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- 10/11/2020 00:00
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Desde hace algunos años las prendas emblemáticas de la cultura local han pasado por una metamorfosis, en la cual creativos y diseñadores le han dado ese toque actual a cada uno de estos elementos. En este escenario, las nuevas tendencias de la moda son protagonistas, plasmadas en gorras, abrigos, calzado, e incluso en los cubrebocas.
Los involucrados en este renglón constatan que cada día los nacionales y extranjeros apuestan más por la compra de artículos que tengan impreso el arte representativo de la esencia panameña, pero que a la vez estén en boga o simplemente que puedan llevarlos con su vestimenta de uso diario.
En esa línea opera Paritilla, una marca que empezó como un homenaje familiar y con el fin de resaltar la diversidad de costumbres en el país. Su creadora, Melanie Espino, cuenta que para nombrar la marca se inspiró en este corregimiento ubicado en el distrito de Pocrí, provincia de Los Santos.
Paritilla traslada del campo a la ciudad el ADN de las raíces interioranas. En su última colección incluye a mujeres de todas las etnias existentes en Panamá.
Con respecto a su proceso creativo, detalla que utiliza pintura en acrílico para plasmar en bolsos y sombreros figuras hechas a mano. “Más adelante incorporaré otras prendas, no solo para el mercado femenino, sino para el masculino”.
En cuanto a los precios, oscilan entre los $15 y $25. “Si desean conocer mis artes pueden hacerlo a través @pari7illa”.
Por otro lado se encuentra Cutarrízate, una marca que nació desde hace seis años.
Elvis Serrano, su copropietario y artesano, señala que confecciona cutarras con plataforma, con mola tradicional y también pintadas. “Cutarrízate empezó por el gusto de mi esposa; ella quería unas cutarras de colores, y para ese entonces era un poco difícil conseguirlas en la ciudad, y nosotros viajamos hacia la región de Azuero y aprovechamos para adquirir unas”.
Fue entonces cuando se les ocurrió la idea de suplir esa demanda en la capital. “Quisimos que el mercado en la ciudad tuviera acceso a este producto. Entonces tratamos de innovar y traer esta pieza añadiendo un toque más innovador. En ese entonces nada más se utilizaban tonos neutros”.
Para captar la atención del público decidió, junto a su esposa, pintar las cutarras con diversos colores, haciéndolas así más llamativas. “Luego empezamos a contactar a otros artesanos que se dedicaban a la confección de cutarras y les llevamos las ideas; ellos las confeccionaban para ofrecer los modelos que tenemos actualmente”.
Luego de tres años de aprendizaje, el copropietario tomó la decisión de adentrarse en el mundo del calzado, tomando cursos para conocer las técnicas, y empezó a confeccionar las piezas.
Un hecho que aclara Serrano es que no fue el primero en confeccionar cutarras de colores; sin embargo, les dio ese toque creativo para que el calzado estuviera dentro de los estándares de la moda actual y que a su vez preservara su esencia cultural. “Recuerdo que hace un par de años estuvieron de moda las cutarras en plataforma y en ese momento se utilizaban mucho las molas. Nosotros fusionamos todo utilizando otros tipos de telas como tumba hombre, paruma, y jugamos con diferentes modelos para tratar de mantener la línea que nosotros como marca queremos mostrar”.
Cutarrízate ha colaborado con diseñadores internacionales a lo largo de su trayectoria; como resultado ha surgido una versión innovadora de la cutarra, donde junto a una diseñadora francesa lograron lanzar este calzado con materia prima de alta gama, un estilo que mezcla lo italiano con lo local, y como resultado originaron una cutarra-sandalia; propuesta que lanzaron en la Fashion Week Panamá.
“Esta colección lleva el nombre de 'Guerreros'. Nosotros trabajamos en un modelo específico en el que tratamos de mantener la línea de lo artesanal dando un producto de mucho mayor acabado y calidad”, explica.
Actualmente Cutarrízate trabaja por lote de producción debido a que el proceso les resulta más sencillo de esta manera; por ejemplo, en promedio Serrano se encarga junto a otros artesanos de hacer una producción de dos a cuatro docenas de cutarras en una semana. El tiempo que toma hacer de una o dos cutarras, tradicionalmente es un día, pero en el caso de Cutarrízate –que cuenta con herramientas que agilizan el proceso– puede tomar aproximadamente tres horas, para varios pares.
Para Serrano lo más importante es exponer la cultura panameña a través de sus piezas. “Mantener lo autóctono y dar a conocer el nombre de Panamá internacionalmente es nuestro objetivo. De hecho, estamos trabajando en una campaña que refuerza este aspecto”.
Por otro lado, se encuentran las obras de la diseñadora Verónica Ángel, quien a lo largo de su carrera se ha inspirado en la cultura panameña dándole un estilo diferente y bastante contemporáneo.
Ahora con la pandemia, Ángel ha pasado de diseñar ropa a ofrecer almohadas, portavasos y mascarillas para tratar de llegar a más personas y poder bajar el contacto con sus clientes.
“Queremos lanzar un producto que sea más accesible porque estoy festejando mi aniversario número seis. Los productos están disponibles en varios prints , entre ellos florales, diablos rojos, placas de autos, raspados. Todos estos estampados los he presentado en mis colecciones anteriores”.
En cuanto al precio de los portavasos comenta que es de $45 e incluye un set de cuatro; las almohadas tienen un costo de $120. Las mascarillas se adquieren en $20 y las que tienen bordados cuestan entre $25 y $30.
Para la diseñadora panameña, impulsar la cultura local es una gran satisfacción. “Me gusta que las personas se sientan identificadas y cómodas con las piezas que representan lo hermoso de nuestro país”.
El diseñador Jean Decort comenta que a través de sus diseños plasma en piezas cotidianas y personalizadas parte de la cultura afropanameña. “Antes estos atuendos solo se utilizaban el Día de la Etnia Negra, por eso decidí hacer prendas que se pudieran utilizar durante todo el año”.
El sello de su marca es transmitir ese sentido de pertenencia, que a donde sea que vaya la persona, pueda sentirse orgullosa de lo que luce.
El creativo considera que es importante que aquellos que pertenecen a la industria vean la moda como un medio para transmitir el mensaje de empoderamiento y orgullo afrodescendiente.
“Hay que cambiar la forma de ver nuestra herencia ancestral a través de este y otros sectores. Sé que podemos ser los guardianes para que no se pierdan las tradiciones”, remarca.
Con relación al precio de sus creaciones, detalla que en un inicio las personas no estaban dispuestas a pagar lo que hoy cuestan sus piezas; por ejemplo, una falda pintada está alrededor de $300, los cuadros en $500 y otros artículos impresos rondan los $30 y $45. “Ahora el público apuesta cada vez más por el producto nacional, y eso es bueno”.
Asimismo, la pintora y artista visual Melany Allen elabora piezas representativas de la cultura afropanameña. Sus diseños resaltan la identidad afro; dichas ilustraciones son plasmadas en suéteres, agendas y camisetas, que tienen un costo de entre $25 y $45.
Parte de objetivo es arraigar la identidad que caracteriza a la población panameña, y la forma en la que ha logrado captar esta esencia es mediante la exposición de las frases típicas y jergas utilizadas en el territorio nacional.
Allen comenta que nunca imaginó representar a través de su trabajo parte de la cultura nacional. “Considero que es una responsabilidad, no me da miedo, al contrario, me impulsa a seguir llevando a cada rincón lo bello de nuestras tradiciones”.