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- 27/08/2018 02:00
En 2017 se desató en Estados unidos la llamada ‘epidemia de los opioides' que causó más de 72.000 muertes por sobredosis de ciudadanos estadounidenses. La razón principal: el abuso de analgésicos legales y drogas ilegales con propiedades similares al opio como alternativa para aliviar el dolor. El problema fue tan grave que hasta el presidente de Estados Unidos Donald Trump, declaró la epidemia como una emergencia nacional de salud pública, denominándola como ‘la peor crisis de drogas' del país.
¿Qué amenaza representa esto para América Latina? El hecho de que en América Latina el problema con los opiáceos no es de grado alarmante, no quiere decir que se debe pasar desapercibido el tema y sus posibles repercusiones. En Panamá por ejemplo, mueren cada año unas 5.500 personas sin recibir cuidados paliativos para los efectos de sus enfermedades letales, principalmente, a causa de las barreras legales y sociales al acceso a medicinas reguladas como opiáceos y psicotrópicos, recogió la agencia Efe en 2016.
El consumo promedio mundial de morfina, molécula patrón para medir los opiáceos, es de unos 5,9 miligramos por persona. En Panamá, esa tasa disminuye a 0,21 miligramos, frente a los 3,6 del vecino Costa Rica o los 9,5 de España, de acuerdo con el Grupo de Dolor y Estudios de Política de la Universidad de Wisconsin con base en datos de 2013.
Con el objetivo de garantizar el alivio a miles de personas, liberar en alguna medida el acceso a estos medicamentos y promover la formación de los doctores en el tema, el ejecutivo panameño aprobó hace dos años la Ley 14 de 19 de mayo de 2016, que regula las actividades y uso de las sustancias y medicamentos controlados para fines médicos y/o científicos y dicta otras disposiciones, lo que en Panamá el Ministerio de Salud (Minsa) de manera responsable hacía referencia a sustancias como narcóticas, las inductoras del sueño y controlar el dolor.
Con esta ley los llamados medicamentos opioides utilizados para el control de insomnio y dolor con el uso racional y controlado bajo la prescripción médica conlleva importantes beneficios, sobre todo en pacientes que requieren tratamientos para soportar los fuertes dolores causados por enfermedades como el cáncer, sin el requisito de enfrentar la muerte para merecer alivio, detalló a Efe el doctor Gaspar Dacosta, ex asesor del Minsa.