COMEDIA

Las mujeres liberadas, sobre el escenario

Actualizado
  • 26/06/2024 16:02
Creado
  • 26/06/2024 15:01
Esta obra de teatro, que se presenta hasta final de mes en el Teatro La Plaza, se centra en las vidas de cuatro mujeres que sobrellevan la presión social a la que se ven sometidas

La vida es solamente una y hay que vivirla al máximo sin importar el qué dirán. Ese es el mensaje que se desprende de la comedia “Mujeres Liberadas” que cuenta la amistad de cuatro mujeres que se conocen desde el colegio: Cristina (Jeanny Raven), Gabriela (Ingrid Villa-Real), Estela (Idania ‘Kiki’ Ceville) y Lucía (Vivian de León). Cada una de ellas tiene una historia con la que más de una se podría sentir identificada, en particular cuando se trata de sobrevivir en una sociedad poco tolerante a todo aquello que se salga de las normas convencionales.

La obra – dirigida por Daniel Gómez Nates y producida por Dayra Torres – busca reflejar los paradigmas de toda una generación de mujeres que viven los cambios sociales que se vienen sucediendo alrededor de las décadas.

Por otra parte, el espectáculo expresa una crítica mordaz al machismo que existía en épocas pasadas, a diferencia de hoy, cuando los temas como el feminismo y la igualdad de género están cada vez más presentes en la conversación.

“Lo que buscamos es presentar una obra graciosa y cómica, que brinde las reflexiones sobre el papel de la mujer en la sociedad. Estas cuatro mujeres cuestionan la vida que tenían cuando eran adolescentes pero, al pasar los años, adquieren un nuevo concepto de vida”, dijo Gómez Nates.

Ante los miedos y los secretos a los que se debieron enfrentar por varios años, las protagonistas buscan liberarse de esas cadenas y convertirse en mujeres nuevas con ánimos para disfrutar la vida a plenitud.

“Por ejemplo, nosotros decimos que la mujer no tiene que estar con una pareja para ser feliz sino que tiene que estar satisfecha consigo misma y su aspecto físico. Otro de los temas que abordamos en la obra es el tabú que había dentro de las familias en torno al sexo. Ahora eso, como tal, no existe ya que este tema está presente en la sociedad actual y se puede abordar de manera distinta. Este último punto las marcó y es una de las probables causas de los fracasos matrimoniales de los personajes”, explicó.

Basada en el guion del autor uruguayo Andrés Tulipano, “Mujeres Liberadas” reivindica la ruptura con los modelos estructurados de género que limitan la capacidad de la mujer. Si bien la obra de teatro brinda un espacio para la reflexión, Gómez Nates enfatizó en que la principal función del teatro siempre debe ser la de entretener.

“El teatro no está para educar, si bien es un vehículo que podemos utilizar mediante códigos que puedan ser entendidos por todos los asistentes de la obra de teatro que tengan diferentes posiciones políticas, sociales y culturales, etc. Eso hay que manejarlo bien. Pero también es cierto que el teatro puede ser un arte contestatario que denuncie y demande cambios. Ahí es donde está la diferencia con el teatro de antes, que el de ahora, que es mucho más beligerante. Nosotros esperamos contribuir a un ambiente de tolerancia”, dijo.

La trama

Jeanny Raven se sumerge en la piel de Cristina, una mujer divorciada de 53 años cuyo matrimonio duró menos de un año. Doctora de profesión, Cristina es de una familia pudiente que siempre tuvo acceso a una gran cantidad de lujos. Siendo la mejor amiga de Gabriela, se involucra en conseguirle una pareja a su amiga y, por otra parte, vive una crisis existencial ya que por los prejuicios que tiene sobre la madurez, no puede vivir el amor a plenitud con un estudiante de medicina de 35 años, del que está profundamente enamorada.

“Cristina se pregunta cómo puede vivir ante la sociedad sin un sentimiento de culpa por estar saliendo con un hombre mucho menor que ella. Ella es objeto de la burla de sus amigas, debido a que sale con un ‘chiquillo’. Al mismo tiempo que ella sufre ese conflicto dentro de ella misma, ella también se encuentra apenada por el hecho de que su mejor amiga no pueda encontrar el amor. Cristina además se encuentra enojada por el hecho de que otra de sus mejores amigas, Estela, sea maltratada de cierta forma por su propio marido”, comentó.

