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- 06/10/2024 23:00
- 06/10/2024 17:09
La escritora y periodista cubano-argentina Claribel Terré Morell lleva más de tres décadas dedicada a crear un archivo de robos de arte registrados en todo Latinoamérica, ahora reúne una selección en ‘Traidores del arte’, un libro que recoge testimonios de artistas, ladrones, marchantes y otros personajes del mundillo.
“Desde hace más de 30 años tengo un archivo de crímenes de arte. Mi abuela acostumbraba a recortar todo lo que salía en la prensa y yo lo heredé”, explica a Efe Terré, que está en España para participar en la I Jornada Internacional de Mercado del Arte.
La pasión de Terré Morell por los robos de arte tiene otras dos facetas: un podcast -con el mismo nombre del libro ahora publicado- y una columna semanal en el diario argentino Clarín.
‘Traidores del arte’ acaba de ser publicado en Argentina por Óperaprima y pronto llegará a otros países. En el libro, la periodista pone la lupa sobre los robos de arte más importantes de la región y en ocasiones continúa las investigaciones sobre casos pasados.
“No todo está en internet y lo que está es copia y pega -explica- y eso distorsiona toda la historia”.
Entre los casos más conocidos que se encuentran en el libro están el supuesto cerebro argentino detrás del famoso robo de la Mona Lisa a comienzos del siglo XX; el de una escultura de Rodin en Chile, o la espectacular sustracción de varias obras del Museo Nacional de Bellas Artes de Asunción (Paraguay).
Para este último, por ejemplo, los ladrones excavaron un túnel de 25 metros de largo que atravesada una avenida para llevarse obras de Tintoretto, Murillo, Courbet o Adolphe Piot. Algunas de aquellas obras se han recuperado, pero otras no.
El libro trata de llamar la atención sobre la necesidad de reforzar la legislación y la seguridad de las obras en la región. “El patrimonio -argumenta la autora- necesita ser buscado, y necesita ser recuperado. Tenemos que estar involucrados todos”.
No hay datos fiables sobre el arte expoliado en América Latina que ha acabado en casas de subastas de Estados Unidos y Europa. Antiguamente, era posible quedarse con lo que te encontrabas en el campo y ahora mismo existen grandes colecciones de arte colombino y precolombino de carácter privado que están “en un limbo”, explica.
Terré Morell recoge en el libro una entrevista con Luis Emilio Onfray Fabresbó, un chileno que con veinte años robó una escultura de Rodin en Chile y la devolvió el día después. “No soy un ladrón, soy un artista”, se defendió.