El barrio de Chualluma en Bolivia, es único en la ciudad de La Paz ya que todas sus paredes están pintadas de colores que resaltan los rostros de las cholas,...
- 16/06/2021 00:00
- 16/06/2021 00:00
En medio de una pandemia sin precedentes y acompañado por la virtualidad, el regreso a los lugares físicos se ha convertido en una opción atractiva para los trabajadores de empresas medianas o startups que requieren un espacio para llevar a cabo sus tareas de forma más productiva y crear alianzas con otros emprendedores. Es aquí que los espacios de coworking encuentran su reflector, y Panamá se ha destacado como un territorio de crecimiento para esta industria.
Pero el coworking no nació debido a la necesidad de contar con un lugar al que acudir cuando las oficinas habituales se encontraran cerradas, sino de una visión de trabajo en la que hubiera la unión y la colaboración entre diferentes actores, sin pertenecer necesariamente a una misma compañía, y con total independencia.
Como antecedente se encuentra el espacio C-Base en Berlín, Alemania. Fue creado en la década de 1990 por una organización de ingenieros informáticos para compartir recursos y conocimientos, pero no fue hasta 2005 que se desarrolló el primer espacio real de esta tendencia, el San Francisco Working Space, ubicado en California y fundado por Brad Neuberg.
La industria ha sido valorada en más de $8,14 mil millones globalmente hasta 2021, y se espera que aumente hasta $13,03 mil millones en 2025 con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés) del 12%, según recopila el 'Informe de mercado global de espacios de trabajo compartido 2021: crecimiento y cambio de covid-19 hasta 2030' publicado este año a través del sitio especializado researchanmarkets.com.
Latinoamérica se posiciona con México (508 espacios), Brasil (393 espacios) y Colombia (282 espacios) como el cuarto mercado internacional de auge del coworking, mientras que el líder es Estados Unidos con 3 mil 700 espacios compartidos en el país hasta 2020, según detalló el informe.
En Panamá, el auge de los espacios de coworking se ha disparado en la última década, siendo Panamá Coworking Center un fruto de esta industria, fundada por el empresario Paul Soucy en 2015.
Para Soucy, al fundar el centro de coworking el objetivo era adaptar un espacio laboral a las necesidades de los trabajadores independientes y las corporaciones: “El mundo ha cambiado muchísimo, y ahora el espacio físico donde tú laboras tiene que brindarte no solamente las comodidades y las herramientas de trabajo, sino el contacto humano con las personas, y ese es nuestro enfoque, brindar un viaje al consumidor más natural”.
Actualmente, el Panamá Coworking Center posee dos sucursales, en Obarrio y en Costa del Este, respectivamente, donde más de 100 personas pueden laborar en espacios con privacidad, herramientas y sin distracciones durante el día.
El sitio creado por Soucy se basa en cuatro pilares: la atención al cliente, la tecnología, la sostenibilidad y la colaboración con el entorno.
“Durante la pandemia, la necesidad de contacto humano se incrementó y eso lo vivimos desde los hogares hasta las empresas”, comentó Soucy, “por lo que el espacio de coworking es importante para aliviar la carga de estar en un mismo entorno todos los días; te ayuda con la productividad y te da un espacio de creatividad y desenvolvimiento, además de que al estar rodeado de otros trabajadores el cliente puede ingresar a un catálogo diverso de posibles fuentes de ayuda y experiencia, lo que no se obtiene en una oficina tradicional”.
El 'Global Coworking Growth Study 2020' realizado por los portales de encuentro de espacios colaborativos, Coworking Resources y Coworker, señaló que para 2024 se espera el incremento de 40 mil espacios de coworking, el doble de lo que actualmente está disponible en el mundo. Así mismo, se proyecta que más de 5 millones de personas utilizarán estos lugares, un crecimiento del 158% con respecto al 1,9 millones de clientes activos en 2020.
