Prueba el sexo telefónico con tu media naranja

Tener sexo por teléfono resulta muy apasionante para quienes se encuentran ávidos de nuevas experiencias o sencillamente quieren mantene...

Tener sexo por teléfono resulta muy apasionante para quienes se encuentran ávidos de nuevas experiencias o sencillamente quieren mantenerse en contacto con su pareja. Esta práctica es más común de lo que se cree, lo que ocurre es que poco se habla de ella por el tabú que se ha tejido por décadas a su alrededor.

El sexo telefónico es una conversación que te invita a alcanzar un alto grado de excitación sexual usando juegos y pala bras tentadoras. Quienes alimentan su relación así, lo encuentran realmente emocionante y muy erótico porque les permite imaginar a su pareja e incluso a su objeto del deseo (no necesariamente su compañero o compañera) en distintas posiciones y circunstancias, les da libertad para hablar sin temor a la reacción de la otra persona, los lleva a satisfacer sus necesidades y fantasías en la comodidad de su espacio y otorga la posibilidad de entregarse al placer individual sin restricciones ni obligación de satisfacer al otro (en el caso, por ejemplo, de los eyaculadores precoces).

En principio, el juego se da de manera tímida. Luego la imaginación y el erotismo se van acrecentando hasta que el uso de términos más íntimos y explosivos disparan la libido haciendo que los temores quedan de lado. Como no hay posibilidad de verse, es necesario entonces recurrir a la imaginación para que la fantasía se despliegue y se logre representar mentalmente el cuerpo desnudo de la pareja. El éxito está en lograr desprenderse de lo decoroso y aceptable y darle rienda suelta al deseo.

Las palabras son definitivamente las que permiten que ‘el encuentro’ trascienda a lo sexual y lo erótico, por lo que su uso resulta determinante para cautivar a la pareja y alcanzar un alto grado de excitación. En este sentido, lo mejor es acordar ciertos términos para llamar a los orgasmos o a esas fantasías que al nombrarse pueden resultar intimidantes para alguno de los dos.

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