de oír a la gente pidiendo auxilio, su hilo de voz perdiéndose en la oscuridad y la silueta de un hombre en el techo de su coche alumbrada por...
Softbol femenino de Colón rememora frase: 'Cuna de campeones'
- 06/07/2021 00:00
- 06/07/2021 00:00
Colón es la reina del softbol femenino en Panamá. Acaba de ganar su tercer título de las últimas cuatro ediciones del torneo nacional, gracias a que cuenta con un grupo de mujeres experimentadas, disciplinadas y, sobre todo, llenas de amor propio.
Las reinas del softbol comenzaron su periplo en 2017, precisamente el año en que una empresa constructora entró al único estadio que tenían en la ciudad y, literalmente, lo desapareció.
Así es, derribó la cerca perimetral y le pasó una cuchilla a todo el terreno plano, donde hasta hacía poco se desarrollaban los torneos de barrios, de veteranos, de las costas, distritales y femeninos.
A partir de ese año, todo acabó. La idea de la constructora era hacer un nuevo coliseo, dentro del marco de los trabajos de reconstrucción de la ciudad de Colón y para el que se designaron $600 millones.
No obstante, todo fue parte de un mal chiste. Hoy, Colón está tan maltrecha como lo puede estar cualquier ciudad en guerra (guardando las distancias), con decenas de edificios condenados, otros tantos a punto de caerse y aguas negras por doquier.
En medio de esta promesa que dejó la administración de Juan Carlos Varela a Colón, también cayeron como efecto colateral los coliseos deportivos. Al hablar hoy de los estadios Roberto Mariano Bula y Jaime Vélez es mejor hacerlo en pasado, porque quizá nunca más se vuelva a saber de ellos.
Pese a ello, Any Ríos, Nuryalis 'Ani' Romero y Marta Corpas dejan el tema a un lado, porque para ellas y quizá para todas las campeonas, lo más importante es que una vez más hicieron frente a la adversidad y triunfaron.
Colón ganó el título en 2017, el mismo año en que el equipo de béisbol ganó el pendón de la categoría mayor; luego llegó el de 2019 y ahora el de 2021. En 2018 tropezaron con las santeñas y tuvieron que conformarse con el subcampeonato.
Las campeonas nacionales son: Lidia Hernández, Maricruz Góndola, Yuri Armuelles, Jabeth Castillo, Carolina Domínguez, Nuryalis Romero, Dayra Rodríguez, Any Ríos, Marta Corpas y Alida Guerrero.
Además, Nadia Corpas, Angelina Arrocha, Yarielis García, Brenda Guerrero y Nadishka Hall. Los directores fueron Alfonso Valdés y Jorge González.
Los títulos individuales los ganaron Lidia Hernández, campeona en efectividad; Any Ríos, segunda base y más valiosa; Isaura Velásquez, triples e impulsadas; Yarelis García, jardín derecho; y Nuryalis Romero, novata del año.
Hacer mucho con poco
“Nosotras con lo poco que tenemos, gracias a Dios, logramos hacer mucho”, señaló Any Ríos, estudiante de educación física de 21 años.
“Nos caracterizamos por ser un equipo aguerrido y que nunca bajó la cabeza, a pesar de que hubo momentos en que estuvimos abajo en el marcador, pero que llegado el momento, tuvo ese ánimo para sacar el resultado”, detalló.
La novena de Colón fue escogida tras realizarse un torneo selectivo, y se entrenaron por unas seis semanas antes de ir al nacional desarrollado en Los Santos.
“Este año se vio el buen desempeño de jugadoras muy jóvenes y eso es bueno, y esto sin quitarle méritos a las más experimentadas, quienes siempre hacen un buen trabajo”, expresó.
Any está en el equipo de Colón desde que frisaba los 14 años, y se siente muy satisfecha de todo el proceso que ha experimentado al ser testigo de la evolución técnica de su selección.
“Ha sido todo un proceso y hemos venido mejorando el nivel competitivo año tras año, lo que nos ha permitido estar en las primeras posiciones y ser campeonas en tres de los últimos cuatro torneos”, evaluó.
Otra que ha empezado desde muy pequeña es Ani Romero, receptora del equipo y escogida la novata del torneo nacional.
“Era la más pequeña del Nacional, casi recién cumplidos los 14 años, pero tuve un buen desempeño, y por eso me imagino que fui escogida como la novata del año”, dijo.
Ani, hija del expelotero colonense Rafael Romero, hijo, se calza los guantes desde muy pequeña, ya que jugó en el béisbol de pequeñas ligas, tanto de Colón como de Portobelo, de donde son sus padres.
Sin embargo, su gran anhelo es vestir algún día la camiseta de la selección nacional de fútbol, el deporte que más le apasiona y que practica casi que a la par del softbol.
Entre tanto, la lanzadora Marta Corpas sintió que el campeonato fue todo un desafío para la tropa colonense, que llegó con muchas cosas en contra, pero con el compromiso de defender el título obtenido en 2019.
“Nosotras tenemos nuestra forma de entrenamiento, sin mirar si otros equipos tuvieron mejores condiciones o estadios. Nos sentíamos conformes con lo que teníamos y en el trabajo hecho por los entrenadores, y así fuimos al torneo”, sostuvo.
Corpas fue utilizada primordialmente como cerradora, pero en el partido final le fue entregada la pelota para que lo iniciara.
“Ella es la lanzadora número uno de Colón y siempre depositaré mi confianza en ella”, señaló Alfonso Belén Valdés, director del equipo.
Preparación en un potrero
Colón se preparó prácticamente en un potrero, ubicado en donde alguna vez estuvo el estadio Jaime Vélez y que, por respeto a quien fuera uno de los mejores educadores físicos colonenses, casi que ya no mencionan su nombre.
“Nosotros hicimos una liga selectiva en el cuadro donde quedó el estadio Jaime Vélez, bueno, si se le puede llamar cuadro porque no lo es; es más bien un potrero”, aseveró Valdés.
“Un potrero donde forzosamente tuvimos que practicar a expensas de la lluvia, y que hubo que compartir con el béisbol infantil, el intermedio y el softbol masculino”, relató.
Otro de los problemas que se les presentó fue que la mayoría de las seleccionadas vive en las costas colonenses, por lo que fue difícil reunirlas siempre a todas, pero se logró.
Al cuestionarlo sobre el nivel del torneo nacional y el vía crucis que pasó la novena de Colón en comparación a otras provincias, Valdés fue muy directo.
“El nivel fue bueno y varios equipos presentaron jugadoras muy buenas, pero no me gusta comparar el aspecto de los entrenamientos, porque cada uno sabe cómo resolvió ese asunto”, precisó.
“Pero la verdad es que nosotros en Colón estamos mal en lo que respecta a lugares para desarrollar el deporte”, concluyó.