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- 06/12/2023 00:00
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Everardo Gutiérrez es un ginecólogo oncólogo que tiene 45 años de edad. Producto de la alopecia androgénica desde que cumplió 44 años ha perdido paulatinamente cabello en el centro de su cabeza. Desde hace dos meses se somete a un tratamiento contra la calvicie porque, en la medida de lo posible, prefiere evitarla, comentó durante una entrevista con La Estrella de Panamá.
La causa más común de pérdida del cabello en los hombres es la alopecia androgenética, que es la calvicie masculina, es una enfermedad genética, esta puede ser heredada tanto del padre como de la madre. Los grupos etarios que presentan alopecia androgenética en la mayoría de los casos rondan desde los 25 años hasta los 50 años, explicó la dermatóloga Karem Mitchell.
La edad en la que empieza a desarrollarse, también, depende mucho de la genética puede hasta en algunos casos, empezar a desarrollarse en la adolescencia, en otros casos en la década de los 20. Pero la gran mayoría, el 80% de los pacientes, lo empieza a sufrir a partir de los 30 años, ahí se refleja una disminución de la densidad del cabello, detalló Mitchell a este medio.
“Si hablamos de una alopecia androgenética solo afecta el cuero cabelludo. Hay otro tipos de alopecia que sí puede afectar las cejas, pestañas y barbas, pero no sería el caso de la calvicie masculina”.
Si un hombre sufre de alopecia androgenética no es recomendable hacerse el trasplante capilar, como muchos piensan. Dependiendo del grado del avance de la pérdida del cabello, se puede dar un tipo de tratamiento médico, de los cuales existe una variedad de tratamientos: orales, como el famoso Finasteride, que incide en que la hormona testosterona llegue al folículo piloso y que se muera el pelo.
Una tercera opción son los tratamientos inyectables. “A mi me gusta combinarlos todos, antes de decirle al paciente que necesita un trasplante”, sostiene la especialista en piel, pelo y uña.
La última opción debería ser un trasplante porque es un tratamiento costoso. Además, el trasplante no se puede hacer cada vez que el paciente quiera, añade la experta, ya que los pelos que se agarran de la cabellera son finitos, o sea, se pueden acabar, y si no se injertan en el momento preciso y no se coloca en el paciente adecuadamente, no se obtendrá el mejor resultado y se pierde materia prima.
El pelo trasplantado, si logra sobrevivir en la cabellera es porque no es un pelo influenciado por la genética, ni lo afectan las alteraciones hormonales, pero una vez se hace el trasplante, esos nuevos pelos están mezclados con pelos que sí están sometidos a la genética, es decir a la alopecia androgénica.
“Entonces cuando un paciente se hace transplante capilar, no significa que va a dejar el tratamiento, porque una vez que se hace el trasplante hay que cuidar de todos los pelos para que todos se mantengan. Si el paciente se hace el trasplante y se deja de cuidar, con el pasar de los años se van a perder los pelos del área que estaban genéticamente programados para perderse, y nada más van a quedar los pelos trasplantados, e igualmente va a notar una pérdida de densidad. Siempre se le dice a los pacientes que una vez se hace el trasplante, igual debe seguir un tratamiento médico para conservar todos los pelos”.
También existen lociones para estimular el crecimiento, y es un plasma rico en plaquetas. Cada uno de los tratamientos también “depende mucho de la técnica, porque se tiene un dispositivo para hacer micro funciones que estimulan al folículo al crecer. Existe una gama de opciones que se puede hacer. Todo depende de cada paciente”.
Para Mitchell, en este tipo de caídas no suele enviar al paciente el consumo de vitaminas porque no va a hacer nada, ya que la causa no es por falta de vitamina, sino porque es de índole hormonal y genético.
Los tratamientos son muy seguros, aclara la médico. El trasplante capilar es bastante seguro, cuando se hace el paciente está despierto. Las complicaciones graves son muy pocas. “Nunca he tenido una complicación. Lo más grave es que un paciente sea alérgico a un medicamento y tenga una reacción. Pero lo más común es que haya dolor, puede haber sangrado, inflamación, pero solo eso”.
Hacerse un transplante es una decisión importante, remarcó Mitchell, porque primero se evalúa al paciente que quiera hacerlo, para ver si el puede ser un candidato, porque si te fijas en un paciente que está teniendo calvicie, los pelos que más se conservan son los que tiene atrás en la cabeza y en las áreas de las orejas, de estas zonas es donde se sacan los pelos para trasplantar en las zonas donde no hay. Se agarran esos pelos uno por uno, se sacan y luego diseñamos el área en donde se van a recolocar. Ese procedimiento, dependiendo de los pelos que se necesitan, dura unas 6 a 8 horas.
La calvicie no es una condición que pone en riesgo la vida, ni la salud, pero sí puede que afecte la calidad vida y la autoestima de los pacientes. “Hay hombres que quieren mantener su cabello, otros que no les importa, que les vale, si se cayó se cayó, es lo que consideran. Pero hay otros que quieren conservar su cabello y están abiertos a hacerse los tratamientos”.
Si ya está notando la pérdida del cabello porque se ven más espacios en la cabeza, recomendó Mitchell, que inicie el tratamiento lo más pronto psoible porque ya si esperan a tener una calvicie total, ni el trasplante va a servir. “Entre más temprano empiece el tratamiento, mejores resultados tendrán. Siempre se les explica que el tratamiento es de por vida hasta que ellos decidan, porque si los hombres dejan el tratamiento y los dejan se pierde. El tratamiento es luchar contra la genética”.
El director general de Mediarte, Jairo León indicó que a esta clínica los hombres acuden a la clínica para hacerse los métodos para contrarrestar la alopecia son el implante capilar, seguido del implante en la barba y la mesoterapia, que trata de cóctel de vitaminas, biotina y otros 100 componentes que evitan la caída y alentar el crecimiento de cabello.
El público que más acude a la clínica es entre los 20 a 60 años. Pero la mayoría de los pacientes se encuentra entre los 25 y 40 años. Podemos hacer los procedimientos a partir de los 18 hasta los 60 años.
“En la cirugía no era muy frecuente, pero sí se ha visto un aumento en el incremento del implante de barba, también sirve para la parte de rellenar la barba en las áreas que no tengan pelos. Cada vez se ve un número mayor de pacientes que optan por hacerse esto, porque la barba es muy importante para la presentación de los hombres y por esto se ha dado el incremento. Tener una barba abundante, marcada, denota masculinidad, hombría. Ese mito que existía sobre de que los hombres no se hacen procedimientos estéticos ha cambiado en los últimos años”, subrayó a La Decana.