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'Mar del Zvr', la danza que relata el avistamiento de sus aguas
- 18/11/2021 00:00
- 18/11/2021 00:00
La danza contemporánea se entrelaza con la danza aérea y la narrativa artística circense de la historia nacional en la obra 'Mar del Zvr' (leído Mar del Sur), una nueva presentación de artes escénicas realizada por la compañía de danza Fundación Gramo Danse. Con más de 15 bailarines experimentados, la obra será una narración de los eventos históricos que llevaron al español Vasco Núñez de Balboa al avistamiento del mar del Sur desde Panamá.
La presentación –únicamente este 21 de noviembre en el Teatro Nacional con motivo de la conmemoración del bicentenario de la independencia de Panamá de España–, es un recordatorio “del impacto histórico que representa Panamá en la región” y una concentración de esfuerzos artísticos que llevan a la danza “a un nuevo nivel”, según destacó a La Estrella de Panamá la presidenta de la fundación, Ximena Eleta de Sierra.
Esta obra es un remontaje de la presentación original creada y coreografiada por las hermanas Mónica y Graciela Newsam, quienes a su vez son las fundadoras de Gramo Danse (1998). La puesta en escena concursó en el Fondo Iberescena, siendo la ganadora en la temporada 2015-2016. “Originalmente se llevó a cabo con un cuerpo de bailarines internacionales, por lo que en esta edición hemos seleccionado a bailarines nacionales a través de audiciones, logrando reunir a un cuerpo profesional y comprometido con el mensaje de la obra”, apuntó el bailarín y coreógrafo Moisés García.
Durante tres meses los bailarines recibieron un entrenamiento intensivo con respecto a la danza aérea y circense, la cual muchos no habían estudiado con anterioridad. “Fue un reto comenzar con un nuevo estilo de danza, luego de centrarte en un solo estilo como el ballet clásico, pero luego de aprender a conocer tu cuerpo y confiar en tus compañeros, todo fue más fácil”, señaló la bailarina Eileen Córdoba, quien interpreta a una mujer indígena y a diversos personajes de la puesta en escena, “fue un trabajo arduo mental y físicamente para lograr toda la sincronización necesaria”.
Por su parte, el también bailarín de ballet clásico Henry Valdés apuntó: “Si bien es un remontaje, para nosotros era un trabajo completamente nuevo, pero hubo una guía excepcional que nos ayudó a entender la narrativa de la música, los pasos y el mensaje. Es una obra innovadora y que nos enseñó a confiar y a escuchar mejor”.
La obra se desarrolla en dos actos: el primero “atraviesa la época en que salen los españoles hacía el Pacífico hasta el avistamiento de Vasco Núñez de Balboa”; mientras que el segundo se centra en el presente y el “rol que juega el océano Pacífico en el comercio mundial y las migraciones que se hacen entre los continentes a través de esta vía”, siendo un pilar importante en el proceso de globalización, según indicó Eleta.
La calidad narrativa se buscó a través de ensayos arduos, además de un gran esfuerzo técnico con la danza contemporánea junto a la aérea, la cual no es “una danza común en las presentaciones panameñas”, según comentó García. “Todos los bailarines fueron entrenados con las mismas bases, para prepararlos en caso de enfrentar cualquier papel dentro de la danza, de esta manera creamos una línea de unidad entre el cuerpo”, señaló, “también trajimos a dos técnicos desde Costa Rica, quienes nos ayudarán en el montaje dentro del Teatro Nacional, un espacio con el que estamos orgullosos de contar”.
Narrada entre “mitos” y “realidades”, la puesta en escena transporta a través de las telas, los movimientos y la música (compuesta por el músico panameño David Colindres, junto con el compositor úngaro Zoltan Lantos), los momentos de mayor relevancia en la historia –pasando por los mitos de monstruos marinos, hasta el fin de la tierra plana–, hasta las realidades de lo sucedido, donde entra la presencia de corsarios españoles. Esta parte de la historia llega a nuestra región parcializada y deformada por el tiempo, pero con la indudable seguridad del impacto de la incorporación del océano Pacífico en las rutas comerciales mundiales.
Para incluir ambas danzas en una presentación armoniosa, García se entregó al entrenamiento y fusión de la coreografía original con diversos toques circenses y de movimiento libre para los bailarines. “Adaptarnos a la música fue el mayor reto, ya que su intensidad y ritmo varían mucho a través de las escenas y nos obligan a prestar atención a los mínimos cambios, ya que en esos recae la narrativa de la historia y nuestros pasos”, anotó Córdoba, “si la perdemos por un segundo, estamos sesgando la coreografía y la narración, porque no podemos dar marcha atrás”.
“La música es una de las claves más importantes en toda la obra, es la que cuenta lo que sucedió, las emociones y lo que tratamos de transmitir desde nuestra posición en el escenario”, comentó Valdés, quien interpreta un monstruo marino y un corsario español, “por lo que jugar con la imaginación a través de las melodías fue imprescindible para conectarnos con la música e interiorizarla en nuestros movimientos y memoria corporal; al final dio un resultado mejor del que esperábamos”.
Si bien, 'Mar del Zvr: mitos y realidades' es un regreso a las raíces de Panamá en la historia del continente, también se presenta como una obra innovadora y que trae la importancia de reconocer la danza como un abanico de técnicas, emociones y géneros que se dividen para prestarse a cada tipo de mensaje que se busca mostrar.
“En este montaje estamos combinando el trabajo de danza contemporánea con la flexibilidad y el manejo distinto de la danza aérea y la circense, lo que es un trabajo mucho más arduo en preparación y ejecución; pero también es innovador, ya que no solo es la presentación de cuerpos moviéndose a un ritmo, sino complementados con proyecciones, imágenes y sonidos propios de las épocas que se atraviesan”, enfatizó García.
Por su parte, Eleta destacó que este trabajo, y la enseñanza de la danza aérea en Panamá, requiere de “un mayor apoyo en cuanto a la presentación de obras de este tipo, para impulsar y atraer a las nuevas generaciones”. “Ahora el Ministerio de Cultura debe tomar las riendas de abrir más puertas a la danza, con mayores fondos para la creación de más proyectos”.
Para Valdés y Córdoba, es una “alta necesidad” contar con profesores que se capaciten en diversos estilos de danza y que las compañías incorporen estas formas en sus enseñanzas. “Ahora no es suficiente ser experto en un tipo de danza, sino que buscan a los bailarines más capacitados en diversos estilos, por lo que Panamá necesita que haya más capacitación desde los maestros e instructores, hasta el paso de ese aprendizaje a los bailarines en formación”, comentó Córdoba, “pero estamos en camino, hay mayor interés de niños, jóvenes y adultos en la danza”.
Asimismo, Eleta y García destacaron su agradecimiento al comité del bicentenario, el Ministerio de Cultura, y la Alcaldía de Panamá, que impulsaron la realización de la puesta en escena que tendrá lugar en el Teatro Nacional de forma gratuita.