Soucy destacó que la vitalidad de un centro de coworking se basa en la “conectividad” y el networking, además de la “atención e integración de los grupos presentes” en el centro de trabajo. “No queremos que las personas sientan estos espacios como un lugar al que solo llegan a trabajar y se van”, comentó, “hay que dar a los clientes la integración de un sitio abierto a la innovación y a la comunicación entre equipos independientes uno del otro; de esa forma hay una mayor creatividad”.
El estudio 'Why People Thrive in Coworking Spaces (2015)', de la revista Harvard Business Review, explica que un espacio de coworking contribuye al “desarrollo profesional y empresarial” debido a la flexibilidad para compartir con otros sectores y la posibilidad de tener cerca a profesionales que complementen la propia experiencia; además, la cohesión social creada por la comunidad es uno de los valores agregados de esta modalidad laboral.
“Las personas muchas veces se confunden y piensan que un espacio de coworking es igual que trabajar en una cafetería, pero no es así”, aclaró Soucy, se trata de “una oportunidad para expandir negocios, conocimientos y experiencias profesionales y personales”.
Esta definición crea un ambiente de éxito, como señala el estudio de Harvard Business Review: “Las personas que trabajan en espacios de coworking encuentran mayor significado y valor a su trabajo, ya que los principales clientes son independientes de un ambiente tradicional y crean una comunidad que va a su ritmo y con estructuras semiautónomas”.
Panamá presenta menos de una docena de espacios de coworking, centralizados en la capital, lo que Soucy describe como “una emergencia” por llevar a cabo más proyectos “pensados para las provincias”.
“La oportunidad de mercado en Panamá es buenísima, y nos hemos expandido a tener un centro próximamente en La Chorrera, donde las personas necesitan saber que pueden acudir a un lugar de trabajo sin tener que viajar a la capital”, apuntó el empresario.
Ciudad del Saber también se ha destacado por espacios de coworking que acogen a más de 186 emprendedores y 70 empresas, de las cuales el 45% pertenece al sector tecnológico, el 30% a industrias culturales y creativas; el 15% presta servicios administrativos y el 10% obedece a fundaciones y oenegés, según informó el artículo 'Espacios de coworking:Una metamorfosis del mundo laboral' (2020).
En esta ubicación, el espacio Innova 109 fue galardonado con el premio Coworker Members Choice Award 2019 (CMCA 2019) al 'Mejor espacio de trabajo de coworking en Panamá'. Este es uno de los pocos premios globales para esta industria y se otorga a un solo espacio en cada ciudad.
“Su infraestructura es única y el espacio satisface todas las necesidades del emprendedor: un emprendedor en ciernes, por ejemplo, necesita un espacio abierto para compartir con otros; cuando el emprendedor progresa, suele requerir de una oficina privada; y cuando el negocio está más avanzado, es posible que necesite oficina para trabajar con todo el equipo. Puede encontrar todos estos aquí”, comentó a la publicación el fundador de la plataforma de ventas de artesanías panameñas, OaOa, Daniel Billingslea.
Con una competitividad aún naciente, Soucy apuntó que se requiere de una mayor unión entre los empresarios y entidades dueñas de espacios de coworking para fortalecer el mercado y el atractivo de Panamá para la industria extranjera: “Hace falta una mayor asociación con otros coworkers, y desde Panamá Coworking Center hemos llevado a cabo actividades para reunirlos, distribuyendo invitaciones y realizando conferencias con expertos del coworking, pero solo recibimos respuesta de un par, lo que no es bueno, porque nos necesitamos entre todos para educar a la población y el sector empresarial acerca de este negocio y las oportunidades que abre para todos”.
“La competencia debe entender que aunque salgamos a la calle y compitamos entre nosotros por los clientes, debemos apoyarnos y unir fuerzas para hacer un mercado sostenible para el futuro”, agregó, “soy creyente de que los gremios debemos ayudarnos y aún más en una industria incipiente como esta”.
Para Soucy, los expertos en coworkingy el mundo globalizado con la digitalización se deben acercar más al concepto. “El coworking es más que una oficina, es un laboratorio de ideas que responde a las necesidades de los empleados del presente y el futuro”, anotó Soucy.