Australia autoriza el uso de drogas para pacientes psiquiátricos

Actualizado
  • 05/07/2023 13:34
Creado
  • 05/07/2023 13:34
A partir del 1 de julio Australia se convirtió en el primer país en autorizar el uso de éxtasis y hongos alucinógenos para tratar ciertos trastornos mentales

Australia le ha permitido a sus pacientes quienes padecen del trastorno de estrés postraumático y algunos tipos de depresión, una nueva alternativa para tratar los desordenes mentales. 

El uso de éxtasis y psilocibina (mejor conocido como hongos alucinógenos), ya es permitido en el país oceánico desde inicios del presente mes y podrán ser prescritos por los especialistas para tratar a sus pacientes.

Australia legalizó estas sustancias en febrero de 2023 luego de que la Administración de Productos Terapéuticos del país comunicará que los ensayos realizados habían mostrado una seguridad relativa al usar las sustancias en un “ambiente controlado médicamente”.

Aquellos quienes defienden la nueva medida esperan que los medicamentos puedan brindar avances a las personas con problemas de salud mental quienes han agotado todas sus opciones en otros tratamientos fallidos.

Un ensayo clínico contempla un avance en la lucha contra la depresión, la cual afecta a 100 millones de personas en todo el mundo, pero los científicos consideran que se debe realizar estudios mas amplios al respecto.

Estudio por New England Journal of Medicine

El 3 de noviembre de 2022, la revista New England Journal of Medicine publicó un estudio realizado a 233 participantes con depresión resistente en el que se les asignó al azar una dosis única de una formulación sintética patentada de psilocibina en una cantidad de 25 mg (79 participantes), 10 mg (75 participantes), o 1 mg (79 participantes) junto con apoyo psicológico.

El criterio principal de la evaluación fue el cambio del paciente desde el inicio hasta la semana 3 en la puntuación total en la Escala de la valoración de la depresión de Montgomery-Asberg. Tiene un puntaje de 0 a 60 donde el valor más alto indica una depresión más grave.

Tras ingerir el fármaco, los pacientes experimentaron efectos psicodélicos que duraron entre 6 y 8 horas. En una sala acogedora, un terapeuta estuvo presente para proporcionar apoyo psicológico. Los pacientes volvieron a sus casas cuando los efectos se disiparon por completo.

Al pasar las 12 semanas, se notaron efectos adversos en 179 pacientes (77%) sin importar la dosis que hayan ingerido, lo cual incluyó dolores de cabeza, náuseas, mareos, fatiga y pensamientos suicida o de autolesión.

Un mes después se notificó de comportamientos suicidas en tres personas que no respondieron a los 25 miligramos.

Se concluyó que la psilocibina en una dosis única de 25 mg, pero no de 10 mg, redujo las puntuaciones de depresión significativamente más que una dosis de 1 mg durante un período de 3 semanas, pero se asoció con efectos adversos. A esto se añadió que se requieren ensayos más prolongados que incluyan la comparación con los tratamientos existentes para así determinar la eficacia y seguridad de la sustancia utilizada para el trastorno estudiado.

Esta nueva ley ha creado un debate y forzado a las personas a tomar lados. Mientras unos lo consideran una posible solución, otros lo ven como la posibilidad de abrir una puerta a un problema mucho más grande y severo.

¿Qué opinan los expertos?

En una conversación con el diario, el médico psiquiatra José Tejera Mathieu explicó que “aunque el uso de psicodélicos tiene un nivel de respuesta en los Trastornos Depresivos, la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) no ha respaldado el uso de psicodélicos en el tratamiento”.

A esto agregó que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), “aún tiene que ofrecer una determinación final, mientras especialistas fuera y dentro de los Estados Unidos han advertido que se necesita más investigación sobre la eficacia y alcance de los riesgos de psicodélicos, que son sustancias que pueden causar alucinaciones”.

En cuanto al verdadero efecto que los alucinógenos causan en el cerebro de una persona y sobre todo, en un paciente depresivo, Tejera lo define como algo “paradójico y anecdótico” y “más un problema que una solución”.

Advierte que se deben dar muy cuidadosamente y “bajo una estricta vigilancia médica”. Explicó que en algunos casos, como en el de pacientes con ideas suicidas y trastornos depresivos resistentes a los tratamiento psicofarmacológicos, “pueden responder y ser estas nuevas indicaciones, la última medida a tomar para evitar que se hagan daño”.

Desde 2019 se está certificado por la FDA el uso de ketamina y la esketamina (derviado del metabolito de la ketamina en spray nasal). En el caso de la ketamina, es un anestésico que se administra por IV, bajo estrictas medidas médicas.

“Ambas medicaciones tienen un potencial de efectos secundarios alucinógenos. Por ello, deben ser administradas y monitoreadas de manera segura y según protocolos establecidos por la FDA”.

Para concluir, Tejera explicó que “la aprobación del uso de éxtasis y la psilocibina, siguen siendo indicaciones de mucho cuidado que deben ser sometidas a mayor investigación y aunque los resultados puedan tener un nivel de efectividad, hay que no dejar de perder el principio Hipocrático de la Medicina: Primun Non Nocere (Primero no hacer daño) y de ahí que el remedio no sea peor que la enfermedad”.

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