Mientras tanto, Gabriela afronta una crisis existencial en la que se cuestiona varios aspectos de su vida. Interpretada por Ingrid Villa-Real, ella es también una mujer divorciada que se objeta a ella misma en torno a su físico y tiene presente esa necesidad de buscar una pareja para sentirse acompañada.

“Es un papel que estoy disfrutando mucho interpretar ya que voy en camino a cumplir los 54 dentro de algunos años. Ella básicamente tiene que liberarse de ese complejo de inferioridad que tiene y que la hace compararse con otras personas. Eso es algo que ella hace constantemente. Más bien, Gabriela debería pensar en todas esas cosas positivas que tiene y no prestarle tanta atención a lo negativo. Tiene que aprender a desarrollar ese amor propio que tanto le hace falta”, resaltó.

Idania ‘Kiki’ Ceville, quien interpreta a Estela, cuenta por su parte que su personaje es una mujer sencilla que esta ávida de amor y cariño por su esposo en un matrimonio a punto de resquebrajarse. Ella sigue casada por el único propósito de no desestabilizar a su hija de 18 años aunque eso suponga mantener una unión que ya no la hace feliz.

De carácter reservado, al principio opta por fingir ante sus amigas que todo anda bien pero al final cuenta su situación ya que la angustia le puede más que las ganas de seguir guardando las apariencias.

“Estela representa a esas mujeres que no quieren estar solas en esa etapa de la vida. Esto lo viven los matrimonios de muchos años si no se sigue cultivando el amor y el enamoramiento continuo que tiene que haber entre dos personas que forman parte de una relación. Muchos hombres piensan de que ya después de que se enamoran y se casan con la mujer y tienen sus hijos, su labor de seguir enamorando está terminada”, expresó.

Por su parte, Lucía está viviendo un momento particular en su vida. Recién llegada de Suecia después de 40 años, este personaje – interpretado por Vivian de León – se da cuenta a sus 53 años que ella es lesbiana. Todo ello con un conflicto situacional que tiene en frente ya que ella no sabe a ciencia cierta si regresa a Panamá para reencontrarse con sus amigas de toda la vida o bien busca escapar de su propia realidad. De un carácter fuerte, Lucía eventualmente encuentra la fortaleza para salir adelante.

“En mi punto de vista, creo que hoy en día es fácil que una persona viva su orientación sexual libremente ya que hay más campañas de concienciación en torno al respeto que tienen que tener los miembros de la comunidad LGBTQ+. En el caso de Lucía, lo más difícil es darse cuenta a esa edad que ella es lesbiana, habiéndose casado dos veces con dos hombres. Ninguno de los matrimonios funcionaron exitosos porque ella y sus esposos eran prácticamente polos opuestos. Entonces, se enamora dentro de su entorno laboral de una chica unos años menor que ella. A Lucía no le es fácil aceptarse a sí misma pero eventualmente lo hace”, añadió.

¿De qué hay que liberarse?

Al ser consultadas por La Estrella de Panamá sobre de qué tienen las mujeres que liberarse hoy en día, las cuatro actrices coincidieron en el derribo de los prejuicios basados en una idea preconcebida de cómo las mujeres deberían ser.

“Hay que quitarse de la cabeza de que una mujer madura se debería vestir de tal o cual forma. O no porque tengo 50 años y estoy soltera, tengo que esperar a enamorarme de un señor viejo. ¿Por qué? La gente tiene que salir de la obra cuestionándose el porqué uno se tiene que impedir el ser feliz por lo que diga la sociedad”, comentó Raven.

En tanto, Villa-Real dijo que las mujeres deberían dejar de compararse a los demás al igual que su personaje Gabriela.

“Tenemos que liberarnos de la idea de que la mujer tiene que ser perfecta porque la sociedad nos ha presionado en el sentido de que tenemos que ser madres y profesionales y nos presionan por todos los lados. Si soy una margarita, no tengo porque desear ser una orquídea, un papo o una rosa. Hay que liberarse de las presiones de la sociedad”, agregó.

Ceville comentó en esa misma línea y aseguró que la vida es corta para dejarse llevar por lo que digan los demás. “Hay que liberarse del temor a ser juzgado, del que dirán”, dijo.

De León enfatizó en que la mujer no necesita estar casada para ser feliz.

“Nosotras tenemos nuestra misión en la vida, hay que encontrar lo que nos gusta y disfrutar eso. Muchas veces nos limitamos y hacemos cosas guiados por el miedo a lo que diga nuestra familia y amigos, tenemos que liberarnos de ese pensamiento”, expresó.

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