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- 01/08/2019 02:00
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A la eyaculación precoz también se le conoce como eyaculación rápida o prematura, y se identifica claramente con estos calificativos por la imposibilidad de sostener o frenar la inminencia eyaculatoria, viéndose obligada la pareja a recibir la respuesta eyaculatoria en el momento menos oportuno o indeseado, siendo insatisfactorio para ambos.
Es relevante mencionar que existen dos fenómenos que le otorgan carácter de problema a la eyaculación precoz, uno es de orden fisiológico y el otro, de orden social: el primero obedece a una condición orgánica denominada ‘tiempo refractario', que impide que el varón pueda volver a mantener una segunda erección inmediatamente después de haber eyaculado. Si el varón no tuviera que atravesar por esta fase biológica del ‘tiempo refractario', no representaría ningún problema eyacular, porque la fiesta sexual pudiera continuar y ya, pero en este caso no es así.
El segundo fenómeno, como mencionamos anteriormente, es de carácter social, ya que existen presiones socio-sexuales muy reforzadas a lo largo de la historia, que convierten al hombre en un robot de placer sexual, donde el hombre ‘no puede fallar', ‘no le está permitido dejar a una mujer insatisfecha', ‘está obligado a dar placer cuando una hembra lo solicita', éstas y muchas otras presiones sociales, provocan que se active más angustia en los varones, ya que si llegase a presentarse alguna manifestación de eyaculación precoz, estaría poniendo en entredicho su virilidad y masculinidad.
En este sentido, la educación sexual oportuna y adecuada contribuye a disminuir la tasa de este problema, ya que se asumiría objetivamente como parte de un fenómeno multicausal y no de un indicador de ‘falta de hombría' o de ser ‘mala cama'.
A propósito de las causas que provocan la eyaculación rápida encontramos, raíces de tipo orgánico: varones con depresión, esclerosis medular, trastorno bipolar, prostatitis, a su vez raíces asociadas al consumo de drogas, alcohol y fármacos; en cuanto a raíces o causas psicológicas se agrupan los trastornos de ansiedad y los problemas de discordia marital que puedan surgir en la relación de pareja. Otra causa es la desinformación en salud sexual, conlleva a los adolescentes a ver la masturbación o la autocomplacencia como una actividad obsesiva, a la vez castigada social y familiarmente, por ello caen en una ejecución con mucha prisa, ya que algunos ven la masturbación con sentimientos de culpa, de pecado y algunas veces no cuentan con la privacidad necesaria.
El mayor porcentaje de las causas asociadas a este problema está concentrado en las de tipo psicológicas, es por ello que apremia la necesidad de que el varón busque ayuda ante la manifestación recurrente de sus inminencias eyaculatorias prematuras, y no dejar que la frustración aumente y el problema trascienda a niveles más severos que requerirán de tratamientos más profundos y extendidos.
Una manera fácil de determinar si formas parte de este grupo de varones es respondiendo a estos interrogantes: ¿qué tiempo transcurre entre penetrar y eyacular?, ¿te cuesta aguantar la inminencia eyaculatoria?, ¿te ha ocurrido con varias parejas?, ¿evades los encuentros sexuales por miedo a fallar?, ¿has recibido quejas o reclamo de tu pareja por esto?, ¿te está generando problemas de pareja?, ¿desde cuándo presentas este problema?
Si al responder estos interrogantes te identificas con buena parte de ellos, será preciso que busques ayuda cuanto antes: el tratamiento que puedas recibir dependerá de su nivel. Existen procedimientos como entrenamiento en relajación muscular antes, o durante el encuentro sexual, tratamientos que incluyen a la pareja, tratamientos de tipo muscular, conocidos como ejercicios kegel, procedimientos autodirigidos de masturbación, donde puedes ejercitarte en calcular y frenar la inminencia eyaculatoria tantas veces como puedas y, por último, tratamientos de tipo farmacológico entre los que destacan los inhibidores de recaptación de serotonina, que puedan ayudan a retrasar el reflejo eyaculatorio.
Recomendaciones para evitar o superar la eyaculación temprana:
Varíe la posición sexual o coital durante el mismo encuentro sexual.
Relájese y disfrute el encuentro sexual.
Ejercítese y absténgase de consumir drogas o alcohol.
Si ocurre eventualmente el problema, no se angustie, es normal.
Baje los niveles de estrés o presión laboral, la angustia por situaciones cotidianas.
Practique relajación muscular, le ayudará en todo.
Aprenda un nuevo esquema de masturbación individual o en pareja: no obsesivo, sereno, placentero y postergado.
Incluya juguetes u otros elementos a su encuentro sexual que le ayuden a que su pareja alcance el clímax más rápido.
Antes de penetrar, dedique tiempo al cortejo, a la seducción, a las caricias y a la estimulación suficiente de su pareja.
Recuerde que su pareja puede alcanzar orgasmos y sentirse satisfecha con o sin penetración.
Si deseas realizar alguna consulta puedes hacerlo a través del Instagram: @sexsaludenpareja o del correo sexsaludenpareja@gmail.com.